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Los padres de Itsuki Sumeragi le habían dado cierto porcentaje de venta y promoción durante el tiempo que estuvieron en la academia pero las cosas no habían ido muy bien por lo que al momento de graduarse y tener que ir a la universidad, sus padres le prohibieron continuar sus estudios debido al fracaso en las ventas, sus padres estaban molestos porque habían desperdiciado la oportunidad de vender a gente con mucho dinero y además de promocionar la marca de los juegos de la familia Sumeragi.
Ahora mismo Itsuki se encontró de camino al trabajo que le fue asignado en el único casino que un familiar tenía bajo el apellido Sumeragi, trabajaría de barista por un tiempo en donde no debía solo servirle a todos aquellos que se acercaran al bar, si no también debia mirar y aprender a apostar de verdad, no de forma infantil como le dijeron sus padres al menospreciar sus habilidades para apostar, además de servirle a los vip y aprender estrategias de marketing en medio de las apuestas.
Cuando llegaron, su chofer le abrió la puerta del auto—aquí es señorita Sumeragi, vendré a recogerla cuando salga—le dijo mientras la ayudaba a salir.
—Gracias, te veo más tarde— dijo caminando al casino, exactamente a la puerta por donde debía entrar el personal.
Una vez instalada, un chico mayor le enseñó cómo era el trabajo en el área, ya que llevaba trabajando allí hace unos cinco años, por lo que sabía todo lo que se debía hacer.
En los primeros días le costaba aprender pero con el pasar del tiempo aprendió al fin como se debía hacer todas las cosas y se le hizo mucho más fácil ir de un lado a otro sirviendo las bebidas que los clientes pedían.
Honebami Miroslava estaba entrando en la mansión de las Momobamis debido a que Kirari la citó para mandarla a una "misión", una vez llegó a la oficina de la Líder guiada por la misma Sayaka, quien abrió la puerta dejándola pasar para luego entrar ella detrás de Miroslava y cerrar la puerta tras de sí, tomando su posición detrás de Kirari como siempre lo ha hecho.
—Por favor siéntate— le distinguieron la gemela menor de las Momobamis.
La ojiverde obedeció tomando asiento frente a la Líder.
—Necesito que investigues cómo están las cosas siendo en este casino— puse unas fotos junto a una dirección— pretendo obtener la bajo mi apellido y tú eres la indicada para esto.
—¿Por qué yo?— pregunto sin entender— ¿tiene que ver con la especialidad de los Honebamis?.
—Sinceramente no y debes ser tu por que es un casino a cargo de un familiar de los Sumeragi.
Miroslava entendió al fin el por que ella estaba siendo enviada al lugar, era como un recuerdo de haber dejado engañar por Itsuki Sumeragi en la apuesta del Bien Mayor, era un tipo de castigo planeado por la Líder del Clan Bami.
—Entiendo— respondió sin mostrar emoción alguna.
—Muy bien, quiero que investigue todo allí dentro, cómo funcionan las cosas, si van mal o bien, si el personal no hace bien su trabajo, lo que sea necesario para hacerme con ese casino, ¿está claro?.
—Sí señora— bajó un poco la cabeza en señal de respeto, el cual realmente no sintió por la mujer frente a ella seguía, siendo fiel creyente de que Terano sería mejor Líder que Kirari.
—Te citaré dentro de unas semanas para que me des tu informe, ahora puedes irte.
La ojiverde se levantó y se fue sin esperar a que Sayaka abriera la puerta para dirigirla, sin embargo Kirari sostuvo a su secretaria cuando pretendía ir a cumplir su deber.
—Déjala— dijo restándole importancia a la actitud de Miroslava— no es ninguna sorpresa que les desagrade a mi clan, ya lo sabes.
Sayaka solo asintió en silencio.
El dia en que Miroslava fue al casino, a Itsuki le habia tocado tener que llevarle bebidas a diferentes miembros vip de quienes se suponia que debia aprender, la ojiverde fue al lugar por la tarde despues de salir de la universidad, al entrar en el casino jugó algunos juegos de máquinas simples para fingir ser una más del lugar, luego se dirigió simplemente a la barra desde donde podría tener un mejor panorama del lugar, le pidió una bebida simple al barman que estaba allí.
No pasó mucho tiempo cuando la ojiazul volvió a la barra desde el otro lado de donde se encontraba Miroslava, era una barra ovalada que al medio había un estante de licores por ambos lados y el personal debía moverse al otro lado dando la vuelta para agarrar los licores que no se encontraron del lado en que estaban, esto fue lo que hizo Itsuki, fue cuando le pareció reconocer de espaldas a la ojiverde pero esta no llevaba las dos coletas de la última vez que la vio en la academia, así que no estaba segura, hasta que esta se dio la vuelta para pedir que le rellenaran el vaso que ambas se miraron con sorpresa.
—Honebami— fue todo lo que salió de la ojiazul por la sorpresa.
—Hola Sumeragi— la saludó cortésmente.
—¿Qué haces aquí?— se acercó un poco para conversar con ella dejándole un cargo el pedido a su compañero.
—Es... algo privado, lo siento— se sentó en el taburete— ¿trabajas aquí?— miro a la castaña de arriba abajo mientras dejo el vaso a un lado sin querer tomar más.
—Si, es un tipo de castigo en realidad pero ya me acostumbre a estar aquí.
—¿Castigo?— pensó en su propia situación, así que no se atrevió a hacer más preguntas, dado que revelaría su objetivo para estar allí.
—Si, a mis padres no les agrado que yo no pudiera vender cierta cantidad de los juegos de azar que ellos producen.
—Pense que solo les importaría tus habilidades para apostar, lograste engañarme a mi, una persona del Clan Bami.
—Encontraron que mi forma de apostar era infantil.
—Itsuki— se le acercó a su compañero interrumpiendo la conversación— lo siento— le dijo a Miroslava— necesito ayuda con los clientes, por favor vuelve al trabajo— le dijo a la ojiazul.
—Está bien, lo siento Miroslava— se fue a atender a los clientes de nuevo.
La más alta solo sonrió para sí misma y ella también volvió a lo suyo alejándose de la barra.
Las horas pasaron, la peli plateada salió del lugar dos horas antes de la hora en que se suponía que debía cerrar un casino, fue a su auto y se quedó allí para ver qué pasaba cuando todo cerraba.
