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Sangre de gitana.

Chapter 17: Pagando deudas.

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Lena sabía que el tiempo entre ellos eran limitado, pero cuando despertó a la mañana siguiente solo podía estar feliz de verse a lado de Nevra, el joven estaba recostado a su lado, la chica le miraba con una sonrisa y se acercó para acariciar su rostro. Nevra estaba despierto, sin embargo, esperaba ver que hacia su compañera.

—Oye, no vayas a hacerme nada pervertido —menciono el chico. Lena se sorprendió de que el joven estuviera levantado y le dio un almohadazo en la cara.

—Si estas despierto al menos, avísame. —

—Hay que fiera por las mañanas — dijo el chico en tono juguetón.

Ambos se levantaron para tomar el desayuno, Lena debía regresar con su grupo y Nevra lo sabía, disfrutaron la comida y al terminar el chico llevo a caballo a la joven hasta el muelle, donde pararon cerca de la costa, Lena le miro sintiendo una tristeza enorme, no sabría cuando lo volvería a ver o incluso si es que sus caminos podrían cruzarse de nuevo, Nevra sentía lo mismo, no quería dejarla ir y no podía quedarse con ella. Se tenían que despedir, pero no sabían exactamente qué decir, no querían separarse.

—Lena, esta vez por favor ten más cuidado —menciono el chico, tomando la mano de la joven. —De verdad que cada vez que me separo de ti no puedo evitar el estar preocupado, por pensar que puedes estar en peligro, que algo o alguien te puede llevar y yo… siempre pienso en ti, en cada momento, desde que despierto hasta que duermo y solamente deseo que te encuentres con bien. —

Lena estaba conmovida por esas palabras, se sentía halagada, ella también siempre pensaba en Nevra, rezaba por el e incluso llegaba a fantasear con que algún día podrían estar juntos y ser felices.

—Nevra, te prometo que tendré mucho más cuidado, yo también siempre pienso en ti y aunque no lo creas también me preocupa que estés con la guardia, sea como sea tu trabajo es peligroso, podrás morir, bueno… —dijo haciendo una pausa. —No sé si los vampiros pueden morir en realidad, pero también temo por ti. —

—Para tu información si podemos morir, aunque es difícil que nos maten y si es cierto mi trabajo es riesgoso, pero soy mucho más resistente que tú. —

Ambos se rieron para luego abrazarse, era el momento de la despedida, Nevra le dio un último beso a Lena, uno con un significado especial, era un beso tierno, pero que demostraba todo el cariño y amor que el sentía por ella.

—Lena, toma esto —comento Nevra, entregándole una especie de papel con un sello que tenía algo escrito en un idioma que la chica no podía entender. —Si alguna vez te encuentras en peligro y me necesitas solo quémalo, yo sabré donde encontrarte e iré por ti. —

—Gracias Nevra, espero no tener que usarlo. —

—Yo espero lo mismo. —

Lena le dirigió una última sonrisa y se retiró, no quería mirar atrás, sería más doloroso de lo que ya era. Nevra la vio irse, soltando un suspiro, se sentía muy mal, quería correr a abrazarla y no dejarla irse nunca de su lado, pero no podía, no aun, quizás cuando pudiera retirarse de la guardia podría ir y estar a su lado.

Mientras tanto Eric y los demás continuaban en búsqueda de Lena, la histeria crecía en el grupo, Vicu no dejaba de querer salir, mientras los demás la detenían, pues no podía hacerlo o serian descubiertos. El enmascarado intentaba que mantuvieran la calma, mientras le llegaban pergaminos y mandaba respuestas con su familiar. Al final Lena apareció, llego caminando por el puerto como si nada, Eric corrió a su encuentro junto con Vicu y la abrazaron con efusividad.

—¡Lena, por dios! ¿estás bien? ¿Cómo apareciste? ¿Cómo escapaste? —pregunto Vicu inmediatamente.

