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Enfrentamientos

Chapter 2

Notes:

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Chapter Text

Clavó la mirada en la figura de lady Lysa Tully que reía ligeramente junto a un chico que si su memoria no fallaba se trataba de Petyr Baelish un buen amigo de ambas hermanas Tully y pupilo de su padre, durante los dos días que llevaba en Riverlands se percató de la extraña situación que envolvía aquella amistad, era cierto que había conseguido la confianza de Catelyn, pero no se comparaba con lo que ella formó con los otros dos niños a quienes prácticamente vio crecer.

Frunció el ceño al notar como la chica se inclinó de forma impropia hacia el contrario, el acto no era correcto proveniente de una mujer y mucho menos de alguien de la edad de lady Lysa. Supo que era momento de hacerse notar para evitar cualquier acción inadecuada, salió de entre los jardines sorprendiendo a Lysa Tully, el niño de inmediato se inclinó en un gesto respetuoso al notar su presencia, a pesar de su corta edad era alguien que poseía modales impecables.

—Lady Stark —este saludó de forma calmada.

—Lord Baelish —asintió ante las palabras para girarse en dirección de lady Lysa que había palidecido ligeramente—. Su señor padre me envió a buscar por usted lady Tully.

—Muchas gracias —esta dijo marchándose sin despedirse de su amigo o ella.

Desde su primer encuentro pudo apreciar la timidez que la inundaba y el complejo de inferioridad que poseía hacia Catelyn, intentó conversar de esto con alguien pero todos parecían desviar la conversación o restarle importancia al asunto, ahora más que nunca sabía que debía insistir un poco más en el tema antes de que lady Lysa se avergonzara de alguna forma imposible de borrar.

—Lady Stark, ¿podría conversar con usted un momento? —el niño preguntó antes de que pudiera despedirse, Eddara lo medito unos segundos antes de responder.

—Por supuesto, pero vayamos a una parte donde seamos visibles —dijo con calma, el contrario le sonrió.

—Claro —él respondió caminando un par de pasos lejos de ella—. Quisiera felicitarla por su compromiso.

—Gracias, las noticias han viajado rápido.

—Escuche que viajará como pupila a Highgarden

—Así es, me instalaré un tiempo antes de volver a Kings Landing —dijo mirando de reojo al niño, una parte de ella se negaba a confiar en sus modales amables.

—Su boda será antes que la de su hermano.

—Lord Baelish —lo interrumpió deteniéndose, se giró a verlo con expresión severa—. Sea claro y dígame el motivo real de su conversación.

—Retaré a su hermano a un duelo por la mano de Lady Catelyn —el niño medito un poco ante de que la declaración saliera de este con una firmeza que la sorprendió.

—¿Está loco? —respondió indignada ante las palabras—. Sabe bien que ambos están prometidos y el matrimonio es en beneficio para ambas tierras.

—Mi prioridad es el bienestar de Catelyn y su hermano no es un hombre adecuado.

—¿Y usted lo es? 

Eddara parpadeó sorprendida ante la nueva voz que reconoció de inmediato, su hermano caminaba junto a una Catelyn atónita que miraba a lord Baelish con una mezcla de emociones en el rostro.

—Deberíamos marcharnos y conversar sobre este asunto con mayor calma —interfirio ante el silencio del niño que hace momentos parecía dispuesto a un duelo y ahora la valentía lo había abandonado.

—No Edda, hablaremos claro en este momento —su hermano dio un paso al frente—. No dejaré que mi buen nombre se ponga en duda por alguien que ni siquiera me conoce.

—Si fuera así, ningún rumor se habría esparcido en primer lugar.

—¡Petyr! —Catelyn exclamó, Eddara no pudo evitar admirar lo rápido que él consiguió reponerse y ser capaz de pronunciar aquellas palabras.

—Es la verdad Cat; parece que disfruta deshonrarse y deshonrarte antes del matrimonio.

Podía ser que habían pasado cinco años desde que estuvo junto a Brandon, pero crió a alguien con un carácter similar aunado a que las últimas semanas conoció más de lo que alguna vez hizo en Winterfell a su hermano; así que supo ver de inmediato como él se apresuraba para lanzar un golpe, ella se interpuso consiguiendo detenerlo sin salir lastimada en el intento.

—Edda hazte a un lado —él habló con voz firme recordando el tono de su padre cuando daba una orden.

—No —dijo sin dudar.

—Este es un asunto de hombres.

—Me tiene sin cuidado, no permitiré que actúes de forma impulsiva —respondió sin almendrarse—. Si quieres resolver este asunto de acuerdo a sus formas, entonces lo harán.

—¿A qué te refieres Edda? —Catelyn preguntó recuperando la voz.

—Lord Baelish pidió un duelo —habló observando al niño y regresando a su hermano—. Pues lo tendrá, ambos van a tener un combate y quien resulte ganador se llevará la razón.

—Yo pedí la mano de Cat.

—Y lo escuchamos claramente lord Baelish, pero bien le recuerdo que quien tiene la última palabra en ese aspecto es lord Tully —cortó de inmediato al niño controlando su indignación por las palabras—. Si quiere el rompimiento del compromiso vaya y hable con él para autorizarlo.

—Perfecto, entonces vayamos —Brandon dijo bruscamente—. Aunque le prometo que no me tentare el corazón, pelearé por lady Catelyn.

Su hermano dio la vuelta y caminó de regreso al castillo sin esperar respuesta.

—¿Qué te sucede Petyr? —Catelyn preguntó con indignación.

—Me dijiste que fuera sincero conmigo mismo y lo soy, te he amado desde hace mucho —el hombre habló dando un paso al frente.

—Eres mi amigo, ¡Por los siete! Petyr, te veo como un hermano, yo nunca te di esperanza alguna —ella exclamó confundida.

—Y sin embargo sé que yo te podría hacer mil veces más feliz que Brandon Stark —él se acercó peligrosamente.

Eddara volvió a interponerse lanzándole una mirada dura, suficiente caos se había generado como para permitir que la situación empeorara, intentaba controlarse recordando que lord Baelish solo era un niño que poseía la misma edad de su hermana Lyanna y que si bien había sido reconocido por su actitud brillante seguía siendo alguien que poco sabía del mundo.

—Lady Catelyn ha sufrido suficiente por este día, marché en busca de la aprobación de lord Tully y nos veremos el día del duelo —sin esperar respuesta se llevó a Catelyn lejos del niño e ignorando las miradas de los sirvientes que se encontraban cerca.

Caminó con la frente en alto en dirección a su habitación, aprendió de Elia y Ashara que mientras mostrará una actitud segura y firme podría salir ilesa de diversas situaciones o evitar malos entendidos. Cerró la puerta al momento de entrar al cuarto solo para que Catelyn soltara un sonoro suspiro.

—No puedo creer que Petyr se atreviera a hacer eso —la chica se sentó en uno de los sillones que se encontraba frente a la cama.

—La forma de actuar del chico fue demasiado imprudente.