Durante esas dos horas pudo ver cómo los guardias tiraban a hombres borrachos fuera del casino, lo que no la sorprendía, pero si le empezó a preocupar cuando algunos de esos borrachos aún rondaban por allí, aun cuando el casino cerró y se suponía que debía salir el personal Vio a Itsuki salir estirándose un poco, cuando un tipo borracho se le acercó, Miroslava espero un momento pero cuando noto que la ojiazul realmente no podía con el borracho, salió del auto y fue directamente a donde estaban, puso una mano en el hombro del tipo, quien se dio la vuelta al sentirla, la peli plateada le dio un puñetazo tumbandolo en el suelo.
—Vete de aquí— le dijo al tipo que se estaba poniendo de pie.
El hombre se toco la nariz para luego mirarse la mano que estaba manchada con sangre.
—Maldita perra— dijo enojado intentando golpearla pero la ojiverde lo golpeó contra la pared agarrándolo del cuello y ejerciendo presión.
Itsuki estaba sorprendida de ver la escena, lo que también le grabó a esa vez que Miroslava también la había golpeado contra la pared agarrandola del cuello cuando la había engañado en el juego del Bien Mayor, haciendo que algo dentro de ella revoloteara.
El hombre se rindió cuando sintió que ya no podía soportar más la asfixia, la peli plateada lo tiró a un lado haciendo que se tropezara.
—Vete— le repitió, el hombre asintió y se fue corriendo de allí.
La más alta se volvió para mirar a la ojiazul.
—¿Estás bien?— le preguntó.
—Sí, gracias por eso, me salvaste.
—No tienes que darme las gracias, ¿te vas sola siempre?.
—No, pero dos días antes me quitaron a mi chofer como castigo por no mostrar un buen desempeño aquí.
—Tengo mi auto aquí, ¿quieres que te lleves a casa?.
—¿Me estaba esperando?— se sorprendió al darse cuenta de que la había visto salir hace dos horas antes del casino.
—No exactamente— miro en otra dirección sabiendo que probablemente así podría interpretarse, ya que estaba allí espiando en realidad.
La castaña solo sonrió al entenderlo como que no era capaz de admitirlo.
-All Right.
—¿Te llevo entonces?— volvió a mirarla.
—Por favor— acepto.
Miroslava la dirigió hasta su auto abriendole la puerta del copiloto, recibiendo un— gracias— de parte de Itsuki, luego cerró, se dio la vuelta para entrar al auto y ponerse en marcha.
—Guíame por favor— le dijo la ojiverde.
Mientras iban de camino la peli plateada no sabía cómo preguntar sobre el chico de la academia así que opto por ser directa.
—¿Qué sucedió al final con el chico que te gustó?— preguntó sin quitar la mirada del camino a pesar de que estaban en un semáforo en rojo.
—Pasó unos meses hasta que me confesé pero me rechazo, solo me vio como una persona joven con potencial pero nada romántico, no esperaba así de mi.
—Lo siento— se regañó mentalmente por sacar un tema triste en un momento como ese.
La luz se puso en verde y pudieron avanzar.
—¿Estás estudiando?— fue el turno de preguntar de la más bajita.
—Si, por la mañana, estoy libre por la tarde, aunque depende del día, a veces debo volver más tarde.
—Dobla aquí— le indico cuando estaban llegando a una esquina— entonces todos los del clan están estudiando, incluyendo a Kirari supongo.
—Si, es necesario que nos desarrollemos académicamente.
—¿No tienes novio?— preguntó con un gran interés.
Pero la pregunta la tomó por sorpresa que detuvo el auto por completo a un lado de la acera más cercana.
—¿Estás bien?— preguntó la ojiazul asustada por esa maniobra riesgosa.
—Estoy bien, es que no esperaba esa pregunta— tiró la cabeza hacia atrás en el asiento.
—Lo siento, como preguntaste por Kaede pensé que quizás tu tenias mas suerte.
—No, no... es algo de lo que me guste hablar, es complicado— suspiro sin poder decir aun el como la había hecho sentir desde la academia y como le fue difícil borrarla de su mente después de eso, realmente le había agradado más allá de querer una amistad con ella, un sentimiento que nunca pensó que podría experimentar.
Luego puso el auto en marcha nuevamente, Itsuki la siguió guiando hasta estar a una cuadra de llegar a su casa, hizo que se detuviera.
—No quiero que vean que alguien me ha venido a dejar, así que caminaré el resto, gracias.
—No tienes que agradecerme.
—¿Me...— desvió la mirada un momento— darías tu numero?.
Miroslava se sorprendió pero intentó no mostrar la emoción que eso le provocó.
—Claro— sacó su móvil y abrió la aplicación dejando un código QR en la pantalla.
La castaña al darse cuenta que no solo le estaba dando su número si no la cuenta de su red social también, haciendo que sonriera, sacó su móvil, abriendo la aplicación para luego prender la cámara y escanear el código.
—Te... hablo mañana, no podré al entrar.
—Está bien, descansa Sumeragi.
—Cuidate— se despidio de ella, bajandose.
La ojiverde no se fue hasta ver que la más bajita entró a su casa, luego se pudo ir tranquila.
Por la mañana el sonido de una notificación despertó a la Miroslava, agarró su móvil y miro la hora, dentro de una hora ya debía prepararse para la universidad, miro la notificación en donde salia la foto de Itsuki junto a un número dos que le señalaba la cantidad de mensajes, así que lo abrió.
"Buenos días"
"Quería pedirte perdón por ocasionar problemas al hacer esa pregunta"
Sonrió negando con la cabeza, luego le respondió.
"Buenos días, no tienes que disculparte, me tomaste desprevenida, así que no es tu culpa Sumeragi"
Se quedó mirando la pantalla hasta que la castaña le respondió.
"Esta bien, por cierto, debes de estar en la universidad, ¿no estoy interrumpiéndote?"
"No, en una hora más debo prepararme para ir a mi primera clase"
"¡¡Estabas durmiendo!! ¡¡lo siento por despertarte!!"
"No te disculpes por eso, la alarma me despertaria 30 minutos antes de la hora, solo te adelantaste los otros 30 minutos"
"Que responsable eres"
"Gracias, ¿estás en tu casa?"