—Lena, estoy tan feliz de que te encuentres bien ¿no te hicieron nada ¿verdad? —cuestiono el chico. —Créeme si algún bastardo te hizo algo, lo matare. —

—No me paso nada, estoy perfectamente, en serio —dijo Lena, tratando de calmar a todos.

El enmascarado se acercó lentamente al grupo que rodeaba a la joven, escuchando atentamente, el que la chica hubiese aparecido así sin más le parecía sospechoso, sabía que la joven era astuta, pero no lo suficiente fuerte para luchar contra varios sujetos. Tenía curiosidad de saber, qué habría hecho en realidad

—¿Lena, pero como escapaste? ¿Qué hiciste? ¿Engañaste a tu comprador ¿Qué paso? —

Lena no tenía una historia creíble en ese momento, no había pensado bien en que decir, podía mentir diciendo que en realidad había escapado, pero no podrían creerle pues se encontraba totalmente ilesa. Entonces el enmascarado interrumpió la conversación, podía notar el titubeo de la chica, algo había pasado que no quería decir, era mejor ir en su ayuda y que luego ella le contara los detalles de su escape.

—Uno de mis hombres ayudo a Lena, ¿no es así? —menciono el hombre.

—Sí, así es —dijo Lena, siguiéndole el juego era lo mejor en ese momento, esa historia era muy creíble y nadie pondría en duda las palabras del enmascarado.

—Como les dije tengo muchos contactos, así que solo hice que el interceptara a su comprador y ayudara a Lena a escapar. —

—Sí, uno de los aliados del enmascarado me ayudo a escapar, estábamos un poco lejos, así que tuvimos que acampar y me trajo hasta aquí —dijo la chica inventando una pequeña historia sin muchos detalles.

Eric y los demás no dejaban de agradecerle al enmascarado por su intervención, que Lena estuviera sana y salva era algo que nunca podrían terminarle de pagar. El hombre solo asentía y les decía que no era nada, que al ser sus aliados era su obligación ayudarles cuando hubiera algún peligro. El enmascarado después de todas esas palabras se acercó a Lena, para susurrarle en el oído.

—Sabes que me debes una ¿verdad? —

Lena asintió con la cabeza, soltando un suspiro, lo menos que quería era deberle algo al enmascarado, pero si sus compañeros descubrían que en realidad había estado con Nevra, no la dejarían salir del refugio jamás, ni siquiera la dejarían volver a pelear y eso no podría tolerarlo.

—Sí, sé que te la debo —comento ella por lo bajo.

Finalmente, los humanos se encontraban tranquilos y podían reagruparse para salir del puerto, sin embargo, el enmascarado tenía una última cosa que hablar con ellos.

—Bueno, esta vez los he ayudado al igual que la última ocasión, así que ahora yo tengo que pedirles algo. Habrá otro encuentro con la Guardia de Eel y esta vez será algo que escale a una batalla, mis informantes me han contado que en un poblado encontraron muchos trozos de cristal, sin embargo, la Guardia nos lleva mucha ventaja y llegaran antes que nosotros, por ende, los tendrán en sus manos y deberemos pelear por ellos, necesito su ayuda, necesito que sean parte de mi ejército, debo recuperar esos cristales a como dé lugar. No aceptare un no por respuesta, ya he hecho mucho por ustedes y esto es una alianza. —

Eric se quedó callado meditando, Lena trago grueso, sabía lo que significaba eso, una guerra contra la guardia, una batalla que podría ser mucho peor que la última ocasión.

—Sabes que no nos negaremos, no después de todo lo que has hecho por nosotros, lo que sea te ayudaremos, pero en este momento somos muy pocos hombres, creo que deberíamos volver al refugio para estar lo suficientemente preparados para lo que se viene —dijo Eric.

—Estoy de acuerdo, quiero que reúnas a tus mejores peleadores, los más capacitados, esto no será sencillo y será muy peligroso —comento el hombre.

