Actions

Work Header

¿Por qué te manda estos mensajes?

Summary:

Un pequeño imprevisto con un paciente, House y Wilson se ven obligados a compartir auto.
Ah, y también, Wilson está discutiendo con Julie en el fondo.

Notes:

TW por ligera bifobia. No es mucho pero me parece correcto advertirlo.

Feliz pride gente, incluso si no saben qué son o no quieren decirlo, sepan que no están solxs.

(See the end of the work for more notes.)

Work Text:

El modelo Kübler-Ross explica que durante el duelo las personas pasan por cinco etapas: negación; ira; negociación; depresión; aceptación. Muchas personas creen que esta lista y orden son hechos y se sorprenderían de saber que no es así.

A veces, la gente acepta la pérdida de inmediato.

Y a veces... A veces pasan primero por la ira, descargándola con un martillo en el auto del doctor que atendió a su familiar terminal.

Ahora, lo que sorprende a House es que esto no le haya pasado a sí mismo, sino a su mejor amigo. Al mismísimo al que le paga diez dólares cada vez que uno de sus pacientes le agradece por decirle que va a morir.

Wilson estaba devastado, no sólo por los daños a su auto, sino también porque la aseguradora no cubriría los gastos de la reparación.

—Tendrás que recogerme para venir a trabajar —dijo después de que "lloriqueara" (según House) por casi una hora.
—¿Estás loco? ¿A la hora que entras? No hay manera de que haga eso, tómate un taxi o el transporte público.
—Con lo que tengo que pagar en reparaciones no podría darme ese lujo, creo que incluso deberás comprar tu propio almuerzo por un tiempo.

Y ahora el que lloriqueaba era House.

El resto del día, sus interacciones fueron más que nada discusiones sobre si House lo ayudaría o no. Terminaron acordando que House intentaría llegar a un horario aceptable y Wilson le llevaría un almuerzo hecho en casa.

Podrías decir que House llegó a tiempo, teniendo en cuenta que usualmente se despierta dos horas más tarde y sólo llegó con veinte minutos de demora. Fue una sorpresa no encontrar a Wilson afuera dando vueltas como un erizo en celo. Pensó en tocar la bocina para molestar a todos en el vecindario, pero pensó un poco más y decidió mandarle un simple mensaje de texto. "Cariño, estoy afuera esperándote <3". No era raro que bromearan sobre ser una pareja, y aunque muchos creían que estaban juntos, realmente no les importaba lo que dirían de ellos.

Como sea, comenzó a preocuparse cuando después de varios minutos su amigo no salió, así que se aventuró a buscarlo. Iba a tocar la puerta, pero se detuvo al escuchar lo que parecía una discusión. No podía distinguir palabras, pero podía sentir toda la ira en sus tonos. House esperaba poder burlarse de Wilson con esto, pero no tuvo en cuenta lo que seguiría a continuación, cuando su amigo salió enfadado, sin prestarle atención a nada más que a la persona que estaba adentro de la casa, gritando lo que parecía que sería la última palabra.

—¡Bien! ¡Haz lo que quieras! ¡Si quieres creer que le voy a hacer una mamada a House de camino al trabajo, CRÉELO Y DÉJAME EN PAZ!

Azotó la puerta con fuerza y se dio la vuelta. Con la expresión y los tonos de rojo que llegó a mostrar en su cara, House se sorprendió de que no se hubiera orinado encima.

En silencio, ambos caminaron hasta el auto. Tampoco se habló una palabra hasta casi la mitad del viaje, cuando Wilson suspiró y comentó —Creo que Julie va a pedirme el divorcio— tan tranquilo como si estuviera hablando del clima.

Increíblemente, House no sabía qué contestar, así que no lo hizo, sólo dejó que su amigo continuara.

—Hace semanas que venimos discutiendo, todo porque le dije que-

¡Mierda! Se interrumpió demasiado tarde, ahora había captado la atención de su amigo.

—¿Qué le dijiste?