"No, voy de camino al casino"
La ojiverde se sorprendió que fuera tan temprano lo quería decir que estaba todo el día dentro de ese lugar.
"Hoy por la tarde estaré allí otra vez, tengo... algo que hacer, así que te veré de nuevo ¿te parece bien?"
"Claro, te veo allí esta tarde"
"Cuídate durante el turno de la mañana"
"Tu cuídate en la universidad, debo irme, te veo mas tarde, adios"
"Adiós"
Dejó el móvil a un lado mientras se estiraba al levantarse, se quedó un momento pensativa mientras caminaba al baño de que debería hacer al saber que Itsuki trabajaba justamente en el casino que Kirari quería obtener y quitarle a la familia Sumeragi.
Cuando sus clases terminaron, se fue directamente al casino, esta vez solo alcanzo a ver como Itsuki se iba con una bandeja con algunas copas y vasos, sin alcanzar a saludarla, así que mientras la esperaba se dedicó a rondar en los juegos participando en algunos para matar el tiempo, así mismo aprovechaba a analizar cómo eran los crupier.
Al terminar la partida de poker, vio que la castaña había vuelto a la barra, así que se levantó y se fue directamente hasta ella.
—Hola— la saludó sentándose en el taburete.
—No vi que estabas aquí.
—Estaba apostando— apuntó a la mesa de poker en la que estaba antes— ¿quieres que te lleve a casa hoy también?.
—Por favor pero deberías dormir más, cerramos muy tarde y te levantas muy temprano para la universidad.
—No debes preocuparte por eso, soy una Honebami, puedo soportarlo.
—Está bien— sonrió divertida— ¿te sirvo algo?— le pregunto mientras dejaba frente a la ojiverde el vasito que estaba limpiando.
—Lo que recomiende la casa— le sonrió.
—¿Estas probándome?— apoyó las manos en la barra acercándose un poco a la peli plateada.
—Estoy esperando que me sorprendas Sumeragi— apoyó su codo en la barra y su mentón en su mano cerrada mirando fijamente a los ojos de la castaña.
La más bajita se sonrojo un poco por la cercanía así que puso distancia rápidamente dándose la vuelta para elegir algún licor, tomó el vaso de mezcla y allí hizo una de las tantas que le habían enseñado, luego tomó una copa en donde vertió el líquido.
—Aquí tienes— le dejó la copa frente a la ojiverde mientras tomaba el vasito de antes y lo guardaba.
—Gracias— le dijo tomando la copa y dándole una probada— has aprendido bien, esto tiene buen sabor.
—Disfrutalo, debo volver al trabajo, te veo más tarde.
La más alta solo asintió, se terminó la copa y volvió a lo suyo.
Cuando ya era la hora de salida de Itsuki, esta vez Miroslava la esperó a un lado de la puerta por donde salía el personal, así que cuando la castaña salió estirándose, al ver a la peli plateada se asustó un poco.
—¿Por qué te quedas en silencio si me viste salir?— preguntó con una mano en su corazón.
—Te hubieras asustado más— levantó los hombros restándole importancia— vamos.
La ojiazul la siguió hasta el auto, la más alta repitió el mismo proceso del día anterior, así que una vez estaba en el lado del conductor, puso el auto en marcha.
—¿Quieres que te lleve a casa cada vez que venga al casino?, creo que sería mucho más seguro para ti.
—¿Estás preocupada por mi seguridad?— preguntó bromeando.
—Si, no es bueno que te vayas sola con esos perdedores que solo saben emborracharse para superar la perdida de dinero que tuvieron.
—¿Hablas enserio?, lo de ayer fue un mal momento.
—Eres una chica linda, a esos borrachos les interesan ese tipo de chicas.
—Está bien— suspiro.
Luego de esa conversación en las próximas tres semanas Miroslava estuvo conversando con Itsuki en la barra hasta que cada una volvia a lo suyo, luego cuando iban de camino a la casa de la castaña, conversaban sobre ellas o se hacían bromas, que empezaban por la ojiazul para que luego la peli plateada le siguiera el juego, sin embargo a mediados de la cuarta semana cuando ambas se encontraban en el auto de la ojiverde, esta quería confesarle a la castaña sus sentimientos pero no sabía por dónde empezar.
—Me gusta pasar tiempo contigo— dijo Itsuki primero— me gusta que hablemos un rato por nuestros móviles cuando no estamos cerca, luego en el bar y aquí en tu auto— la miro.
La más alta se le quedó las palabras atoradas sin poder soltar alguna respuesta, así que en su lugar apoyó un brazo en el respaldar del asiento donde se encontraba la más bajita, acercándose un poco a ella.
—Itsuki tu...— antes de que pudiera decir como se sentía, la nombrada puso un dedo en sus labios para silenciarla.
La ojiazul se acercó más a ella, ambas se miraban a los ojos o bajaban su mirada a sus labios mientras más se acercaban hasta que cerraron la distancia en un pequeño beso que no duró más de dos segundos, se volvieron a mirar y esta vez la castaña volvió a besarla pero con un poco más de intensidad, el beso duró un momento para cuando se separaron.
Miroslava tiro su propio asiento mas atras al igual que el respaldar mientras Itsuki se pasaba a su lado, sentándose en sus piernas, quedando un poco recostada en el pecho de la más alta mientras volvían a besarse en un beso mucho más profundo, la ojiverde agradecia que las ventanas fueran polarizadas para que nadie pudiera ver lo que estaban haciendo dentro del auto.
Ambas rompieron el beso jadeando un poco mientras se acariciaban las mejillas una a la otra, la peli plateada intentó besarla otra vez pero la ojiazul desviaba su rostro de un lado al otro cada vez que intentaba besarla, sin embargo aún no se alejaba del todo.
—Espera— dijo la castaña levantándose un poco para poner algo de distancia entre sus rostros.
—¿Qué sucede?— pregunto preocupada de que la más bajita pensara que solo se habían dejado llevar y que lo que hicieron está mal.
—No quiero que pienses que esto lo hago para desahogarme por el rechazo de Kaede, realmente hago esto por que... me gustas Mira, creo que no me dolió tanto el rechazo de él porque algo cambió en mi interior aquella vez que me inmovilizaste en la pared.