—Lo sé, pero esto es por nuestra alianza y creo que también será una advertencia a la Guardia. —

—Veo que eres muy inteligente, es justo lo que quiero, si recuperamos los cristales y salimos victoriosos esto será una advertencia a la Guardia, de que nuestro ejército es lo suficientemente poderoso para hacerles frente y todo Eldarya lo sabrá. —

Eric siguió platicando un rato más con el enmascarado para quedar en donde se reunirían cuando estuviesen listos, así como cuál sería el plan de acción, después de esa entrevista el sujeto de la máscara pidió hablar con Lena a solas. Mintió a los demás diciendo que solo quería que la chica le diera una descripción del informante que le ayudo, así él podría recompensarle. Lena se reunió con él en una habitación del barco, la chica se sentía intimidada, esta vez él tenía la ventaja sobre ella.

—Te preguntaras por qué pedí verte, bueno es sencillo, se perfectamente quien te rescato, así como sé que no quieres que tus amigos se enteren de ello. —

Lena sintió el sudor frio recorrer su espalda, cómo se había enterado. El enmascarado había hecho unas cuantas investigaciones luego de la mentira que había creado para cubrir a Lena, sus informantes habían averiguado sobre el jefe de Guardia que había comprado a una esclava en el puerto. No había sido demasiado difícil para él atar cabos, solo existía un jefe de Guardia que conocía a Lena lo suficiente, Nevra.

—¿Co… como sabes? —cuestiono, nerviosa.

—Por dios, tengo ojos y oídos por todo Eldarya crees que no sabría de tu pequeño encuentro con ese líder de Guardia —respondió el enmascarado, en tono de burla.

—¿Piensas chantajearme con esto? —pregunto ella en un tono defensivo.

—Tranquila no les diré nada, es más lo único que quiero es decirte algo, no me importa tu pequeño romance con Nevra, solo quiero que las pláticas de almohada se limiten, no quisiera que la Guardia de Eel se enterara de mis planes ¿entiendes? —menciono el hombre hablando con un tono juguetón

—¡No tenemos esa clase de relación! —exclamó Lena, sonrojada.

—No me importa qué relación tengan, amantes, amigos con derechos, lo que sea, solo quiero que entiendas que el sigue siendo del otro bando, así que no le cuentes nada que no debas. —

—Jamás diría algo que comprometiera a mis amigos, Nevra lo sabe. —

—Bien, entonces todo perfecto, aunque debo admitir que me sorprendió mucho que de todos tú te vieras envuelta con un jefe de Guardia, te creía más sensata, Lena. —

Lena estaba avergonzada, sentía esas palabras como un reproche y es que él tenía razón, normalmente ella era la más prudente de su grupo, pero en esto no pensaba con claridad.

—Algunas cosas pasaron —dijo la chica como justificación.

—No dudo eso, escucha si solo te gusta porque es muy bueno en la cama no diré nada, pero si es algo serio entonces deberé intervenir. —

—¿Así y que harás? ¿Decirles a todos? —pregunto Lena con un tono de fastidio en su voz.

—Claro que no, no soy un bocón, solo… —menciono el hombre acercándose a la chica. —Podría intentar que te olvides de él —añadió, tomando la mano de la chica, se levantó un poco la máscara y planto un pequeño beso. Lena estaba sorprendida por ese gesto, tanto así que se quedó sin saber que decir.

—No te asombres, creí que desde nuestro primer encuentro había quedado claro que me interesas —comento el sujeto.

—No creí que de esa manera —menciono Lena.

—Quien no podría estar interesado en ti de esa manera, eres hermosa, inteligente, valiente y muy astuta, como no podrás llamar mi atención con tantas cualidades. —

—Me halagas demasiado, pero ni siquiera te conozco, no se quien se esconde debajo de la máscara, además no confió en ti. —

—Y esa es la última cosa que me gusta de ti, tu precaución, sabes que somos aliados, pero aun así te mantienes vigilante, eso es lo mejor de ti. —

—No te entiendo. —

—No tienes que entenderme, solo tenme en cuenta, podría ser mejor amante que Nevra. —

—¡Suficiente no hablaremos de esto! ¡Si te molesta que me vea con él por nuestra alianza, dejare de hacerlo! —exclamó la chica. —Aunque no lo creas se perfectamente que estoy haciendo una estupidez, sé que él está con la Guardia y se con quién está mi lealtad, tuve un día con él en el cual pude vivir mi fantasía, pero ya paso, estoy aquí y los míos siempre estarán primero por encima de quien sea. —

Lena salió de la habitación diciendo esto último, el enmascarado la vio irse con una sonrisa debajo de la máscara, toda la situación lo divertía, avergonzar a Lena había sido algo que había disfrutado, la chica no era alguien que dejase ver sus emociones; debía admitir que cuando recién se enteró de su romance con Nevra se había molestado, pero después se le había hecho interesante, porque si ella podía enamorarse de un jefe de guardia, también podía gustarle el.

Lo que sucedió después fue que los humanos retornaron a las Costas de Jade, al llegar Eric mando llamar a todos a una reunión de emergencia, el chico conto lo que sucedía, así como pidió que algunos de sus compañeros fueran con él, sin embargo, el joven líder fue muy claro quien quisiera quedarse podía hacerlo, la misión a la que irían era muy riesgosa y no obligaría a nadie a acudir. Lena se ofreció inmediatamente, si su destino era seguir topándose con la Guardia debía hacerse a la idea y no pensaba quedarse dejando a sus amigos tomar ese riesgo, era una misión suicida, pero partiría, lo que sea que pasara, estaría preparada. Muchos se ofrecieron y pronto Eric ya tenía un grupo de hombres y mujeres dispuestos a arriesgarse, el refugio no quedaría solo, algunos que se quedarían a proteger el lugar. Eric pidió a todos descansar y prepararse para el día siguiente que sería cuando partirían y se encontrarían con el enmascarado.

—¿Lena, estás segura de acompañarnos? —pregunto Eric a la chica, muy serio.

—Por supuesto, jamás los dejaría ir sin mí, no voy a quedarme Eric y nada de lo que digas me convencerá —contesto la chica, con determinación.

—Sé que nada de lo que diga te hará quedarte, así que solo prométeme esto, te quedaras a mi lado todo el tiempo —pidió el chico.

—Si claro —dijo Lena, sin entender bien por qué le decía eso.

—Bien, lo mismo va para ti Vicu —menciono el chico, llamando a la joven que se encontraba a escasos metros. —Sé que vendrás y que no puedo dejarte porque eres nuestra mejor arquera, pero de igual forma no te separes de mí. —

—Sabes que siempre acato las órdenes, Eric —dijo Vicu en tono solemne.

—Solo recuérdenlo muy bien, mantenerse a mi lado en todo momento. —

Eric no quería admitirlo, pero estaba asustado, una misión de tal calibre solo podía significar que habría bajas, gente muriendo o heridos de gravedad. Estaba preocupado por sus amigas cercanas, Vicu era una gran arquera, peleaba bien, temía que la hirieran, lo miso con Lena, no quería ver a ninguna herida de alguna forma, pero ellas no se quedarían, su manera de protegerlas era que estuvieran cerca de el en la misión.

A la mañana siguiente el barco zarpo, Eric fijo el curso hacia una isla marcada en un mapa, se encontraba en medio del océano y era el punto de encuentro con el enmascarado. Al arribar al lugar el hombre ya les esperaba con su ejército, el sujeto de la máscara les entrego una armadura parecida a la de él y nuevas armas, necesitaba que estuvieran bien equipados para lo que se venía. El plan era el siguiente se dividirían en tres grupos, uno atacaría al frente para crear una distracción, el segundo haría de carnada para hacer creer al enemigo que iban a infiltrarse, mientras que el tercer grupo entraría por un escondite secreto debajo de la ciudad, el enmascarado tenía conocimiento de varios túneles que bifurcaban debajo de la fortaleza, donde se encontrarían los cristales que custodiaba la Guardia. Ese grupo debería pelear con aquellos faerys que se encontraban ahí, recuperar los cristales y escapar por los túneles. La única cuestión era quienes serían parte del tercer grupo, Eric se ofreció a ir y liderar, sentía que las misiones de sigilo se le daban mejor, Vicu de inmediato pidió estar en ese equipo junto con Lena, al final ese grupo termino formado por una mitad de humanos y otra mitad de faerys.

Los preparativos estaban listos, los barcos zarparon al atardecer y continuaron su travesía por dos días hasta tocar tierra en una costa deshabitada, en donde se podía ver el inicio de un bosque frondoso, todos bajaron de los barcos, mientras un grupo pequeño se quedaba a acampar en el lugar para cuidar las naves. Los demás continuaron su camino, caminaron un rato entre arbustos y subieron una montaña, ya allí el enmascarado indico mirar abajo, desde ahí se podía apreciar una ciudad, esta tenía muros altos de piedra con cuatro torres de vigilancia y una puerta enorme de entrada que solo se abría por dentro. El enmascarado pidió a todos descansar y se dispuso un campamento en esa meseta, el ataque sería muy temprano al día siguiente.

—¿Lena, estás segura de querer hacer esto? Aun puedes arrepentirte y volver a los barcos —menciono Eric, quien tomo asiento a lado de la joven que se encontraba frente a una fogata.

—No me voy a ir, vine a esta misión por una razón y esa es mantenerte a salvo, eres nuestro líder Eric y siempre te lanzas a la batalla como si tu vida no importara, ¿Quién nos liderara sino estas tú? —dijo Lena, mirando al joven rubio a los ojos.

—Siempre he tenido en cuenta que puedo morir en cualquier momento y por eso se quién podría sucederme si algo me pasara, no te preocupes por eso. —

—¡Claro que me preocupo! ¡No quiero que mueras! ¡Quiero que sigas con nosotros hasta el día que volvamos a nuestro mundo! —exclamó la chica.

—Y yo no quiero que tú estés en peligro, pero siempre te empeñas en estar en la línea de batalla, sé que eres buena peleando, que te sabes defender, pero, aun así, no me gusta que te arriesgues tanto —menciono el chico en tono preocupado.

—Sabes que en realidad somos pocos los que entrenamos y aprendimos a pelear, yo lo hice por decisión propia, para no ser un lastre y que me dejen atrás, prefiero mil veces estar en riesgo que solo poder enterarme de lejos como mis amigos mueren o son heridos. —

—Lena, mañana será difícil, así que por favor recuerda mantenerte a mi lado, sigue las ordenes no importa lo que diga, lo acataras y no te pondrás en peligros innecesarios ¿de acuerdo? —

—De acuerdo, Eric. —

Al día siguiente se llevó a cabo el plan, el enmascarado junto su ejército rodearon las murallas de la ciudad, el sujeto dio la orden y varias flechas fueron lanzadas contra la gran muralla de piedra hacia las torres de vigilancia, mientras por dentro un grupo de faerys ataco a los guardias que abrían las puertas de la ciudadela, matándolos y forzando a abrir la entrada. Mientras tanto el segundo grupo se abrió paso por un lado de la ciudad, Ezarel se encontraba en el lugar y al notar lo que sucedía mando a sus aliados a repeler el ataque, además de alertar a otros faerys para que vigilaran muy bien el edificio, donde mantenían los cristales.

El tercer grupo liderado por Eric ya caminaba por los túneles debajo de la ciudad, el joven poseía un mapa dado por el enmascarado que mostraba el camino a seguir, había muchos túneles y de no ser por esa guía probablemente ya se abrían perdido, sus compañeros llevaban las antorchas para iluminar el camino y después de un rato se hallaron debajo de la ciudad, podían notarlo por los sonidos y estruendos de arriba. Eric pidió al grupo acelerar el paso, debían llegar más rápido a la fortaleza, finalmente se hallaron debajo del edificio, Eric giro un mecanismo y se abrió una escalera secreta que daba a un sótano.