—Él nunca se comportó así antes, ni siquiera dio indicio de sentir algo más que amistad por mi —Catelyn murmuró avergonzada—. Ahora no sé como miraré a padre o lord Brandon.

—Mi hermano no pensará mal de ti —respondió consolándola—. Se molesto por tal falta de respeto a su nombre, siendo sincera lady Catelyn puedo decir que Brandon no ha sido completamente fiel durante el compromiso, pero nunca faltará a sus votos una vez sean esposos.

—La mayoría de hombres lo hace y acepte eso una vez me comprometí —Catelyn habló con franqueza—. Mi error fue exteriorizar mis miedos sobre el matrimonio con Petyr, pero lo hice debido a que siempre fue un gran oyente.

—No quiero poner en duda su afecto, sin embargo puedo asegurar que lleva varias lunas siento amor del tipo de un hombre hacia una mujer —guardó silencio unos segundos antes de volver a hablar—. Y creo que algo similar sucede con tu hermana.

—¿Lysa? —Catelyn de inmediato se alteró.

—En esto no puedo asegurarlo ya que no conozco a lady Lysa, pero he visto un claro interés por parte de ella hacia lord Baelish —explicó de manera lenta.

—¡Es una niña! —exclamó levantándose.

—Y ambos tienen una edad similar, probablemente sea solo un enamoramiento infantil, sin embargo y por experiencia, una joven puede ser testaruda si no consigue lo que quiere.

Era cierto que todos fueron diferentes al momento de crecer, Eddara nunca antepuso sus necesidades y sobre todo no experimentó interés en alguien de su edad, ella conoció, conversó y bailó con varios hijos de los abanderados de su padre pero fue algo más por deber que placer; ella siempre supo que se casaría en el Sur y se negó a enamorarse de forma inutil de alguien con quien nunca podría estar. Para Lyanna el amor era algo lejano y sin interés, le resultaba molesta la idea de casarse y prefería su caballo o arco y flecha, aunque su actitud era la de una chica que lucharía por lo que quería sin importarle las consecuencias.

Sin embargo conoció a otras sirvientas que pelearon por algún mozo o caballero del castillo, esto igual sucedía a la inversa y muchas veces tuvo que intervenir para resolver ese tipo de asuntos, varias ocasiones los padres de los involucrados ofrecían disculpas por haberla molestado en tales asuntos; así que el amor en adolescentes o niños podría ser la cosa menos importante y al mismo tiempo el significado de su existencia ya que la intensidad de los sentimientos involucrados era tanta que los superaba.

—¡Dioses!  Fui tan tonta —Catelyn susurro avergonzada pareciendo percatarse de algo.

Antes de responder la puerta fue abierta de forma brusca, Eddara estaba preparándose para dar una reprimenda antes de notar de quien se trataba, lady Lysa se veía agitada y con las mejillas sonrojadas, de inmediato se acercó a su hermana ignorándola a ella por completo.

—¿Qué sucedió con Petyr? ¿Por qué tu prometido quiere hacerle daño? —la niña más que preguntar gritó.

—Lysa, por favor cálmate.

—¿Cómo quieres que lo haga? —ella exclamó furiosa—. ¡Lo va a lastimar! se llevan cuatro años de diferencia.

—Fue lord Baelish quien retó a mi hermano —habló con calma atrayendo la atención de la niña—. Lo hizo por la mano de Catelyn.

—Eso no puede ser, ¡él me quiere a mi! —Lysa gritó eufórica ocasionando un jadeo por parte de Catelyn.

—Lo siento por romper sus ilusiones, pero esa es la verdad, puede preguntarle a los sirvientes que se encontraban en el jardín y presenciaron toda la situación e incluso al mismo lord Baelish —explicó de forma calmada.

—¡Te odio Catelyn! ¡No solo me quitaste la atención de mi padre y hermano, también a él! —Lysa gritó en dirección a Catelyn para salir corriendo.

—¡Lysa, espera! —ella intentó perseguir a la niña pero fue detenida por Eddara—. Suéltame, debo ir con mi hermana.

—No es prudente —negó débilmente—. ahora mismo ella se encuentra alterada y solo tendrá palabras hirientes para ti, ambas se lastimaran si hablan desde el enojo o exaltación.

Catelyn asintió comprendiendo a qué se refería, eso no impidió que comenzara a llorar de frustración, Eddara se quedó consolandola porque podía entender una pizca de sus emociones, era claro que estaba preocupada por lord Baelish, después de todo se criaron juntos y luego estaba la situación de su hermana Lysa que había exteriorizado que la odiaba.

Se mantuvieron sentadas en el sillón durante un buen tiempo hasta el llamado a su puerta, dio el permiso al reconocer la voz de lord Tully, Catelyn se enderezó con las lágrimas ya secas aunque los ojos levemente hinchados.

—Lamento la molestia lady Stark, pero mi hija se encuentra con usted —lord Tully habló con voz cansada.

—No tiene que disculparse, este es su hogar.

—Y tanto usted como su hermano son mis invitados, sin embargo les hemos causado molestias.

—En absoluto —respondió y sonrió.

—Solo quería entregar la noticia con ambas reunidas —el hombre miró a su hija mientras lo decía—. Él duelo se llevará a cabo mañana al medio día.

—Padre…

—Hija, sé que estás preocupada por lord Baelish, pero él mismo debe asumir la responsabilidad de sus actos al retar e insultar a alguien mayor en edad y rango.

—Pero…

—No Cat, en esto no puedo intervenir.

—Entiendo padre —ella se levantó—. Iré con lord Stark, permiso.

—Adelante —asintió dejándola marchar, lord Tully también observó a su hija alejándose a paso apresurado.

—Mis hijos ven con cariño a lord Baelish, es mi pupilo después de todo —lord Tully habló sin dirigirse particularmente a ella.

—De hecho, si me permite quisiera hablar con usted referente a este asunto —dijo con respeto, el hombre la miró unos segundos antes de sonreírle.

—Escucharé lo que tenga que decir lady Stark, estoy interesado por su evaluación de la situación.

—Conozco a mi hermano, él aceptará los ruegos de Catelyn así que la vida de lord Baelish está fuera de peligro —explicó lentamente—. Le sugeriría que siguiera siendo su pupilo.

—Lady Stark, es demasiado lo que me pide, él demostró una actitud irrespetuosa ante mis invitados e incluso llevó el caos a mi familia.

—Escuche de buena fuente que el niño ha mostrado grandes habilidades en números y negociaciones, un talento como ese no se puede desperdiciar —explicó sin perder el ritmo—. No solo eso, si lo corre puede conseguir un enemigo, es mejor mantenerlo cerca para vigilarlo.

—Es de una casa menor.

—Y en mi corto tiempo en el Sur aprendí que el cambio de poder está en constante movimiento, sería mejor que esto quede como un escarmiento para moldear el carácter impulsivo del niño —aun recordaba las palabras de Rhaegar en su despacho mencionando como aun mantenía a lord Varys en su consejo a pesar de la desconfianza en el hombre, prefería vigilarlo y esperar los movimientos de este.