—No quiero que suene cruel pero...— se acercó para poder susurrarle al oído— me alegro que te rechazara— se alejó un poco para mirarla a los ojos— por que ahora tengo la oportunidad de que mis sentimientos sean correspondidos— le sonrió— me gustas Itsuki.
Ambas se sonrieron y se rieron de que se confesaran después de haberse besado primero, sin embargo al dejar de reírse, se volvieron a besar con más calma.
Al finalizar la sexta semana, Kirari cito a Miroslava nuevamente a su mansión para que le entregara el primer reporte, sin embargo esta solo dijo algunos cosas ya que no mencionó que se estuvo distrayendo con Itsuki a ratos desde el primer dia, por lo que la Líder encontró que su reporte fue precario e insuficiente pero esto no lo menciono, lo mantuvo para ella misma, dejó que la ojiverde se fuera diciendole que la llamaría nuevamente dentro de unas semanas.
—Parece que se ha estado distrayendo de su objetivo— le dijo Kirari a Sayaka.
—Eso es lo que parece, ya que no mantuvo su mirada fija en ti como cuando la citaste para darle ese encargo.
—Necesito que alguien averigüe la razón pero sin que sea demasiado sospechoso.
—Podrías pedirle el favor a Mary, ya que nunca le dará un "no" por respuesta a Ririka— dijo sentándose en el escritorio de Kirari para que ambas pudieran mirarse.
—Mmm— sonrió atrayendo a su secretaria, haciéndo que se sentara en su regazo— me gusta esa idea, gracias cariño— le dio un casto beso en los labios— hablaré con Ririka.
Luego de besarse un rato con su novia, fue a buscar a su hermana mayor.
Al entrar sin avisar en la habitacion de Ririka, vio como Mary la tenia apoyada de frente en la pared con dos de sus dedos en la boca de la gemela mayor mientras que su otra mano la tenía metida debajo de la playera, supuso que le estaba tocando sus senos, dejando ver algo de piel de la cintura de su hermana mientras le besaba el cuello.
Kirari se aclaró la garganta para llamar la atención de ambas, haciendo que las dos dieran un brinco del susto, alejándose una de la otra, Ririka se agacho para alcanzar su máscara y ponersela avergonzada.
—Mierda Kirari— se quejo Mary— ¿no te han enseñado a tocar primero?— le pregunto molesta.
—Si el seguro no está puesto, me están dando todo el derecho de entrar sin permiso.
—¡Es la habitación de tu hermana mayor, deberías tener algo más de respeto por ella!— le gritó.
—Es mi casa también Saotome, no tengo que estar pidiendo permiso, además es mi hermana— puso énfasis en el " mi "— y reitero lo de no poner el seguro, es la décima vez que las encuentro en una posición comprometida.
—Vete a la mierda— le dijo Mary enojada.
—Oh vamos Saotome, no es como si la primera vez que te quedaste con Ririka nos escucharas a Sayaka y a mi, eso fue lo que hizo que mi querida hermana mayor quisiera tener una habitación más lejos de la mía, ¿no es así?— miró a su gemela mayor.
Ririka no supo qué responder ya que Kirari tenía razón y no podía contradecirla.
—Como sea, Riri, necesito hablar contigo, sigueme por favor.
—Está bien— dijo, luego miró a Mary— ocupa mi escritorio, ya vuelvo para ayudarte.
Siguió a su hermana menor después de ordenar un poco más su ropa antes de salir de la habitación, ambas se dirigieron al estudio de Kirari.
—¿No se suponía que ibas ayudarla a estudiar algo?, ¿fue mentira?— pregunto acusatoriamente mientras se sentaba en su silla.
—No, de verdad voy ayudarla a estudiar es solo que...— se sentó sin saber con qué excusarse de cómo las habían visto.
—No te llame aquí para eso— se rindió con el tema— necesito que convenzas a Mary para investigar algo.
—¿Por qué debo hacerlo yo?, puedes pedirselo a ella.
—Ya le he pedido favores antes, recibo siempre la misma respuesta negativa, pero a ti nunca te rechaza nada.
—Está bien— suspiro— ¿que necesitas que investigue?.
—Este lugar— le mostró la dirección con las fotos del casino— mande a Miroslava pero se ha estado distrayendo, necesito que Mary averigüe la razón de su distracción.
—¿Miroslava?, esa no es su especialidad, ¿por qué la escogiste a ella?.
—No cuestiones las decisiones de tu Líder hermana— le dijo como advertencia y como una broma al mismo tiempo.
—Está bien, hablaré con Mary— se puso de pie— me retiro.
Se fue de vuelta a su habitación, al entrar cerró con seguro para evitar interrupciones más tarde, se acercó a su novia que estaba con unos libros abiertos mientras jugueteaba con el bolígrafo al mirar cada libro abierto.
—Mary— le dijo poniendo una mano en su hombro.
La nombrada se giró en la silla dejando que Ririka se sentará en su regazo, quien se quitó la máscara dejándola en el escritorio al lado de los libros.
—¿Qué quería?.
—Necesito pedirte un favor— tomó el rostro de la rubia entre sus manos dándole un casto beso en los labios.
—¿Qué necesitas?— la abrazo por la cintura.
—Que investigues algo— trato de besarla pero Mary puso una mano entre sus labios.
—Kirari te pidió que me lo dijeras, ¿verdad?, no voy hacerle favores a ella.
—Por favor, tienes que llevarte bien con ella, es mi hermana después de todo.
—No lo haré.
La peli plateada rodó los ojos mientras suspiraba.
—Si me haces este favor— dijo mientras se quitaba la playera sorprendiendo a la rubia— me tendrás como recompensa por toda una semana solo para ti.
—¿Desde cuándo eres tan descarada?— paso saliva al verla comportarse así.
—Tu me pediste que tuviera más confianza, no te retractes de tus palabras.
Mary sonrió y la acercó más a ella haciendo que Ririka posara sus manos en los hombros de la rubia.
—Espero que cumplas con la recompensa— dijo para luego besarla.
Luego de eso la peli plateada le explico que es lo que tenía que investigar y aunque a Mary no le gustó la idea de tener que espiar a otra persona Ririka le recordó cuál sería su recompensa por cumplir el favor, terminando por convencer a la rubia.