El grupo subió con cautela, Eric se pegó a los muros tratando de escuchar si había otros pasos, entonces vislumbro a un guardia cercano que estaba a punto de dar la vuelta, fue cuando lo embosco y tiro al suelo para noquearlo con un golpe bien dado en la nuca. El chico indico con su mano hacia un pasillo e hizo señas para que continuaran, aun había un largo trecho de escaleras frente a ellos. Continuaron subiendo y emboscando a los guardias que se topaban, hasta que llegaron a una estancia larga donde se veía mucha seguridad, varios faerys custodiaban una enorme puerta de madera que se encontraba cerrada. Eric reunió al grupo para este momento las tácticas de sigilo no servirían, tendrían que atacar de frente tratando de ser lo más precisos posibles y así evitar que los enemigos sonaran la alarma.

Se dividieron en dos para hacer el ataque, unos compañeros atacaron de frente con sus espadas desenvainadas, mientras Vicu a la distancia disparaba sus flechas hacia los que intentaban subir al techo para sonar la alarma, Lena enterró una daga en el costado de su oponente y otra más en el cuello, no le gustaba matar sino era necesario, pero en esta ocasión no había otras opciones. El grupo fue vencedor y se hallaron frente a la enorme puerta de madera, Eric sospechaba que dentro había más guardias, así que ordeno replegarse a los costados mientras el abría la puerta.

Cuando la abrió varias flechas fueron lanzadas desde adentro, el chico apenas pudo esquivarlas saltando hacia un lado, mientras un grupo de soldados salía de la habitación con hachas, lanzas y espadas en las manos. El grupo enfrento al ejército, Vicu lanzaba flechas desde las escaleras matando a algunos enemigos, Lena se enfrentó a una ogro gigante que portaba un hacha y que intentaba asestarle un golpe, la chica lo esquivaba como podía, porque a pesar de la altura el sujeto era muy rápido, en uno de los ataques la chica tuvo que tirarse al suelo y rodar, fue ahí cuando se le ocurrió una idea, saco el cuchillo de su bota y se lo enterró en el tobillo haciendo que el tipo trastabillara un poco, entonces ella se levantó y atino una daga en el pecho del enemigo. Sin embargo, Lena no noto a un faery a su espalda que estaba a punto de enterrarle su espada, pero Vicu lo vio y atino una flecha directo en la cabeza, matándolo al instante. Eric, por su parte mataba enemigos rápidamente, era diestro con la espada y solo con algunos se hallaba en dificultades, se enfrentó a un faery ágil, parecía un vampiro o algo más, pues sus movimientos no eran perceptibles, sin embargo, el chico ya había enfrentado algo así antes y sabía que lo mejor era esperar, así fue como se quedó quieto escuchando, cuando sintió el viento cercano asesto su espada enterrándola en un costado de su enemigo que no se esperó ese movimiento tan eficaz.

Finalmente vencieron a todos los contrincantes, Eric índico entrar a la sala, donde se podía ver los trozos de cristal debajo de un vidrio puesto sobre un pedestal, unos cuantos del grupo se quisieron acercar con prisa, pero Eric los detuvo con un movimiento de mano, los cristales así sin más era algo muy sospechoso, tendría que haber algún otro tipo de defensa o sería muy sencillo robarlos. El chico saco de su abrigo un palo pequeño de madera y lo lanzo hacia el pedestal, al caer inmediatamente se incendió, Eric pidió a Vicu que lanzara flechas alrededor para ver si sucedía lo mismo, lo cual paso, finalmente le indicó que asestara una última flecha hacia el vidrio, la flecha se desintegro al contacto.

Eran muchas barreras mágicas, afortunadamente uno de los faerys que los acompañaba sabia un poco de magia y venia preparado con pociones, el chico vertió un líquido color azul verdoso en el piso, esto al hacer contacto soltó una chispa, el suelo brillo unos segundos con un sello mágico y luego despareció. El joven indico que ya se podía pasar y el grupo se acercó al pedestal, ya frente a este el faery saco otro frasco esta vez con un líquido rojo, el chico les dijo a los demás que se alejaran y cubrieran detrás de los pilares de la habitación, vertió el líquido y corrió, este soltó una pequeña explosión que logro romper el vidrio. Lograron su cometido y los cristales se hallaban sin protección.

Eric se acercó para tomarlos y fue ahí cuando sonó una alarma, era una campana en el techo que resonó como eco por doquier, había sido una trampa muy ingeniosa, el joven indico que se fueran de ahí en dos grupos, el primero haría de carnada y bajaría las escaleras para despistar al enemigo, mientras el segundo subiría al techo para esconderse y bajar cuando fuera seguro. Se escucharon pasos de soldados mientras el primer grupo ya bajaba por unas cuerdas hasta la planta baja, la mayoría de soldados les siguieron, pero Ezarel quien había llegado al lugar no se fio y decidió subir al techo con unos cuantos soldados, tenía un presentimiento.

Eric se encontraba arriba con un grupo pequeño, habían matado a los guardias y solo esperaban el momento preciso para salir, Ezarel subió y al verlos ahí ordeno el ataque, los soldados alzaron sus armas, el chico no se lo esperaba y apenas tuvo tiempo de reaccionar, pero Lena lo cubrió con sus dagas desenvainadas, Vicu inmediatamente se aposto en una esquina para tener mayor visibilidad y poder lanzar sus flechas, Ezarel se lanzó a la batalla y mato a unos cuantos faerys de armadura, Eric decidió hacerle frente al ver lo diestro que era, sin embargo al estar luchando se hallaba en desventaja, Ezarel era preciso y asestaba la espada de manera rápida, el chico apenas podía esquivar y chocar las espadas para evitar un golpe inminente, finalmente se halló acorralado, Ezarel asesto la espada, Eric logro esquivarlo y sin pensarlo empujo al elfo haciendo que este se fuera hacia atrás y estuviera a punto de caer por la cornisa, Ezarel apenas se mantenía agarrado con una mano, evitando la muerte inminente que sería una caída desde esa distancia.

El grupo de Eric termino por vencer a los soldados, el chico ordeno la retirada y todos estaban por bajar, Lena vio la mano de Ezarel en la cornisa y se acercó, no tenía corazón para dejar que el elfo cayera y muriera, la chica tomo su mano y lo ayudo a subir bajo la mirada de todos los presentes.

—¡Estás loca! —exclamó uno de los faerys del grupo, mientras Lena ayudaba a incorporarse al elfo, que solo atino a mirar a Lena.

—Me salvaste humana, no debiste hacerlo, váyanse, los dejo ir esta vez, pero la próxima ya no te deberé esta, así que mejor cuídate —menciono Ezarel.

La chica solo asintió y corrió con su grupo, Eric no dijo nada y solo ordeno seguir el camino hacia los túneles, pero al llegar a la planta baja un gran ejército les esperaba. El grupo los enfrento, sin embargo, les superaban en número y su líder indico la retirada, corrieron hasta el sótano y abrieron el pasadizo a los túneles, los soldados les seguían a pesar de que algunos se perdían entre las bifurcaciones de los pasillos. Eric guiaba el camino con el mapa en su mano y una antorcha en otra, entonces una flecha salió disparada desde la distancia, Lena logro verla y cubrió a Eric con su cuerpo, esta se le enterró en el hombro y la chica cayó.

—¡Lena! —grito Eric aterrorizado, mientras Vicu levantaba a la chica. La flecha estaba enterrada muy cerca del corazón, la sangre salía a borbotones y Lena apenas se mantenía consciente.

—¿Lena, por qué? No debiste cubrirme —menciono Eric.