El hombre la observó por varios segundos analizando sus palabras. 

—Lo pensaré —admitió lord Tully, cosa que considero una pequeña victoria, ahora venía la parte difícil.

—De igual forma debería plantearse asentar a lady Lysa como pupila en alguna casa.

—Lady Stark, está sobrepasando su lugar.

—Déjeme explicar lord Tully —se apresuró a decir—. Su hija es una niña maravillosa, aunque sus habilidades sociales palidecen y posee un complejo de inferioridad hacia Catelyn, justo acaba de entrar a gritar su aparente odio hacia su hermana.

—Dioses… —la expresión del hombre se transformó en una mueca de sufrimiento.

—Por ello sería mejor alejarla para que pueda florecer sin lo que ella considera la sombra de Catelyn, eso podría servirle para conocer a más personas y explorar infinitas posibilidades.

—Creí que mis hijas se amaban —lord Tully pareció tambalearse, Eddara se levantó rápidamente y lo sostuvo, con esfuerzo lo llevó hacia el sillón para que pudiera recuperarse.

—Y lo hacen, eso no resta que muchas ocasiones ese sentimiento pueda surgir —explicó de forma breve—. Especialmente a la edad en que se encuentra lady Lysa, es joven y susceptible a cualquier comentario.

Esto lo sabía por experiencia, en su momento lo sufrió con Lyanna; su padre llegó a compararlas a ambas sin cesar y Eddara por mantenerse ocupada en la administración del castillo no le tomó importancia, eso fue hasta que su hermana explotó gritando como su padre la prefería a ella y que Lyanna solo era la deshonra de la familia por no ser inteligente o tener modales de una dama.

Ese fue un punto de inflexión para ambas que las ayudó a conocerse mutuamente consiguiendo fortalecer su relación, su padre nunca se enteró de forma directa sobre lo que sucedió entre ambas pero parecía captar detalles optando por intentos tímidos para acercarse a Benjen y Lyanna al acudir para verlos entrenar o montar caballo.

—Debo reconocer que después de la muerte de mi esposa descuide a mis hijos —él habló pesadamente—. Fuí demasiado irresponsable.

—Nadie es un padre perfecto —respondió recordando su propia experiencia—. No soy quien para decirle como criar a sus hijos, así que le pido vea mi sugerencia como un consejo, no como una crítica o algo similar. Lady Lysa se ha contenido por mucho tiempo y tal vez un cambio de ambiente la haga madurar.

—Me ha dado mucho que pensar lady Stark —lord Tully se levantó descartando su ayuda con un gesto—. Consideraré sus palabras con la sabiduría de una mujer llena de experiencia.

—Cualquiera que sea la decisión que tome, sé que la hará en bien de sus hijos.

El hombre se despidió con una sonrisa cansada y paso estable, le sorprendía que a pesar de su edad siguiera siendo un hombre que se preocupaba por su familia e intervenía de manera directa en los asuntos correspondientes al gobierno de su territorio, se percató que afuera se encontraba Brynden Tully o bien conocido como el pez negro, este le dio un breve gestó antes de escoltar a su hermano lejos de su habitación.

Eddara soltó toda la tensión que había estado conteniendo desde que inició el conflicto, tendría que reunirse con su hermano y hablar sobre el niño, era cierto que este fue imprudente e incluso arrogante al actuar de tal forma, pero se creía enamorado de Catelyn y veía con malos ojos a Brandon todo en conjunto era una combinación para el desastre, sumando al conflicto interno que explotó con Lysa Tully hablando de sus sentimientos reprimidos.

No le sorprendió que la cena se descartara y cada miembro lo hiciera en su propia habitación, esto no eran los modales adecuados cuando se tenía un invitado, se podía aplicar en este caso debido a los lazos existentes y seguramente lord Tully pidió autorización a su hermano. Ella permaneció en su habitación escribiendo algunas cartas para amigos y leyendo sobre la historia Targaryen, su educación le mostró hechos básicos pero ella quería conocer más de la que sería su familia política.

Una sirvienta la había ayudado a cambiar su vestido por ropa de noche y también le quitó los pasadores que sostenían el molesto peinado sureño.

—Puedes retirarte —dijo a la joven que sostenía un peine listo para cepillar su cabello—. Yo lo haré, no debes molestarte.

—Por supuesto lady Stark —ella se inclinó dejando el peine sobre el buro—. Que tenga buena noche.

—Gracias, lo mismo digo —sonrió débilmente dejándola marchar.

Comenzó a desenredarse el cabello poco a poco; cuando era niña su madre era quien lo hacía mientras le contaba historias de su infancia y cuan intrépida era su abuela Arya quien amaba cabalgar, ella solía hablar con un brillo nostálgico en la mirada; tras su muerte Eddara misma fue quien se encargó de hacer una tradición ir a la habitación de su pequeña Lyanna y responder cualquier pregunta sobre su familia materna, ella era demasiado inquieta como para quedarse callada escuchando las historias.

—¿Puedo pasar Edda? —la voz de su hermano la sacó de su ensoñación.

—Adelante —se limitó a decir, pronto distinguió a Brandon que le dio una breve sonrisa antes de tomar lugar en el sillón en donde horas antes estuvo su prometida y futuro suegro.

—Debo de imaginar que lord Tully habló sobre el duelo contigo.

—Lo hizo —asintió—. En realidad no me sorprende que reaccionaras así, de hecho fuiste demasiado pasivo.

—¿Me consideras un salvaje? —Brandon enarcó una ceja.

—Permíteme recordarte que le rompiste el brazo al hijo de la cocinera por empujarme contra una zanja por error.

—Tenía doce años —respondió impaciente Brandon.

—La misma edad que lord Baelish —dijo de forma simple.

—¡No es lo mismo! —habló indignado su hermano.

—¿Seguro?

—Por supuesto, yo lo hice para defenderte y él solo por arrogancia.

—Puede que lo sea o no, pero él al igual que tu en ese momento eran niños impulsivos —respondió firme—. Es cierto que fue descortés, eso no amerita que desates toda tu irá contra alguien cuatro años menor que tu.

—Debió pensarlo antes de hablar estupideces.

—Eso no puedo negarlo, sin embargo deja de pensar como si él fuera alguien con el pensamiento de un hombre —dejó de cepillarse el cabello para enfrentarlo directamente—. Si tu como supuesto “adulto” actúas de esa forma no quiero imaginarme a alguien menor.

—¡Eddara! —Brandon exclamó indignado a lo que ella solo suspiro cansada.

—Te concedo el no golpear al niño tras atreverse a pronunciar esas palabras frente a ti tan pronto lo escuchaste —comenzó a explicar—. De hecho no puedo negar que el Sur sirvió para hacerte menos impulsivo, eso no resta que aún tienes sangre de lobo y sueles cometer estupideces en el momentos menos esperado.

—Sabes que en el Norte tal falta de respeto no se trataría a la ligera —intentó defenderse.

