Chapter Text
Luego de enterarse del embarazo y arreglar con Luo Binghe sobre conservarlo, Shen Qingqiu ahora tuvo que arreglarse para informar a sus hermanos marciales sobre el tema. Pero con su pareja así, por supuesto, que no podían irse al Reino demoníaco.
En todo lo que iba a durar el embarazo, el lugar más seguro para quedarse era la secta Cang Qiong.
Generalmente, siempre que Shen Qingqiu venía a la secta cada algunos meses, se orquestaba una reunión entre todos los líderes para ponerse al día; sin embargo, esta vez la atrasó una semana por el tema de que Luo Binghe había estado enfermo y Shen Qingqiu quería asegurarse de que recuperara antes de irse.
En la reunión, saludo a todos, haciendo pequeñas conversaciones. Aunque recibió una mirada preocupada de parte de Yue Qingyuan y una extraña de parte de Liu Qingge.
Del primero, Shen Qingqiu supuso que se enteró de que llegó primero a la cumbre Qian Cao antes que a Qing Jing, debía pensar que se enfermó si Mu Qingfang no había informado nada.
En cuanto al segundo, Liu Qingge y él no se habían separado de la mejor forma, después de todo lo echó groseramente de la cumbre. Seguramente, fue extraño para él. Se disculparía después en un momento más adecuado.
Lo siento Liu-shidi, este Shixiong estaba asustado que dañaras a mi hijo no nacido por accidente.
Después de que Shang Qinghua pasará los informes en todos los puestos, se habló fugazmente de los temas comunes, nada muy interesante había estado sucediendo. Solo lo de siempre: algunos discípulos causando riñas (principalmente los de Bai Zhan, esos mocosos nunca aprendían), discípulos de Kui Zian causando algunos pequeños estragos en sus fiestas de bebida y un pequeño regaño a Liu Qingge por dañar propiedad de otras personas.
Otra cosa por la que Shen Qingqiu debía disculparse. Al final fue su esposo quien lo causó al tirar a Liu Qingge a uno de los salones, causando un gran hueco en el proceso.
Así como los burros calvos de Ku Xing pidiendo más discípulos, lo típico. Pero esta vez, Shen Qingqiu se alegró de no escuchar nada del resentimiento de la montaña primaveral nuevamente.
Solo cuando todas estas formalidades terminaban, se daba paso a los chismes en el lugar.
Por supuesto, la víctima principal era Shen Qingqiu.
— Shen Qingqiu, escuchamos que apenas llegaste te dirigiste a Qian Cao. — La primera en hablar fue Qi Qingqi, a ella nunca se le escapaba una oportunidad de meterse con él. — ¿Acaso agarraste alguna gripe del exótico lugar donde vive tu marido?
¡Shimei, tus ansias de chisme son realmente obvias!
Agitando de forma perezosa su abanico, Shen Qingqiu respondió: — Como puede ver Qi-shimei, este Shixiong está en perfecto estado.
— ¿Entonces para qué visitaste Qian Cao? Aquí nuestro agradable médico no nos quiso contar. — insistió Qi Qingqi.
— La salud de los pacientes siempre es confidencial. — Habló de forma sabía Mu Qingfang.
Viendo todo el espectáculo, Yue Qingyuan por fin habló, con una leve preocupación en su expresión. — ¿Shen-Shidi realmente se encuentra bien?
— Estoy bien Zhangmeng-xiong, no fui a Qian Cao por mí. — comentó Shen Qingqiu calmando a Yue Qingyuan, luego, después de una pausa, continuó. — Paramos allí por Luo Binghe.
Al mencionar a su esposo, las miradas de todos en la habitación se concentraron en él.
— ¿Luo Binghe? — preguntó Wei Qingwei. —¿Por qué necesitaría tu demoníaco esposo la asistencia de los médicos de Cang Qiong? ¿No tiene en el Reino demoníaco?
— Sí… pero era mejor que Mu Qingfang lo revisará. — confesó Shen Qingqiu. — Esto es algo confidencial que nadie en el Reino demoníaco se debe enterar.