Al proximo dia Mary fue con su moto por la noche unos cinco minutos antes del cierre, se estaciono lejos para poder mirar sin ser descubierta por Miroslava o por alguna otra persona que saliera del casino.
Se acercó a un auto para ocuparlo como escondite e ir acercándose un poco para ver mejor, vio a la ojiverde apoyada al lado de una puerta del casino luegos de unos minutos quien salió por la puerta fue la castaña sorprendiendo a la rubia de verla con un uniforme de barista, luego vio como se acercaba a la más alta y compartían un beso, pudo entender la relación que tenían, lo que le pareció suficiente motivo para que estuviera distraída, espero a que se fueran en el auto para poder ir a su moto y volver a la mansión de las Momobamis.
Una vez llegó, se estaciono en la puerta trasera de la mansión, dejó la moto allí, luego retrocedió para tener una distancia necesaria, luego corrió trepando el muro al impulsarse con los pies y alcanzar la parte de arriba del muro donde se sujeto e hizo fuerza hasta subir, luego saltó al otro lado, aterrizó amortiguando la caída con los pies en punta para luego rodar debido al impulso, busco la habitacion de Ririka para luego trepar hasta la ventana, miro dentro viendo que su novia estaba con unos auriculares mientras leía unos informes, así que no tuvo más opción que abrir por su cuenta la ventana y entrar, debido a que la peli plateada no la escucho, Mary aprovechó eso para ir hasta la puerta para ponerle el seguro, luego se acercó a Ririka abrazándola por detrás haciendo que esta se asustara, se quitó los auriculares cuando la rubia la soltó.
—¿Pero cómo...?— guardó silencio al mirar a la ventana— entraste por allí, ¿estás evitando a Kirari?.
—Si— respondió sentándose en la cama.
—Pensé que irías a tu casa después de investigar.
—Eso iba hacer pero... no puedes decirle a Kirari lo que te diré con el favor que me pediste.
Ririka se levantó de la silla para sentarse a un lado de Mary al verla afligida.
—¿Qué pasó?— preguntó preocupada tomándole las manos.
—¿Recuerda a Itsuki Sumeragi?.
—¿Esa chica que era como tu amiga y también de Yumeko?.
—Si, ella misma.
La peli plateada le pareció extraño que la nombrara.
—¿Tiene algo que ver con Miroslava?.
—Si, creo que ellas son novias, no, no es que lo crea, es lo que vi, ellas se besaron, Itsuki trabaja en ese casino, no puedes decirle esto a Kirari.
—¿Por qué no?.
—Itsuki desde el rechazo de Kaede no se ve feliz, si Miroslava es capaz de darle esa felicidad, no aceptaré que alguien se interponga, es como si dejara que Kirari tome decisiones en nuestra relación, no puedo hacerle eso a ella, no puedo permitir que Kirari acabe con esa relación.
—Ya le dije a Kirari que aceptaste hacer el favor, ¿que se supone que le diga ahora?.
—Tienes que mentir, miente por mí, dile que no pude ver nada aun, no lo sé, pero ella no puede enterarse.
—Mary me estas pidiendo algo difícil, sabes que Kirari sabe cuando miento.
—Eres inteligente amor— le dio un pequeño beso en los labios— debes creerte tu misma la mentira primero— volvió a besarla— asi podras mentir fácilmente, ya fuiste capaz de ofrecerte a mi ayer, puedes mentir por mi.
—Juegas sucio— la acercó besándola y se recostó sin romper el beso haciendo que Mary quedara encima de ella.
Miroslava seguía yendo al casino con su objetivo totalmente desviado en ver a Itsuki en el trabajo, ambas se hacían bromas como una forma de coquetear disimuladamente, luego cuando Itsuki salía se besaban un rato en el auto de la ojiverde, pero aquella noche la más alta rompió el beso cuando tenía a la castaña encima de ella.
—Quería preguntarte algo hace unos días pero no quiero que se mal entienda.
—Dime, no creo que sea algo que se pueda malentender Mira.
—Creo que sí pero está bien, ¿quieres venir a mi departamento?, son los departamentos de la universidad.
—Estoy todos los días en el casino, mis padres no me van a permitir un día sin llegar a casa.
—Usa nuestra relación, soy una Honebami, una familia perteneciente a un clan influente, son ambiciosos, cederan a nuestra relación por beneficio.
Itsuki sonrió conmovida de que su novia quisiera usarse a sí misma para ayudarla.
—No es justo que seas tan considerada conmigo— le susurro tomando su rostro entre sus manos— no quiero usarte como un beneficio Mira— la beso un momento para luego alejarse— no quiero que piensen que estoy contigo por el beneficio que nos puede dar tu familia, quiero amarte sin las ataduras de nuestros apellidos.
—Ven conmigo esta noche, mañana yo te respaldare, será una excusa para que tu familia me conozca.
—No tienes que hacerlo— se sentó en su lado del asiento suspirando.
La peli plateada volvió a dejar su asiento derecho con la intención de poner el auto en marcha.
—Te dejaré en tu casa— dijo al sentir que su invitación fue rechazada y que Itsuki no quería revelar su relación a nadie.
—Lo siento— dijo la castaña mirando por su lado de la ventana.
Miroslava no respondió y solo condujo hasta la casa de la ojiazul, deteniendo el auto a una cuadra de su casa como siempre, se quedó sin mirar a Itsuki quien solo abrió la puerta del auto sin salir aún.
—Mira— la llamó.
La ojiverde la miró en silencio, la castaña se acercó y le dio un beso.
—No te rechace, solo quiero hacer las cosas bien— le dijo acariciándole las mejillas con sus manos.
—Estamos bien— le sonrió para calmarla.
Itsuki asintió— te veo mañana— le dijo antes de bajarse.
Cuando la peli plateada llegó a su departamento, se tiró en su cama sintiendo una frustración por primera vez en su vida, si bien su especialidad era la limpieza del Clan, nunca su trabajo la había hecho sentir frustración ya que nunca fallaba, pero era su primera vez en una relación romántica y no sabía qué hacer con sus sentimientos que se estaban desbordando, además de tener que ocultarle a Itsuki su objetivo en el casino y ocultarle a Kirari cierta información para proteger el trabajo de su novia.