—Lo sé —asintió recordando bien sus raíces—. Y aquí no es el Norte; te seré sincera, estoy intercediendo en nombre del chico para evitar  incrementar la distancia entre Lysa y Catelyn.

—¿Que tiene que ver su hermana en este asunto? 

Procedió a explicarle la situación brevemente a Brandon, esté al principio se mostró confundido y pronto furioso; Eddara solo suspiro de frustración porque seguro él estaba asumiendo y dando responsabilidades al niño.

—Maldito mocoso, ¿Acaso no lo ves? más razones tengo para no tener piedad.

—Dioses Brandon —rodó los ojos impaciente—. Este asunto no se va a resolver matando a alguien o dejándolo casi muerto; lady Lysa está celosa de Catelyn y encaprichada con lord Baelish.

—Deja de llamarlo “lord”, ni siquiera lo merece.

—Aunque sea hijo de un señor de baja cuna sigue siendo pupilo de lord Tully —respondió breve—. Debo recordarte que a ti y a mi desde siempre nos han llamado con esos respectivos títulos.

Su hermano solo rodó los ojos antes de gruñir de forma audible y jalando de forma exasperada su cabello. Eddara se acercó y sentó junto a él a una distancia prudente dándole un tiempo para que asimilara toda la información, es cierto que era impulsivo y solía actuar con la cabeza caliente, sin embargo no siempre era así, aprendió a dominar estos rasgos y aceptar o buscar consejos.

—Bien, no lo mataré —Brandon respondió encarandola—. Pero no lo quiero cerca de Catelyn o su hermana.

—Hablé con lord Tully sugiriendo alejar a lady Lysa y mantener como pupilo a lord Baelish.

—¿Qué carajos Eddara? Es él quien debería irse, no ella.

—Lady Lysa parece necesitar florecer en un lugar donde no sea comparada con su hermana, en cuanto a lord Baelish puede ser una buena adición en el futuro para el tridente e incluso el norte..

—¿Qué?

—Sonará egoísta, pero veo potencial en el chico y con una buena educación o adiestramiento puede convertirse en alguien leal y que nos sea de utilidad para el futuro —encogió los hombros ligeramente sintiéndose algo culpable por pensar en usar a personas. Brandon la miró intensamente unos segundos antes de reír.

—Tener a esa princesa dorniense como compañera ha servido bien —dijo entre carcajadas—. Bien, me has convencido; probablemente debas elaborar un poco más tu plan descabellado para hacer leal al mocoso.

—Gracias Brandon —ella dijo con una pequeña sonrisa.

—Entonces me marcharé —él se levantó y parecía mucho más tranquilo—. Nos veremos mañana.

—Estaré puntual, descansa hermano.

Al volver a estar en soledad término de cepillar su cabello para proceder a dormir un poco más tranquila después de la conversación. Despertó antes de la entrada de la sirvienta, así que ella misma se preparó, cuando esta entró y la vió arreglada se asustó ligeramente, Eddara había vivido varias veces la misma situación así que calmó a la chica restándole importancia al asunto e indicando que se marchará sin preocuparse por alguna reprimenda.

Al ir en dirección al comedor ni siquiera se sorprendió solo de encontrar a sir Brynden Tully en el comedor, ni siquiera su hermano se encontraba presente, el hombre se levantó para darle la bienvenida.

—Buen día lady Stark —saludó Sir Tully.

—Lo mismo digo —asintió ligeramente tomando su lugar en la mesa—. ¿lord Tully se encuentra bien?

—Lo mejor que se puede dado los acontecimientos recientes.

—En unas horas se resolverá todo, no debe preocuparse —intentó tranquilizar al hombre que la miraba de forma intensa, él a comparación de su hermano se veía endurecido y menos diplomático que lord Tully.

—Eso espero, mi hermano decidió seguir sus consejos —el hombre dijo.

—¿A que se refiere?

—Mantendrá a Petyr como pupilo y está buscando una casa para que acoja a Lysa —ahora comprendía la mirada que le dirigía ser Tully probablemente criticando en silencio por involucrarse en asuntos familiares, sin embargo no se dejaría almendrar, miles de ocasiones atravesó lo mismo con su padre así que experiencia para mantener la calma ante este tipo de situaciones poseía de sobra.

—Me alegró de oír eso —admitió con tranquilidad—. Su sobrina es una niña talentosa que puede florecer lejos de casa y expandir su círculo de relaciones, mientras que lord Baelish es un niño que hoy recibirá una reprimenda para mejorar su carácter y pulirlo en algo mejor.

—Nunca creí que lord Stark criaría a una joven tan imprudente —el hombre dijo con simpleza.

—Si busca una disculpa de mi parte no la tendrá Sir Tully —habló con firmeza—. Yo solo otorgue un consejo, Lord Tully fue quien lo aceptó y debió ver las ventajas de mis palabras.

—Niña…

—Lady Stark es mi título actual —lo interrumpió sin levantar la voz—. Puede que sea menor que usted en edad e incluso no me vea como alguien digno, sin embargo le recuerdo que desde los once años me he encargado de la administración de Winterfell, crié a mis hermanos menores después de la muerte de mi madre y participó en el consejo de mi lord padre; así que no ose tratarme con como una persona sin experiencia porque la tengo.

Eddara no solía destacar las actividades que realizó durante los últimos años, menos frente a gente sureña; aprendió que varios de ellos solían preferir a mujeres bonitas y dóciles que se encargaran de la administración de su hogar sin participar en otro tipo de decisiones. Sabía bien que era una contradicción que su padre la educará en varios aspectos como lo haría con su heredero, siempre que le preguntaba por un motivo él respondía que no podía desperdiciar su potencial; ese mismo argumento años después ella lo utilizó para apelar por Lyanna y que le fueran enseñadas el uso de armas.

En el Norte si bien las mujeres no eran tan minimizadas como en el Sur aún se conservaban ciertos prejuicios que pudo romper con varios discursos y argumentos fundamentados en determinadas reuniones con los abanderados, eso había conseguido varias propuestas de matrimonio anticipadas a pesar de su corta edad, ellos sabían que al conseguirla como nuera obtendrían una excelente señora de su castillo y tierras, no solo eso, podrían emparentar con la casa guardiana y gobernante del norte.

—No deberías comportarte de forma tan inapropiada con nuestra futura reina, Brynden —ambos se giraron para ver entrar a lord Tully con una ligera sonrisa junto a una Catelyn que lucía afligida, no sabía si por las palabras dichas por su tío o al enterarse de los consejos dados por Edda.

—Hermano, dijiste que no nos acompañarias —respondió el caballero levantándose para intentar ayudar.

—Siéntate Brynden —lord Tully dijo con calma—. Tengo a mi hija para ayudarme y respecto a tus palabras, tan pronto me enteré que estarías solo con lady Stark no dude en venir.

—Hoster…

—No digas más, es cierto lo que dice lady Stark —el hombre tomó su lugar en la cabecera mientras que Catelyn a la izquierda, ella le dirigió una débil sonrisa—. Ella dio el consejo, yo tomé la decisión junto a Cat.