Pánico, todo su ser estaba en pánico, ya no había vuelta atrás, era decírselo ahora o decírselo en medio de un episodio de irritación por la insistencia que sabía que pondría. Wilson no tuvo más remedio que respirar hondo y confesar la verdad.

—Le dije que pensaba... que quizás era... bisexual...

Un latido de silencio, Wilson sentía que quería llorar, no era fácil compartir esto, y menos con su mejor amigo.

—Entonces... —dijo House— ¿Ella creía que la engañabas conmigo?
—Al principio sólo pensaba que le era infiel porque, ya sabes lo que dicen de las personas bisexuales —House levantó la ceja con curiosidad—, ya sabes... Que son... Promiscuas...
—Bueno —habla finalmente House—, eso me ofende bastante.

Wilson apenas había registrado lo que House le dijo.

—Espera un segundo... ¿Tú-
—¡Ah, vamos, Wilson! —comentó divertido y rodando los ojos (aunque por dentro estaba un tanto asustado por la confesión)— Es bastante obvio.

Wilson se miraba a los pies ahora, tratando de ocultar su sonrojo. Luego, se aclaró la garganta y siguió.

—Bueno, ella seguía diciendo estos comentarios sobre cómo ya no estaba tanto tiempo con ella, o que estaba raro... Anoche se enojó porque te hice el almuerzo y a ella nunca le había hecho uno, pero ella siempre encuentra cada pequeña cosa que le desagrada cuando cocino y-

Ahora suspira.

»La cosa es que anoche ya estaba enojada conmigo, y hoy se molestó porque parecía impaciente de irme. ¡Cómo no iba a estar impaciente si mí medio de transporte estaba media hora tarde! —dijo mientras le lanzaba una mirada acusatoria a House, quién sólo se encogió de hombros—. Pero ella creyó que estaba esperando a irme para no estar con ella.

»Entonces, llega un mensaje a mí teléfono, me apuro a verlo, ella cree que es un mensaje de "mí amante", así que imagínate cómo reaccionó cuando leyó ese mensaje tuyo. Empezó a decirme "¡¿Por qué te manda mensajes así?! ¡¿Acaso me estás engañando con él?!" y... Bueno, el resto ya lo viste.

Ya llegaban al hospital, salieron del auto en silencio y continuaron así hasta llegar al ascensor.

—¿Por qué te ofendería que te llamen promiscuo? Si tú mismo andas presumiendolo.
—Porque no todos los bisexuales son así, y mira en qué posición te dejó ese cliché—. Cuando estaban a punto de llegar a su piso, murmuró algo bajo que esperaba que el sonido del timbre ocultara—: Me alegra que lo hayas descubierto.

Wilson no lo oyó ni sintió una inimaginable calidez en su corazón. Nop.

—Bueno, ya que establecimos lo muy zorra que soy ¿La mamada sigue en pie? —decía House mientras acompañaba a Wilson a la puerta de su oficina, quién ahora estaba todo rojo por la vergüenza. Hacer sonrojar a Wilson era hermoso, casi podría volverse adicto a esto también.
—Ve a trabajar, bien podrías asustar de muerte a tus niños si te ven llegando a esta hora —contestó Wilson, mientras luchaba por no taparse la cara de la vergüenza.
—Oye, no es mala idea, podrías prestarme tu bata incluso.

Luego de eso, se despidieron y no volvieron a verse hasta el almuerzo, donde House le dijo que su comida era una mierda. Wilson sabía que era su forma gruñona de halagarlo, así que no hizo nada más que sonreír. Porque eso era lo que House hacía y provocaba en Wilson, quien quería decirle que llegó a esa conclusión sobre su sexualidad una tarde en la que se perdió entre pensamientos sobre su mejor amigo siendo el bastardo gruñón que era, y se había dado cuenta de que entre realidad su cariño no era exactamente platónico.

Pero ya llegaría a contarle sobre eso, un paso a la vez.

Notes:

Eventuamente habrá mamada, supongo, pero yo no sé escribir esas cosas (llora en asexual).
¡Gracias por leer! ¡Espero que te haya gustado!

Series this work belongs to: