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Drunk in Love

Summary:

Taiju y Mitsuya no han pasado tiempo juntos últimamente pero a veces el alcohol ayuda a reponer el tiempo perdido.

Notes:

Primera vez escribiendo a Taiju bottom! desde hace tiempo tenia las ganas de hacerlo💙
Espero les guste 🤧

Work Text:

Taiju se dejó caer sobre el sofá, recostando su cabeza contra el suave cojín casi adormecido, el sonido de una lata al abrirse resonó en la sala.

—¿Taiju? —la conocida voz de su esposo se hizo presente — ¿Qué haces despierto a esta hora?

—Solo quise tomarme unas cervezas mientras te esperaba.

—Para esa gracia mejor me hubieras acompañado, la pasamos muy bien en el bar.

—No, era un momento especial para estar con tus amigos después de todo Pah se va a casar pronto, ¿Hakkai te vino a dejar?

—En realidad Draken y Mikey me dieron el aventón, Hakkai se quedó dormido de tanta cerveza que ingirió —río al recordar a su amigo babeando la chaqueta de Kazutora— Pah lo llevó a su casa. Ese borracho no sé porqué es tan débil con el alcohol.

—Mmm creo que eres el menos indicado para decir eso —mencionó al notar la cara sonrojada de su esposo por haber bebido mucho— tú te emborrachas a la tercera lata.

—¡Claro que no! mírame yo ando como si nada. Si estuviera borracho ¿podría hacer esto? —dijo Mitsuya y de inmediato empezó a saltar, intentando hacer algún tipo de acrobacia.

—Ya entendí estás más sobrio de lo normal —soltó una carcajada y empezó a palmear el puesto libre que tenía a su lado en el sofá — ahora para de hacer eso que te puedes caer, mejor ven y siéntate conmigo.

—Voy —de inmediato Mitsuya obedeció y se sentó junto a él. Pudo notar que había varias latas de cerveza regadas en la mesa de enfrente, al parecer Taiju se encontraba en el mismo estado que él.

—La próxima vez podemos beber juntos para relajarnos un rato —recostó su cabeza en el hombro de Taiju —últimamente hemos estado demasiado ocupados, debemos darnos un momento juntos.

—Tienes razón, tenemos que hacerlo. —Taiju se movió y tomó suavemente el rostro de Mitsuya y lo acercó a la suya para unir sus labios. Un beso dulce que poco a poco se intensificó.

Se besaron por varios segundos hasta que tuvieron que separarse para tomar aire.

—Taiju, te amo y mucho —el de cabello lila entrelazo sus dedos con los de Taiju, mirándolo con una sonrisa reconfortante.

—Yo también, Takashi.

—¿Como que “yo también”? dímelo más bonito —fingió un puchero— sino pensaré que no me amas lo suficiente.

—Supongo que estás en lo correcto. —Taiju bromeó.

—¡Hey! —Mitsuya dijo riéndose mientras le daba un empujón.

Taiju no pudo evitar también reírse al ver la reacción de su pareja y le devolvió el empujón. Los dos idiotas borrachos comenzaron a empujarse de un lado a otro hasta que finalmente cayeron uno sobre el otro, Taiju se presionó contra el brazo del sofá, mientras su amado estaba sobre él.

Mitsuya miró fijamente a los ojos de Taiju, sonriendo de oreja a oreja. Sin mucha advertencia, Mitsuya comenzó a besar su mandíbula mientras sus suaves manos subían lentamente por la camisa del otro hasta llegar al pecho. El mayor yacía allí, inmóvil, sin saber cómo reaccionar. Su cuerpo se sentía al rojo vivo, la excitación se acumulaba lentamente en su interior. Apartándose del beso, Takashi pasó sus dedos por el cabello del otro, estaba completamente despeinado.

—Ojalá pudiera verte así más a menudo, Taiju.

Taiju quiso decir algo, pero las palabras no salieron de su boca. Los dedos de Takashi recorriendo suavemente su cabello, el ligero aroma del perfume mezclado con el del alcohol llenando su nariz, la mirada penetrante que lo observaba como si fuera lo más bello del mundo... joder, amaba tanto a Mitsuya.

Deslizo su mano hasta la entrepierna de Taiju, palmeando su erección a través de sus pantalones. Taiju presionó y movió sus caderas contra la mano de Mitsuya con ligera desesperación, observando con los ojos entrecerrados mientras Takashi comenzaba a desabrochar cuidadosamente el cinturón que usaba. Lentamente, deslizaba los pantalones de las piernas de Taiju, arrojándolos al suelo sin pensarlo mucho.

—¿No se siente mejor, Taiju? —Mitsuya sonrió coqueto, acariciando burlonamente la entrepierna del otro.

Taiju dejó escapar un gemido y empujó sus caderas ligeramente hacia la palma de la mano de Mitsuya. La respiración de Takashi se aceleró. Se inclinó a besar a Taiju y con una mano subiendo por el costado de su cabeza para agarrar y tirar del cabello del mayor. Taiju arrojó sus brazos sobre los hombros de su amado, metiendo su lengua a través de la boca del otro, y un suave gemido escapando de lo profundo de su garganta. Taiju se apartó del beso, los pesados jadeos de los dos llenaron la habitación.

—Te amo más de lo que puedes imaginar, Takashi

—Nunca lo he dudado mi vida. —dijo conmovido.

Takashi comenzó a masturbar intensamente a su esposo, Taiju se llevó una mano a la boca en un intento de amortiguar sus sonidos, cerrando los ojos con fuerza.

—Ah-ah Taiju sabes cuánto me encanta escuchar tus gemidos. Por favor no te reprimas.

Las cejas de Taiju se fruncen, las caderas se tambaleaban mientras soltaba un gemido agudo, arqueando la espalda desde el sofá.

—Vamos, Taiju, córrete para mí...

Gimiendo en respuesta, Taiju miró al de cabello lila con una mirada de sumisión. La mano de Mitsuya se deslizó hasta la punta del pene endurecido de Taiju, acariciando lentamente y provocándolo. Las piernas de Taiju temblaron cuando comenzó a gemir mucho de placer, sintiéndose mareado cuando un intenso orgasmo lo invadió. Su pene rojo e hinchado palpitaba y se retorcía mientras el semen brotaba de él, llegando a salpicar su abdomen.

—Buen chico... déjalo ir todo.

Taiju sintió que su rostro se calentaba por el elogio, su cuerpo temblaba con cada respiración que dejaba escapar, pero la repentina pérdida de sensaciones dejó a Taiju deseando más.

—¿Tuviste suficiente? —Mitsuya le preguntó con sarcasmo pues lo conocía demasiado bien y sabía que Taiju no se conformaría con que solo lo hayan masturbado.

Sacudiendo la cabeza, Taiju presionó sus caderas contra las de Mitsuya, gimiendo con necesidad. Al escuchar los gemidos de Taiju, el menor sonrió con malicia.

—Si quieres más— se acercó a su oído y le susurro —pídelo y di por favor.

—No voy a hacer eso.

Mitsuya sabía que al otro le gustaba llevar la contraria en ese tipo de situaciones así que se inclinó y besó a lo largo del cuello de Taiju. Poco a poco fue bajando y terminó besando y lamiendo uno de sus pezones logrando hacer temblar a Taiju, su pecho era uno de sus puntos débiles.

—Mmm, si no lo haces ahora, te haré rogar por ello.

Continúo lamiendo y chupando, mientras lo hacía una de sus manos fue a dar directo al pene nuevamente erecto de Taiju. Los dedos de Mitsuya se cerraron alrededor de la longitud, comenzando a mover su mano de arriba y abajo. Taiju resopló fuertemente en respuesta, la cara se calentó con su excitación mientras movia las caderas y dejaba escapar un débil grito. Su cuerpo temblaba únicamente por la sobre estimulación. Mitsuya estaba complacido de estar llevando a la locura a su amado.

—Eres tan sensible y sucio... mírate estás temblando solo con mi toque...

Mitsuya escupió en su mano y con cuidado la pasó por el culo de Taiju, presionando dos dedos contra la abertura hasta que logró empujarlos dentro, curvando sus dedos para frotarlos contra las paredes de su trasero. Observó de cerca las expresiones de Shiba, una sonrisa apareció en su rostro cuando los gemidos de él aumentaron en volumen una vez que había empujado profundamente contra cierto punto dentro de él.

—Parece que encontré algo… —murmuró Takashi, frotando sus dedos a propósito directamente en la próstata de Taiju.

Reprimiendo sus gemidos de placer, Taiju cerró los ojos y dejó caer la cabeza hacia atrás. Su respiración era irregular y pesada.

—Ta-Takashi, maldito, carajo yo… aaaahh

Mitsuya ignoró los gemidos desesperados de Taiju. No se detendría hasta que estuviera rogando debajo de él.

—Jo-Joder, Takashi…— Taiju ni sabía que decir, no podía pensar con claridad estaba nublado por el placer. Llevo una mano a la boca para amortiguar los ruidos que dejaba escapar.

—Te dije que no te reprimieras, puedes gemir todo lo que quieras. ¿Ansias tanto mi polla? Solo tienes que pedirlo, pero si no lo haces simplemente me iré y tendrás que terminar solo. —una amplia sonrisa apareció en el rostro Mitsuya, sabía que Taiju no podría aguantar por más tiempo.

Taiju miró a su esposo con ojos llorosos, moviendo sus caderas con necesidad. Su pene se retorcía y palpitaba, necesitaba correrse, necesitaba tener a Takashi dentro de él.

—Aghh... Maldito Takashi, estoy cansado de tus burlas... solo fóllame ya...

—¿Qué dijiste? No te escuche habla más fuerte.

—Claro que me escuchaste idiota, ¡que me folles!

Las palabras de Taiju habían prendido un interruptor en el cerebro de Mitsuya. Buscó a tientas el botón de sus pantalones hasta que se abrió con un rápido movimiento. Se bajaba los pantalones, moviéndose encima del otro y presionando su dolorida y dura polla contra el agujero de Taiju. La mezcla del rostro lascivo y a la vez sonrojado de Taiju hizo que el corazón de Mitsuya se acelerara.

—Eres tan hermoso... yo también simplemente ya no puedo contenerme más.

Mordiéndose el labio, Mitsuya giró sus caderas hacia el otro, metiendo poco a poco su miembro dentro. Taiju no pudo evitar soltar un gemido, sus paredes internas se apretaron con fuerza alrededor del pene de Takashi. El mayor respiraba con dificultad a través de sus dientes apretados, el cuerpo tenso y tembloroso. Agarrando con fuerza tanto el brazo como el respaldo del sofá, Mitsuya comenzaba a moverse intensamente dentro y fuera del hombre más grande, jadeando por la emoción.

—M-Mierda, vas a romper el maldito sofá... —Taiju se rio entrecortadamente, el sudor corría por su rostro. A pesar de sus palabras en realidad le encantaba que su esposo se lo hiciera rudo.

Mitsuya también se rio entre dientes y se inclinó, metiendo su cara en el hueco del cuello de Taiju, ocasionalmente chupando y mordisqueándolo.

Taiju envolvió sus brazos alrededor del hombre que estaba encima de él, su respiración dificultosa se hizo evidente mientras luchaba por dejarse llevar, su cuerpo se sacudía ligeramente con cada embestida brusca en él. El sonido de los gemidos quejumbrosos de Taiju y la piel mojada de los dos golpeando juntos habían llenado la habitación mientras Mitsuya aumentaba el ritmo de sus embestidas. Cualquier pizca de autocontrol de Takashi había desaparecido por completo, el de cabello lila agarraba con fuerza la cintura de Taiju para penetrarlo profundamente. La cabeza de Taiju cayó hacia atrás, aturdido y mareado por la abrumadora sensación de satisfacción. Pre-semen se había acumulado en la punta de su miembro, goteando lentamente por su eje.

—Ta-Taiju no creo que pueda durar mucho más…

—Yo tampoco… aaaahh… joder...

Las embestidas de Mitsuya se volvieron más y más descoordinadas, sintiéndose cada vez más cerca de su clímax. Taiju apretó las piernas y gimió en voz alta, su semen salpicó tanto a él como a Mitsuya. Eso fue suficiente para llevar a Takashi al límite. Una sensación eléctrica se disparó por todo su cuerpo, y empujó su cara contra el hombro de Taiju, mordiendo su piel mientras eyaculaba dentro suyo.

Mitsuya se retiró y se recostó junto a Taiju, ambos trataban de recuperar el aliento. Taiju envolvió sus brazos alrededor de Takashi y lo abrazo suavemente. El ambiente se volvió tranquilo hasta que Mitsuya abrió la boca.

—¿Quieres otra ronda?

—¿Acaso quieres matarme? Te conozco y sé que luego pedirás otra ronda, y luego otra y otra. Cuando bebes te pones insaciable.

—Lo siento —Mitsuya se rio —si quieres podemos irnos a dormir ya.

—Oye no me he negado.

—¿En serio quieres hacerlo? Pensé que te estabas quejando.

—Si quiero, pero reflexiona en lo que te dije.

—No te hagas el correcto que tú te pones igual cuando bebes.

Y siguieron amándose toda la noche poniendo el alcohol como excusa.