—Estoy confundida— se dijo a sí misma— ¿qué haré ahora?— hasta que se le pasó por la mente la familia Totobami, que se encargaba de solucionar ciertas disputas en el Clan— Terano— recordó y busco su contacto en su móvil.
Pero antes de escribirle decidió buscarla al día siguiente dado que era muy tarde para mandarle un mensaje.
Por la mañana al despertar busco el nombre de Terano, luego le escribió para poder verse en la casa de la pelinegra ya que pretendía saltarse la última clase de la tarde, la Totobami estuvo de acuerdo.
Así que por la tarde se dirigió a la casa de Terano, la recibió Yumi que fue la que la dirigió a la terraza donde la pelinegra siempre solía recibir a los invitados para conversar, Miroslava se sentó frente a Terano después de saludarla, quien estaba tomando una taza de té.
—¿Sobre qué quieres hablar?, ya que parecía algo urgente si te ibas a saltar tu última clase.
La pelinegra al notar la incomodidad de la ojiverde, entendió que era algo privado.
—Yumi, querida, ¿puedes dejarnos a solas?, ya sabes que hacer.
—Si, de inmediato— respondió la rubia al dejarlas solas y apartar a todo el personal de aquel lado, al igual que ella no volvió para poder evitar interrumpir.
—¿Y bien?— insistió la pelinegra.
—No quiero provocar conflicto con Kirari pero ella me ordenó investigar un casino que quiere obtener bajo su apellidos.
—¿Y cual es el problema?— pregunto confundida.
—Ese casino pertenece a la familia Sumeragi.
—Sumeragi— trato de recordar dónde había escuchado ese apellido— ¿la familia de esa chica que te engañó en el juego del Bien Mayor?.
—Si, Itsuki Sumeragi.
—Pero ¿qué tiene que ver eso con tu problema y el casino?.
—Itsuki es mi novia desde hace poco tiempo, ella trabaja en ese casino pero no sabe cual es mi objetivo para ir cada día allí.
Terano casi se atraganta con el té al oír que Miroslava decía en voz alta tener una relación romántica pero lo disimuló aclarándose la garganta con demasiada formalidad.
—Ella es la amiga de Yumeko y si no me equivoco también es la amiga de la novia de Ririka, si no le dices pronto la verdad, una de ellas lo hará, Saotome debe de saber todo lo que planean las Momobamis en boca de Ririka, ya que Kirari va a compartir la información necesariamente con su hermana.
—No puedo decirle tan pronto, además no le he dado suficiente información a Kirari sobre las fallas que hay allí, que estoy segura, le daría la excusa necesaria para apoderarse del casino.
—Entiendo que llevas poco tiempo en tu relación con Sumeragi pero debes decirle, le dolerá más enterarse por terceras personas, la confianza se va a quebrantar de peor forma en lugar de que se lo digas directamente, ya que tienen la posibilidad de conversar tranquilamente.
—¿Y qué debo hacer con lo del casino?.
—Esa decisión deben tomarla ustedes, si usar la relación para salvar su trabajo o dejar que Kirari tome el casino cuando le tengas que dar otro reporte.
—Hablaré con ella de esto.
—Es la primera vez que alguien del Clan muestra tanta indecisión como Ririka, pero tu a diferencia de ella, es que eres más peligrosa si te fastidian.
—Esto no tiene nada que ver con la especialidad de mi familia.
—No, pero el apellido Honebami es lo que te protege de que no te limpien.
—Por qué debo mostrar fortaleza como la hija representante de la familia, por eso estoy viviendo sola en la universidad.
—Entonces usa tus habilidades para evitar que esto se salga de control.
Miroslava asintió para luego ponerse de pie y dar una leve reverencia a Terano antes de irse.
Más tarde se dirigió al casino pero al entrar, no vio a Itsuki, esperó unos minutos pero ella no se apareció, así que se acercó a la barra para preguntarle al compañero de la castaña.
—Hola— lo saludo.
—Ah, tu eres la amiga de Itsuki, ¿que necesitas?.
—¿Itsuki está aquí?.
—No, ella hoy no vino a trabajar, me mandó un mensaje diciendo que se sentía mal y que fue a ver a su amiga Yumeko.
La ojiverde sintió como su corazón se aceleraba del miedo y salió corriendo de allí sin despedirse, fue a su auto, sacó su móvil llamando a su novia, dejó puesto el altavoz mientras ponía el auto en marcha.
—Mira— escucho la voz cansada de la castaña.
—¿Dónde estás?, ¿qué pasó?.
—Estoy en la universidad de mi amiga, pero... necesito verte— admitió con la voz a punto de romperse— te mando la dirección— dijo antes de cortar.
Al ver la dirección puso el gps en la pantalla del auto que hizo salir al presionar un botón, luego solo condujo hasta el lugar, estaciono el auto y salió a buscar a Itsuki pero Yumeko se interpuso antes de que se acercara del todo a la castaña que estaba con Mary.
—Ella está vulnerable, así que no la lastimes— dijo con una mirada sombría.
—No debes decirmelo, Jabami— la pasó de largo.
Se arrodillo frente a la ojiazul que estaba sentada al lado de la rubia, está al verla la abrazó de inmediato.
—Nosotras no hemos podido consolarla— admitió Mary— así que espero que tu puedas hacerlo pero elige bien tus palabras.
Miroslava sabía que ambas amigas de su novia le estaban dando una advertencia porque sabían de la situación en la que estaba.
—Vamos al auto— le dijo a Itsuki, quien solo se dejó guiar por la ojiverde.
Una vez en el auto, la peli plateada puso el auto en marcha a su departamento, la castaña se mantuvo en silencio durante todo el camino, al llegar, ambas entraron en silencio.
—Ven— le tomó de la mano para hacer que se sentara en el pequeño sofá, fue a buscar un vaso con agua, el cual se lo dio— ¿que paso?.
—Anoche discutí con mis padres, les dije que quería hacer algo más que solo ir al casino todos los días y durante todo el día, solo me menospreciaron por no poder hacer unas tontas ventas en la academia.
—No van a ceder al castigo.