—Sobrina —eso no solo sorprendió al caballero sino también a ella.

—Así es tío, hable de este asunto con padre y consideramos que la sugerencia de Eddara es adecuada —Catelyn se irguió ligeramente—. Lysa y yo partiremos tan pronto despidamos a nuestros invitados rumbo a Harrenhal a visitar a nuestros parientes, iré a solicitar que acepten a Lysa como su pupila y tan pronto se arregle el asunto regresaré.

—Y antes de que nos brindes un argumento en contra Catelyn tiene la edad suficiente para intervenir en asuntos relacionados a la educación de sus hermanos —lord Tully dijo sin almendrarse.

—Es joven, solo han pasado tres años de la muerte de Minisa —Brynden Tully habló provocando una mueca en su hermano y sobrina.

—Es cierto —admitió el hombre—. Y tal vez en otra época o tiempo tanto Catelyn como lady Stark presente podrían haber disfrutado de una vida libre de responsabilidades, sin embargo no es así y no pienso dejar a mis dos hijas en un mundo de hombres sin darles siquiera una mínima educación para que puedan defenderse; así que no pienso discutir sobre esto, Lysa se convertirá en pupila de la casa Whent, Catelyn retomará las clases que dejó desde la muerte de su madre hasta que se una en matrimonio a Brandon Stark y lord Baelish permanecerá como pupilo en esta casa aunque lejos de cualquiera de mis hijas.

Sir Tully se veía atónito por las palabras de su hermano y señor; Eddara supo por Catelyn que antes del nacimiento de su hermano menor recibió algunas clases dirigidas únicamente al futuro señor de Riverlands ya que en ese momento aún no existía un heredero varón, eso fue hasta que Edmure Tully llegó al mundo y con él la muerte de la entonces lady Tully, posterior a eso la educación que en ese momento ella llegó a recibir fueron redirigidas hacia un aspecto más hogareño.

—Bien, si es lo que ordenas hermano —al fin dijo sir Tully asintiendo lentamente.

—Una disculpa por presenciar tal escena lady Stark —lord Tully habló dirigiéndose a ella.

—En absoluto, este es su hogar y yo solo soy una invitada —sonrió débilmente—. Deberíamos romper el ayuno.

La mesa se tornó en un ambiente más relajado en donde ella decidió permanecer en silencio mientras escuchaba a padre e hija conversar sobre los preparativos para su próxima partida, le resultó agradable notar un aspecto más severo y calculador en Catelyn que no se había hecho presente en reuniones anteriores, su instinto le indicaba que algo tuvo que ver su padre en esta nueva faceta, la noche anterior ella dijo que hablaría con él.

Ella fue la primera en retirar en dirección al jardín, su primer instinto fue ir a la habitación de su hermano mayor pero conociendo su carácter lo más probable era que estuviera en el jardín o patio de entrenamiento golpeando muñecos de paja para calmar su molestia; tuvo que preguntar a una sirvienta quien confirmó sus sospechas y la llevó a la ubicación.

Con paso lento se acercó sólo para a mitad de camino encontrarse con la figura familiar de lord Baelish ocultar entre las sombras mientras observaba a Brandon hacer varios movimientos con la espada.

—Puedes retirarte —dijo a la sirviente que parecía insegura—. Desde aquí iré sola, gracias.

—A sus órdenes lady Stark —la mujer dió una reverencia y se marchó.

Sin pensarlo se acercó y tocó el hombro del niño quien no pudo más que dar un pequeño salto para girarse y enfrentarla.

—Lady Stark —habló con voz torpe.

—¿Vino a entrenar? —preguntó intentando calmar al niño.

—Si, pero su hermano llegó desde mucho antes —respondió recuperando la compostura con rapidez.

—Me gustaría conversar con usted, ¿Podemos?

—Por supuesto —él asintió y comenzó a seguirla lejos del patio de entrenamiento—. Perdóneme, pero, ¿Qué desea de mí?

—¿Por qué piensa que necesito algo de usted?

—Escuche de Lysa que abogó por mi posición como pupilo de lord Tully.

—Veo que su relación con la menor de las hermanas Tully es fuerte, sin embargo retó a un duelo a mi hermano por la mayor de ellas.

—Lysa es mi amiga, mientras que mi vínculo con Catelyn es distinto.

—¿Lo sabe ella?

—¿Perdón? —confundió al chico.

—Me refiero a Lady Lysa, ¿ya le has dicho que solo es su amiga?

—No, pero sabe mis sentimientos por Catelyn.

—¿Seguro que es por eso?

—No la estoy entendiendo.

—Tal vez estoy adelantandome y juzgandolo de forma errónea así que seré directa, ¿hace esto por amor y no poder? —algo en la mente de Eddara quería gritarle que estaba loca por pensar que un niño tuviera maquinaciones siniestras a tan corta edad, sin embargo lo visto y leído del sur le decían otra cosa.

Deseaba descartar esa duda, podría ser que lord Baelish un niño con un apellido de poco poder estuviera planeando enamorar o poseer una relación fuerte con las dos hermanas, al enamorarse de Catelyn y creer que era mutuo aprovecho para hacer un reto descabellado contra el prometido de ella, en caso de que no funcionara contaba con el respaldo de Catelyn por el lazo forjado y una Lysa Tully enamorada con la que podía surgir otro tipo de relación.

—Claro que lo hago por amor —exclamó el niño con indignación, aunque no pasó desapercibido el temblor en ambas manos.

—Confiare en sus palabras lord Baelish —ella respondió girando a verlo directamente—. Y responderé a su pregunta de un inicio, intervine a su favor debido a que veo potencial en usted.

—Gracias lady Stark —el niño bajó la cabeza en un intento de ocultar sus emociones, a pesar de esto pudo detectar varias que iban desde la sorpresa, confusión hasta temor.

—Aunque no olvide que no todos serán benevolentes —dijo con una voz más firme—. Tiene suerte que tanto Lysa como Catelyn posean aprecio por usted, pero existen miles que ni siquiera se ablandaran por un lazo familiar y mucho menos de amistad.

—Lo tendré en cuenta, gracias por el consejo —volvió a inclinarse.

—Llevaré a mi hermano a los jardines para que pueda entrenar, este es mi último favor hacia usted, posterior usted deberá ganarlos —ella se marchó sin esperar una respuesta del niño.

Al regresar al campo de entrenamiento se acercó a Brandon haciendo resonar el ruido de sus pisadas, él no tardó mucho en percatarse de su presencia para mirarla con una ligera sonrisa despreocupada.

—Cada día que pasa te pareces a nuestra madre —dijo sorprendiéndola.

—Hace mucho que no la mencionas.

—Dolía recordarla —encogió los hombros—. Ahora sé que fue estupido intentar ignorar su existencia, ella era una mujer asombrosa y lo mínimo que merece es reconocimiento por ser capaz de dirigir un lugar tan sombrío como Winterfell en medio del invierno.

—Winterfell no es sombrío.

—Sabes a lo que me refiero.