—No… no podemos dejar que tú mueras… —dijo la chica en un hilo de voz apenas audible para luego escupir sangre por la boca. La situación era crítica, aun los perseguían y debían salir de allí.

—Déjenme —dijo Lena, tosiendo.

—¡Nunca! ¡Me escuchaste! ¡Nunca dejamos a nadie atrás! —exclamó Vicu desesperada, sintiendo las lágrimas aglomerarse en sus ojos.

Eric pensaba, necesitaba hacer algo, índico a uno de sus compañeros que cargara a Lena y continuaron corriendo por los túneles, la sangre de la chica caía al suelo indicando a los enemigos por dónde ir, el grupo estaba muy cerca de salir, cuando Vicu se detuvo haciendo que todos le imitaran.

—Alguien debe quedarse —declaro la chica en tono serio.

—¿De qué hablas Vicu? Ya estamos a punto de salir. —

—Exactamente y es por eso que no dejaran de seguirnos, Lena está muy herida y si no recibe atención medica sabes lo que sucederá, alguien debe quedarse y ser el chivo expiatorio, seré yo. —

—¡Vicu, no! ¡No te dejare hacer esto! —grito Eric.

—No te estoy pidiendo permiso Eric, solo te estoy informando de lo que hare, por favor cuida mucho a Lena —menciono, se quitó el saco cubriendo el cuerpo de Lena y se fue corriendo, sabía lo que debía hacer, así que cuando estuvo a una distancia considerable, saco un cuchillo pequeño y se hizo una profunda herida en la mano, escurrió la sangre en el piso haciendo un rastro distinto y se fue por un túnel.

Eric indico a los demás el camino y finalmente salieron a la superficie, el bosque estaba delante de ellos, caminaron por entre la maleza y subieron la meseta hasta el campamento. El chico al llegar pidió un médico para Lena quien fue atendida inmediatamente. Eric se hallaba conmocionado, Lena estaba muy herida y Vicu podría estar siendo encarcelada o peor aún podrían matarla, sea como fuere sentía una gran culpabilidad e impotencia.

Por su parte Vicu aún se encontraba corriendo entre los túneles, sus perseguidores se hallaban cerca podía escuchar sus pasos, la joven decidió dejar de correr, si de todas maneras la atraparían al menos daría pelea, fue así que se halló con arco en mano con la mira lista. Unas antorchas se vieron a la distancia y varios soldados corrieron a su encuentro, Vicu lanzo varias flechas matando e hiriendo a varios, hasta que la emboscaron, fue cuando la chica saco un cuchillo y enterró este al primer faery que vio, pero fue sometida y llevada entre empujones.

Vicu se halló en las prisiones de la ciudad un tiempo después, no era la primera vez que era encarcelada y sabía lo que sucedería, intentarían forzarla a hablar y delatar a los suyos, pero no lo lograrían, no importa lo que hicieran ella no cedería jamás. Así le dieran la mayor de las torturas no diría nada, tendrían que matarla. La chica solo podía pensar en su amiga Lena, que esperaba estuviera bien y ya hubiese sido atendida, rogaba por su salud, aun recordaba ese primer encuentro entre ellas en esa ciudad lejana. Cuando Vicu conoció a Lena, fue en un mercado en una isla, donde vendían muchos tipos de artículos, el grupo de humanos aún era pequeño, pero ella había distinguido a Lena perfectamente, estaba vestida muy elegante con finas telas y joyas vistosas, mientras un hombre de la realeza la acompañaba y eran protegidos por soldados.

Vicu había visto en esa chica una mirada de tristeza y resignación que se había quedado grabada en ella, fue ahí donde decidió convencer a Eric de rescatar a esa chica, no sabía su situación, pero no le importaba, por esa mirada sabía que estaba triste y que debía ser liberada.

Notes:

Hi! Soy Olive, soy la misma autora de wattpad, solo que aquí cambie mi nombre de usuario porque si, no crean que es plagio, he decidio subir la historia aca también y espero aprender usar la plataforma bien.