—También les dije que estoy en una relación, me preguntaron quien era y solo les dije que era una mujer, se enojaron más, no porque se tratara de una mujer, si no por que pensaron que era una simple empleada y me menospreciaron de nuevo, así que me enoje, me encerré en mi cuarto toda la noche, por la mañana me escape.
—¿Por qué no me llamaste?.
—Tienes universidad por la mañana, no quería interrumpirte.
—Hubiera faltado por ti.
—Y por eso no quería llamarte.
Miroslava espero que su novia se tomará el agua, luego dejó el vaso en la mesita de centro, la peli plateada la tomó en brazos como una princesa y la llevó a la cama donde se recostó con ella abrazándola, la castaña se sorprendió pero se aferró a ella.
—Tengo que contarte algo, no quería ocultarlo más tiempo, así que busqué consejo, me ayudó a despejar mi mente, así que ahora quiero confesarlo.
La ojiazul la miró a los ojos notando la duda en su expresión.
—Dime, ¿que es?.
—La Líder de mi clan me mando al casino de tu familiar para espiar y dar un reporte de cuales son los problemas que tiene para así ella pueda tener algo con lo que dominar y tomar el casino bajo su apellido.
Itsuki suspiro y apoyó su cabeza en el pecho de la ojiverde.
—¿Cuánto de lo que has visto ya le has dicho a Kirari?.
—No mucho, oculte mucha información.
—Tendremos que usar nuestra relación para salvar el casino.
Miroslava se sorprendió de que no reaccionara con enojo, esperaba que le gritara y se enojara por ocultarlo desde el principio.
—¿No estás enojada?.
—No, creo que te mando a ti como un castigo por perder contra mi, no veo otra razón para que te mandara al casino de mi familiar, se que no te acercaste a mi con la intención de manipularme, estabas tan sorprendida como yo cuando nos encontramos— levantó la mirada y acarició la mejilla de la más alta.
—Perdón por ocultarlo.
—Eso ya no importa— pasó su pulgar por los labios de la peli plateada para luego acercarse y besarla.
Miroslava correspondió acercandola aún más al punto de sus cuerpos estar pegados una a la otra, pero rompieron el beso cuando la castaña dejó que su curiosidad interrumpiera el momento.
—¿Por qué sigues usando los guantes si estamos en tu departamento?.
La ojiverde bajo la mirada a sus manos enguantadas.
—Yo no puedo estar sin esto, quería dejar esta conversación para más adelante pero creo que es mejor aclararlo ahora.
Itsuki tomó sus manos enguantadas tocando la poca piel expuesta que dejaba los guantes.
—¿Es por tu especialidad?.
—Un poco, pero es por que... así puedo tocar las cosas sin que me genere un problema.
—¿Tienes miedo a la suciedad?— pregunto sorprendida.
—No creo que pueda complacerte si llegara el momento, lo siento.
La castaña sonrió al ver la expresión de vulnerabilidad que estaba mostrando la más alta debido al tema.
—Soy asexual, no debes preocuparte por eso— entrelazo sus manos mientras le sonreia.
La peli plateada la miro sorprendida por la confesión lo que provocó que la castaña soltara una risita al verla así.
—Eres adorable a veces— dijo abrazándola— a pesar de como eres siempre.
—Lo dice la que debería estar vulnerable y que yo debería de consolar.
—Ya lo hiciste— le sonrió divertida.
Ambas se sonrieron para luego reírse por lo ridículas que estaban siendo, terminando por besarse mientras aún soltaban risitas entre beso.
Aquella noche la castaña no volvió a su casa y Miroslava solo se dedicó a mimarla.
Por la mañana le dijo que la esperara hasta que volviera para ir a dejarla.
Cuando la peli plateada se fue, Itsuki se recostó feliz de estar en el departamento de su novia, se abrazó a la almohada en donde la ojiverde estaba durmiendo antes.
Durante los cambios de clases, Miroslava intercambiaba mensajes con la castaña mientras intentaba ocultar la sonrisa que tenía al saber que la esperaba en el departamento.
A la hora del almuerzo recordó que no tenía nada en las alacenas para que la ojiazul pudiera comer, así que le escribió.
"Lo siento, olvide decirte que no tengo nada para que puedas cocinarte en el departamento"
"No te preocupes, logre encontrar un postre que tenias en el frigorífico"
"Eso..., me alegro que al menos pudieras comer, cuando vuelva llevaré comida, no suelo cocinar mucho por la falta de tiempo, así que siempre llevo comida preparada"
"Esta bien, lo entiendo, aun que tu departamento esta muy vacio, ni siquiera tienes una televisión y tu laptop esta descargado"
"¿Has estado investigando el departamento?"
"Estoy aburrida sin ti aquí"
"Pronto volveré, tres clases mas y estare disponible para ti"
"Ocupare tu laptop, ¿donde tienes el cargador?"
"En el pequeño sofá de cuero, se puede abrir si levantas la parte de arriba"
Noto que solo leyó el mensaje pero no respondió, así que solo espero mientras comía.
"Lo encontré, ¿lo tienes con alguna contraseña?"
Le mando la contraseña sin pensarlo dos veces.
"Woow, pense que seria mas dificil debido a como eres"
"No lo pense mucho por que es una laptop exclusivo para las tareas de la universidad"
"Eso quiere decir que tienes otro más personal, ¿que tienes allí?"
"Cosas del Clan, no seas muy curiosa, debo irme, diviértete con mi laptop"
Sonrió divertida de dejarla con curiosidad, terminó de comer y se fue a su siguiente clase.
Por la tarde pasó a comprar comida en un restaurante para luego ir al departamento al fin.
Al llegar, vio a Itsuki dormida con la laptop prendida en la mesita de centro, dejó las bolsas con comida en la mesa, luego se acercó a la laptop y pudo ver que estuvo viendo una película, que ya había terminado de reproducirse, así que apago la laptop, se acercó a su novia y le dio un beso en la mejilla.
—Despierta ya— le susurro al oído— debemos comer antes de ir a conocer a tus padres— la movió un poco del hombro.
—Mira— se quejó sin querer abrir los ojos.
—Vamos— trato de levantarla pero la castaña la abrazo atrayéndola para robarle un beso en los labios.
—Eso está mejor— le sonrió ya con los ojos abiertos.