—Lo sé —asintió sonriendo—. Acompáñame al jardín hasta que sea hora del duelo.

—¿Este es uno de tus pequeños planes? —Brandon enarcó una ceja.

—En absoluto —rodó los ojos sin poder evitarlo—. Solo sigueme.

—Bien, bien, se hará lo que nuestra futura reina decida —le dió una ridícula reverencia que decidió ignorar—. Debes acostumbrarte Edda, cuando seas coronada y al menos en público mi trato junto al de nuestra familia será este.

—Pero ahora no soy la reina y no es necesario —respondió sin perder el ritmo.

Conversaron sin que nadie los interrumpiera y en paz, principalmente lo hicieron sobre anécdotas no contadas; Eddara aun seguía sorprendida de la buena relación que entabló con Brandon, debía admitir que tenía miedo ya que antes de su partida al sur chocaban en cientos de ocasiones sobre todo porque él solía gritarle que dejara de comportarse como si fuera su madre, nunca lo culpo por eso ya que Brandon estaba lidiando con la pérdida de una forma autodestructiva, eso fue lo que llevó a su padre a asignarlo como pupilo de lord Arryn pensando que estar lejos le serviría para calmar su tempestad y al mismo tiempo conseguiría invaluables relaciones.

Al poco tiempo Catelyn se les unió y ninguno de los tres mencionó el inminente duelo que se llevaría a cabo dentro de unas horas, desde el desayuno notó a la joven con una actitud ligeramente distinta y lo volvía a comprobar, era cierto que seguía mirando a su hermano como una chica de su edad enamorada solo que existía cierto rasgo más analito en la mirada que le brindaba. 

—Cat —los tres se detuvieron ante el llamado solo para encontrarse a la pequeña Lysa que derramaba lágrimas, esta se acercó rápidamente a su hermana—. ¡No puedes permitir que me lleven! Este es mi hogar.

—Veo que padre ya habló contigo sobre la tutela —Catelyn acarició los cabellos de la niña.

—¡Lo hizo! pero no es justo.

—Es lo mejor —habló de forma calmada—. Edmure en algún punto lo hará también cuando llegue el momento.

—Debía sospechar que estarías de acuerdo, querías quedarte con Riverlands para ti sola —Lysa pisoteo molesta, Brandon estaba a punto de intervenir pero ella lo detuvo sosteniéndolo del brazo y negando ligeramente, Eddara lo forzó para darle ligero espacio a las hermanas sin interrumpir la conversación.

—En absoluto, probablemente mi boda con lord Stark presente se lleve dentro de un año o máximo dos, el tiempo que me queda como hija mayor de nuestro padre es poco —habló con una calma que la impresionó.

—Eso es mucho tiempo, incluso estarás con Petyr, sabes muy bien lo que siento por él.

—Lysa —Catelyn no se almendro por las lágrimas de su hermana—. Voy a dejar en claro esto, Petyr fue y siempre ha sido un amigo, ante mis ojos es un niño; sin embargo no puedo intervenir en sus sentimientos o emociones. Otra cosa que deberías tener en claro Lysa es que al llevar el apellido Tully no solo obtenemos privilegios, sino también responsabilidades; no siempre vamos a poder casarnos por amor o siquiera pensar en lo que es la libertad ya que nuestra prioridad será el bienestar de la familia, nuestro pueblo y el apellido. Estamos atados al deber, honor y  la familia antes que al amor.

Eddara intentó no mostrar su expresión complacida, poseía la madera de muchas mujeres norteñas y eso le sería de utilidad cuando asumiera su rol e incluso al momento de adaptarse a un nuevo entorno. Su hermano parecía gratamente sorprendido por las palabras de Catelyn lo cual era mucho más gratificante, ella deseaba que su unión fuera una no solo de compañeros de habitación sino también de vida.

Lysa de la impresión detuvo sus lágrimas y apretó los labios para abrazar con fuerza a su hermana, Catelyn la recibió con una pequeña sonrisa fraternal.

—Dioses Cat —murmuró la niña—. A veces olvido cuanto te pareces a madre.

—No es así, ella es mil veces mejor.

—Lo sé —dijo Lysa sin intención de herir a su hermana mayor—. La extraño mucho, no quiero irme; aquí está el jardín que ella amaba y todas sus cosas.

—Lysa —Catelyn se separó de ella—. ¿Has pensado que irás al hogar de infancia de madre? ahí encontrarás más momentos y anécdotas distintos a los de aquí, estoy segura que ella hubiera amado que cualquiera de sus hijos se convirtiera en pupilo de su casa.

—Lamento interrumpir —se hizo oír haciendo que ambas hermanas la miraran—. Pero no queremos incomodar, así que las dejaremos hablar con calma.

—Muchas gracias lady Stark —asintió Catelyn débilmente.

—Lord Stark —Lysa se dirigió a su hermano con algo de miedo, este la observó ligeramente intrigado—. Sé que no poseo importancia en su vida más que como la hermana menor de su prometida, pero le pido que no lastime a Petyr; él ha sido un amigo y servido como consuelo, estoy segura que después de esto reflexionara sobre sus acciones actuales y futuras.

—Lo tendré en cuenta lady Lysa, tenga una buena conversación con su hermana —su hermano se lo pensó antes de darse vuelta y volver a dirigirse a la niña—. Como alguien que fue pupilo lejos de su hogar le diré que usted es afortunada por ser acogida por el de la familia de su señora madre, así que vea esto como una experiencia y oportunidad de encontrar nuevos amigos.

Sin esperar respuesta se marchó seguido de ella que apenas pudo dar un ligero movimiento para seguir a su hermano.

—Fuiste demasiado amable, creí que la reprenderías —admitió mientras lo alcanzaba.

—Estuve tentado, pero ella me recordó a mi.

—¿En qué sentido?

—Padre siempre planeó que la persona que partiría fueras tú —esa información la sorprendió haciendo que Brandon riera ligeramente—. Sin embargo con la partida de madre no lo hizo, desde joven te parecías a ella, me imagino que no quería alejar a un recuerdo viviente de su esposa fallecida así que en contra de los reclamos de los abanderados yo ocupe tu lugar.

—No sabía nada —aceptó

—No tendrias porque saberlo —encogió los hombros—. En ese momento llegue a sentir rencor contra ti cuando nada tenias qué ver en el asunto, yo también perdí a una madre y sin embargo era al único que mandaban a una tierra lejana. Ese fue el motivo de no enviar cartas las primeras lunas después de mi partida, sorprendentemente fue Robert quien a fuerza de golpes me forzó a escribirte una junto a Lyanna y Benjen, tarde mucho más en comunicarme con padre.

—Dioses antiguos, Brandon no tenía ni idea de como te sentías lo siento —murmuró con tristeza después de toda la información, él simplemente negó con una sonrisa.