Soltó a la peli plateada para levantarse y luego estirarse un poco, ambas fueron a la mesa a sentarse a comer, luego de eso se dirigieron a la casa de Itsuki, esta vez Miroslava estaciono el auto justo al frente de la casa, ambas se bajaron y caminaron juntas, al acercarse, el portón se abrió de inmediato ya que estaban esperando a la castaña, una vez entraron y se acercaron a la puerta de la casa, el padre de Itsuki salió acompañado de la madre, tambien salio su hermano mayor y su primo que estaba de visita.
—Al fin llegas— le dijo el señor Sumeragi enojado.
La castaña ignoró la hostilidad.
—Les quiero presentar a mi novia— miro a la ojiverde que estaba de pie a un lado de ella.
—Mi nombre es Miroslava Honebami— se auto presentó.
—¿Una bami?, ja— se burló la señora Sumeragi
—Eso es imposible— rodó los ojos el señor Sumeragi— ella no tiene las capacidades para eso.
—¿Qué te ofreció?, ¿su cuerpo si fingías ser su novia? o mejor aún, ¿ser tu esclava?— se burló el primo.
—¿Ella siendo novia de una Bami?, es ridículo— dijo su hermano mayor.
Miroslava se enfadó por ello, así que pasó su brazo derecho por la cintura de su novia para acercarla y con su mano izquierda hizo que la mirara para besarla, sorprendiendo a los familiares de Itsuki, se quedó besándola por un rato, al menos lo suficiente para que los demás presentes se sintieran incómodos, al separarse, la castaña se sonrojo y oculto su rostro en el pecho de la más alta, quien la abrazo con cariño, dirigiendole una mirada asesina a la familia Sumeragi.
—Realmente soy su novia, no la hubiera besado aun que me ofreciera su cuerpo o ser mi esclava, yo a ella la amo, además la Líder de mi clan quiere apoderarse del casino de vuestro familiar, puedo hacer que lo obtenga sin problemas, lo hubiera hecho si así yo lo quisiera pero ella— miró a la ojiazul aun en sus brazos— quiere salvar ese casino, asi que sere misericordiosa con gente como ustedes y les dare la oportunidad de hacer una asociacion con mi Líder si aun quieren conservar ese casino , pueden pensarlo por hoy, pero mañana quiero una respuesta.
El señor Sumeragi trago fuerte por el miedo que les transmitió la mirada feroz que tenía Miroslava.
—Vámonos cariño, no mereces pasar la noche con esta gente— le susurró a Itsuki quien la miró con una sonrisa.
La ojiverde tomó su mano y caminó hacia el portón para irse.
—¿A dónde la llevas?— preguntó la señora Sumeragi.
—Lejos de ustedes por esta noche, no la dejaré aquí para que la sigan menospreciando— respondió enojada, transmitiendo con su voz toda la hostilidad posible para intimidarlos.
Una vez ambos estaban en el auto, la castaña estalló en risas confundiendo a la más alta.
—¿Por qué estás riendo?.
—Actuaste como toda una Bami allí, ¿intentabas impresionarme?.
—No, te estaba protegiendo, no dejaré que nadie te haga llorar otra vez porque te amo.
Itsuki no se esperaba esas palabras después de lo que vio pero luego solo pudo sonreír.
—Yo también te amo.
Al día siguiente por la tarde la castaña le mostró a la ojiverde el mensaje que su padre le había mandado aceptando la oferta de tener una asociación con el Clan Bami, así que Miroslava llevó a su novia con ella a la mansión de Kirari, a quien le avisó que iría allí para hablar con respecto al informe del casino.
Así que una vez llegaron, Sayaka se sorprendió de ver a Itsuki junto con la Honebami, pero no dijo nada y solo las guió hasta Kirari.
—Itsuki Sumeragi, no esperaba verte, no como compañía de Miroslava.
—Está aquí como representante de los Sumeragi, además es mi novia.
Kirari no mostró sorpresa por ello, ya que pudo asumirlo cuando Ririka le mintió en nombre de Mary, no era de extrañar que la única persona de los Sumeragi que conocía a Saotome era Itsuki, por lo que la ocultaria sin pensarlo, lo que le sorprende es que no pudo leer la mentira en el rostro de su gemela.
—¿Qué es lo que quieres?— le pregunto a Itsuki.
—Que mi familia conserve su casino.
Kirari miró a la ojiverde un momento, era predecible que le contaría al volverse novias.
—¿Qué recibo a cambio?.
—La idea es que tengamos una asociación, así recibiremos la mitad de las ganancias que se producirán en el casino— explicó Miroslava
—Seré dueña del sesenta y cinco por ciento del casino recibiendo esa parte de las ganancias también y puede que acepte una asociación.
—Quieres tener más de la mitad, eso no es justo— dijo Itsuki.
—Las apuestas tampoco son justas, así son los negocios, ¿quieres conservar el casino?, dame el sesenta y cinco por ciento del casino más las ganancias que serán divididas del mismo modo.
—Kirari, que mi relación con ella sea un medio para que no corras riesgos con la asociación, mientras Itsuki esté a mi lado, no será permitida ninguna traición por parte de los Sumeragi.
—Dejaré que Mira se ocupe de quien quiera traicionar la asociación, como mi novia le daré el derecho de hacerlo en mi nombre.
—Entonces, ¿aceptas darme el porcentaje que estoy pidiendo del casino y las ganancias?.
—Si, no pelearé contigo, hablaré con mis familiares para que acepten lo acordado y vengan a hablar contigo todo lo demás.
—Muy bien, ambas pueden retirarse.
Luego de eso fueron nuevamente a la casa de Itsuki para anunciarles la opción que hablaron con Kirari, no tuvieron más que aceptar y al día siguiente fueron a firmar el contrato de asociación, Miroslava obligó a los padres de su novia que le permitieran volver a estudiar y no volver a trabajar en el casino, ya que Kirari metió gente de su lado a trabajar en el casino, obligando a despedir a más de la mitad del personal para ser eliminados por su gente.
Luego de unos meses, Miroslava se cambió a un departamento propio e invitó a Itsuki a vivir con ella para que no tuviera que seguir viviendo con sus padres y pudiera independizarse de ellos, así pasar también más tiempo juntas, disfrutando de ya no tener secretos entre ellas y poder compartir como pareja cada dia.