—No tienes que hacerlo, en todo caso sería padre —dijo sin permitirle refutar—. Puedo entender a Lysa porque en ese momento se sintió como si padre prefiriera a todos menos a mi, estaba herido y recuperándome de la muerte de nuestra madre. No justifica las acciones de padre porque no fueron las mejores, sin embargo entiendo que hizo lo mejor que pudo mientras lideraba a un Norte que salía de un invierno duro cargando con la muerte de su esposa, cuatro hijos a cuestas y sin ninguna mujer de confianza cerca para apoyarlo.

—En realidad no te perdiste de mucho —intento que su voz sonara ligera mientras recuerdos la inundaban—. Padre eligió el trabajo para lidiar con el dolor, así que mucho tiempo como familia no obtuvimos, le costó mucho salir y cuando lo hizo le costó el mismo trabajo establecer una relación que no fuera simplemente formal, Lyanna ayudó. Podrás decir que yo me parezco a madre, pero esa niña heredó su espíritu.

—Igual hace mucho perdone, padre me escribió sus disculpas.

—¿Lo hizo?

—Si —asintió débilmente—. Debió ser duro para un hombre con su temperamento aceptar sus errores y pedir perdón a alguien mucho menor, así que eso fue lo único que necesité para saber que se encontraba arrepentido.

—Conmigo nunca fue tan directo, aunque en un punto retiró determinadas obligaciones que me correspondian y las conversaciones pasaron de ser formales a hogareñas —respondió con una sonrisa—. De igual forma me mostró confianza y pidió consejo al momento de tomar decisiones importantes a pesar de no ser su heredera.

—Ojalá con todas estas decisiones la familia Tully pueda florecer y encontrar armonía.

—Yo igual espero lo mismo.

—Ese bastardo de Baelish tiene suerte de poseer amistades tan sinceras como las hermanas Tully —Brandon rodó los ojos—. Cualquiera lo hubiera dejado a su suerte y sin embargo las dos apelaron ante mí para que no lo lastimara.

—¿Lo cumplirás? —preguntó curiosa, sabía que él no lo mataría pero algo le decía que lo heriría, el punto era descubrir si sería de forma permanente o solo pasajera.

—Será una sorpresa —él soltó una pequeña carcajada—. Vamos a otro lugar, estoy seguro que mi reloj biológico no falla y aun falta algo de tiempo antes del duelo.

—Bien —le sonrió débilmente.

Quería observar a los abanderados e hijos de estos reaccionar ante el cambio de su hermano, muchos en el norte lo recordaban como un niño enérgico capaz de derrotar a cualquier persona tres años mayor que él; si bien era cierto que seguía siendo el mismo ahora poseía más calma dentro de sí mismo, seguramente inculcada por Lord Arryn o Elbert ya que dudaba que Roberth tuviera algo que ver en eso.

Ni Catelyn, Lysa o algún otro miembro de la familia Tully se les acercó el tiempo restante antes del duelo y solo recibieron breves miradas por parte de los sirvientes del castillo, aun se preguntaba si esto era por el alboroto ocasionado o por la posición que ahora poseía Eddara, Si bien era cierto que solía tratarla con respeto por su apellido esto había incrementado, lo mismo que con miradas y atenciones, creyó que alejándose de Kings Landing esto disminuiría y si bien lo hizo no fue tan drástico, Brandon tenía razón, debía acostumbrarse pronto a esto ya que ese sería su futuro.

Ambos se levantaron de su lugar al ver a Lysa caminar en su dirección junto a una septa de mirada severa, la niña poseía los ojos hinchados en señal de que había llorando minutos antes aunque el cambio era notorio a diferencia de su comportamiento anterior.

—Mi padre pidió que los buscara y llevará directamente al patio de entrenamiento —ella dijo sin permitirse otra expresión.

—Muchas gracias lady Tully —respondió Eddara levantándose—. Guíe el camino.

La niña asintió lentamente dando la vuelta, no tuvieron que recorrer una larga distancia ya que se encontraban cerca del lugar. Desde la distancia pudo captar las figuras de toda la familia Tully incluyendo al niño menor y futuro lord de Riverlands siendo sostenido por la que imaginaba era su niñera, muy cerca de ellos estaba lord Baelish junto a dos soldados y su rostro se encontraba pálido.

—Padre, cumplí con lo que me solicitaste —Lysa se dirigió a lord Tully quien asintió y le hizo una señal, ella suspiró ligeramente antes de colocarse junto a su tío.

Tanto Brandon como ella mantuvieron una ligera distancia, en este punto lord Baelish era un retador y su hermano alguien que aceptó el duelo mientras que lord Tully actuaría como mediador, así que su familia de igual forma estaría presente sin intervenir, Eddara no posee mucho conocimiento sobre duelos en el sur más que por libros leídos y por ello le sorprendida cuán formal estaba siendo todo el asunto.

—Lord Baelish y lord Stark por favor acérquense —dijo lord Tully, los mencionados lo hicieron, uno con mayor seguridad que el otro—. Dejaré en claro esto antes de iniciar, no aceptaré muertes o derramamiento de sangre innecesario ya que es un duelo por honor y nada más que eso. Escuche las peticiones de ambos y Petyr no puedo aceptar tu solicitud, mi hija está de acuerdo con el matrimonio así que respetaré su voluntad; mientras que su petición lord Stark es aceptada, personalmente me encargaré de hacer donaciones a nombre de lady Stark.

—Muchas gracias lord Tully —Eddara observó sorprendida a su hermano ante las últimas palabras, poca atención le prestó a la expresión abatida de lord Baelish, ella misma no entendía porque hizo aquella solicitud si ganaba el duelo, mucho menos que lord Tully aceptará, lo lógico era negarse y deslindarse ya que quien debía hacerse responsable o asumir las consecuencias era lord Baelish, así que en todo caso él era quien debía hacer donaciones y no lord Tully.

—En ese caso por favor tomen sus espadas, al ser un duelo y no un partido de entrenamiento usarán acero —declaró el hombre—. Todos los presentes seremos testigos, el ganador será quien desarme a su contrincante, ¿Entendido?

—Por supuesto —ambos dijeron.

Eddara observó a cada uno sostener una espada, la diferencia de habilidad se podía notar con solo comparar la pose y forma en que la espada se encontraba entre sus manos; en uno era notoria la experiencia y en otro la falta de habilidad. Se mantuvo firme mientras escuchaba la orden que indicaba el inicio y también lo injusto del duelo, ella a comparación de Lysa o Catelyn que se crispaban ante los movimientos mantenía una expresión tranquila, desde que cumplio los 13 años presenció suficientes ejecuciones para controlar su rostro.

En pocas palabras fue triste y humillante ver a lord Baelish intentar luchar, sus movimientos eran torpes y apenas soportaba el peso del acercó; Brandon solo estaba jugando y en su expresión divertida era claro que su propósito más que herirlo de manera física era dejarlo en ridículo hiriendo su orgullo, muchas veces eso era más doloroso que una cicatriz o llegaba a ser tan notorio como una mutilación o discapacidad.

Podía escuchar las palabras burlonas de Brandon hacia el niño para hacerlo sacar de quicio y funcionaban a la perfección si la frustración en la mirada del contrario indicaban algo, en varias ocasiones este acababa en el suelo después de que su hermano consiguiera evitarlo o lo hiciera tropezar con sus propios pies. Pronto escucho unos breves sollozos de Lysa junto a Catelyn que mostraba una mueca.

—Padre… —la niña dijo en un susurro.

—Lord Brandon está acatando las reglas del combate —dijo sin almendrarse lord Tully.

—Pero…

—Lysa, sino puedes seguir viendo retírate —ella cerró la boca aunque su expresión llorosa no cambió.

Pronto Brandon decidió que ya no jugaría con lord Baelish y comenzó a atacarlo de verdad, sus golpes fueron más precisos y le daría crédito al niño por bloquear y salir de la línea de visión de su hermano, sin embargo esto no duró mucho. Brandon sin perturbarse atacó directo a las piernas del contrario consiguiendo herirlo cerca del muslo, esto provocó un jadeo de Lysa; sin perder el ritmo lanzó otro golpe en dirección del brazo derecho del chico muy cerca de la muñeca de este.

Lord Baelish soltó la espada con un grito y se aferró a su brazo lastimado.

—Lord Stark es el ganador del duelo —declaró de forma solemne lord Tully, su hermano dejó caer la espada al suelo ante las palabras dichas.

—¡Eso…! —Lysa intentó alzar la voz mientras se acercaba, su padre la detuvo del hombro.

—Te permití acudir al duelo pero solo eso, septa llévela a su habitación en donde permanecerá hasta su partida.

—¡Padre, no es justo!

—Lo es, tu hiciste una promesa y ahora debes cumplirla —la septa se llevó con ayuda de algunas sirvientas a Lysa que sollozaba; lord Tully se acercó hacia donde permanecen tanto Brandon como el niño que lloraba por su brazo—. Petyr, apreció mucho a tu padre y por eso te tomé como pupilo sin embargo falle al mostrarte lo que es la empatía y humildad, no pienso fallar de nuevo en eso, así que espero esto sirva de lección, antes de actuar de manera imprudente piensa detenidamente en las consecuencias de tus decisiones.

—Lord Tully.

—Llevenlo con el maestre a que cure sus heridas —ordenó el hombre a los soldados que se mantenían viendo el intercambio—. Más tarde continuaremos con esta conversación Petyr.

—Esperen —Catelyn intervino mirando al niño y soltando un ligero temblor—. Petyr, quiero dejar esto en claro, siempre te veré como un amigo e incluso un hermano menor, así que no puedo aceptar ningún otro tipo de sentimiento y mucho menos ahora que yo poseo mis propias responsabilidades, apreció tu preocupación pero espero que antes pidas mi opinión.

El niño solo la observó sin responder realmente antes de que fuera llevado por los soldados para ser atendido, Eddara no poseía tantos conocimientos sobre cortes sin embargo podia intuir que las heridas no eran tan severas, probablemente tardarian en sanar pero no lo dejarian incapacitado.

—Lord Stark —lord Brandon llamó a su hermano—. Cumpliré con mi promesa y las donaciones serán destinadas a nombre de su hermana.

—No es necesario —tuvo que intervenir.

—Lo es —este asintió—. Aunque no piense que el dinero saldrá de mi bolsillo, es una especie de préstamo, cuando lord Baelish sea capaz de sostenerse pagará la deuda contraída con los Tully, esto lo sabe su señor padre y estuvo de acuerdo con la petición.

—Gracias lord Tully —asintió Brandon.

—Me retiro, debo supervisar a mi hija —el hombre dijo y observó a Catelyn—. ¿Me acompañas?

—Por supuesto —ella asintió, antes de seguir a su padre les sonrió débilmente—. Nos veremos en la cena.

—Por supuesto —Eddara le respondió el gesto—. Ve, seguro que tu hermana te necesita en este momento.

Catelyn dio la vuelta y tomó de los brazos de la niñera a su hermano menor que se despidió de ellos con un movimiento del brazo, sir Tully les dio un breve asentimiento antes de marcharse dejándolos nuevamente solos.

—Parece que lord Tully hará lo mismo que padre —habló por fin Brandon.

—¿A qué te refieres?

—Sobre las ejecuciones.

—¿Por eso Edmure se encontraba presente en el duelo? —preguntó curiosa, el niño había estado lanzando preguntas características de alguien de tres años durante el combate.

—Si —asintió—. Le comente sobre como padre a cierta edad nos llevaba a presenciar ejecuciones para adquirir experiencia y sentido de responsabilidad.

—Ahora entiendo porque nadie parecía sorprendido de mi falta de reacción —dijo con una sonrisa—. Normalmente cualquier mujer se hubiera asustado, pero después de ver cabezas cortadas llenas de sangre uno se hace inmune a ciertas cosas, no a todo porque eso nos haría psicópatas, pero si aprendes a controlar tu expresión.

—De igual forma le gusto la forma en la que no vemos esto con morbosidad, sino más para ser responsables de tus decisiones —encogió los hombros Brandon.

—Y me parece adecuado que Catelyn aprenda ciertas costumbres nuestras —dijo lentamente—. Así no le tomará por sorpresa cuando su primer hijo acuda a una ejecución.

—Cierto, te dejaré sola, debo ir a cambiar mi ropa, se mancho de sangre.

—Por supuesto, nos veremos más adelante, yo igual necesito hacer unas cosas.

—¿Referente?

—Al norte —encogió los hombros—. Y no reacciones de esa forma, después de enviar estos documentos probablemente sea la última vez que me ocupe de algo referente a la administración de Winterfell.

—Bien, bien, lo entiendo —respondió con tono cansado—. Te dejaré haciendo tus labores.

Lo observó marcharse mientras ella sonreía débilmente, más tarde le preguntaría que buscaba con su petición a lord Tully y su actuar con el duelo aunque ya se daba una idea, pero nada como obtener una respuesta de la boca de su propio hermano, por ahora solo deseaba que las cosas tanto para Catelyn y Lysa mejorara e incluso que lord Baelish llegará a un entendimiento con sus emociones, Eddara veía mucho potencial en el niño y al mismo tiempo eso podía significar peligro ya que si este mejoraba y se colocaba en contra eso no sería positivo, este pensamiento era algo confuso.

La Eddara que partió y se crió en el Norte nunca sería tan negativa y mucho menos sobre un niño de doce años, sin embargo su corto tiempo en el Sur la había vuelto más desconfiada y ni siquiera dos lunas estuvo en el lugar, se temía cuanto sería lo que la cambiaría una vez dejara Winterfell de manera definitiva.

Notes:

Quiero mencionar que en esta historia murió mucho antes la mamá de Catelyn y Lysa, por ello esta Catelyn no posee una educación tan enfocada a liderar su tierra ya que Edmure nació en el momento justo y como tal él será el futuro lord Tully, así que Catelyn se dedicaria más a su rol de futura esposa, madre y señora.

Igual lamento si hay errores, no revise muy bien la ortografia pero queria subir este capítulo ya que había demorado mucho y en compensación esta actualización es larga.

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