Con las cejas fruncidas, Liu Qingge interrumpió: — ¿Acaso ese demonio se debilitó? No es deber de la secta Cang Qiong cuidarlo.
Shen Qingqiu frunció el ceño por esas palabras y arremetió:—Aún es un discípulo de Qing Jing y mi esposo, por supuesto mi cumbre le dará protección, además… está esperando a mi hijo, es razón más que suficiente para que sea protegido.
Ahí, el gato ya estaba fuera de la bolsa.
Ante aquella declaración, la habitación se quedó en completo silencio, ni siquiera se podía escuchar las respiraciones, como si las estuvieran conteniendo o el tiempo se fuera detenido.
La expresión de Liu Qingge podía considerarse chistosa. Podía distinguir la sorpresa y palidez que había en ella… En general, varios señores de cumbre tenían expresiones parecidas, incluido Yue Qingyuan. Solo Shang Qinghua y Mu Qingfang no estaban sorprendidos al ya saberlo de antemano.
Cuando el chasquido que hizo el abanico de Shen Qingqiu al abrirse sonó en la habitación, fue como si el tiempo transcurriera nuevamente.
—S-Shen Qingqiu ¿nos estás gastando una broma? — de nuevo hablo Qi Qingqi, que aún se veía sorprendida. — ¿Es como aquella vez que sufrió una desviación de Qi y lo convirtió en niño?
Shen Qingqiu negó tras en abanico que uso para cubrir la mitad inferior de su rostro. — No, mi esposo está embarazado. Mu-shidi puede confirmarlo.
Shen Qingqiu no dudó en lanzarle la pelota a su Shidi con tal de quitarse toda la atención en él. Y realmente funcionó, ahora todos veían a Mu Qingfang.
Tomando con calma las miradas, Mu Qingfang lo confirmó. — Es verdad lo que dice Shixiong, Luo Binghe está embarazado, lo revisé dos veces para confirmar.
Qi Qingqi aún se veía incrédula, como si no se lo creyera y murmuró. — No puede ser, en esos libros decía que Shen Qingqiu era el de abajo...
Shen Qingqiu, con su oído de cultivador, se conmocionó al escucharla, su rostro pasando a diferentes colores.
¡¿Qi-shimei leyó esos libros?! Su dignidad realmente se había perdido totalmente.
Pensó de forma histérica Shen Qingqiu, si uno de los señores de cumbre había leído esos libros, es probable que haya más entre ellos que lo leyeron. Desearía irse de la montaña Cang Qiong por algunos meses hasta olvidar esta vergüenza...
Decidió ignorar aquella declaración como si nunca existiera, por su bienestar mental, y carraspeo para continuar. — Por el estado de mi pareja y de mi futuro hijo, solicitó amablemente a todos que mantengan en secreto para gente externa de Cang Qiong sobre el estado de mi esposo y nos permitan quedarnos hasta que nazca.
Algunos señores murmuraron sobre ello, expresando aún incredulidad o hablando de que estarían albergando al bebé más peligroso de todos.
Por la mirada de Yue Qingyuan pasaron diferentes emociones, aparte de la sorpresa y conmoción, todas ellas complicadas. Sin embargo, él siempre fue protector y alguien que había apoyado a Shen Qingqiu, así que fue el primero en hablar.
— La montaña Cang Qiong le dará protección a Luo Binghe, Shen-Shidi no debe preocuparse.
Aquella declaración era definitiva, aun si algún señor de cumbre estuviera en contra, nada podría hacer. La palabra del líder de la secta tenía mayor peso.
— Qingqiu agradece el apoyo del líder de secta. — agradeció Shen Qingqiu con una pequeña sonrisa, aliviado de concluir con esa cuestión. Yue Qingyuan también le sonrió levemente devuelta.
— Entonces… ¿Es niño o niña? — preguntó Qi Qingqi.
La pregunta dio paso a que los demás señores de cumbre comenzarán a hacer preguntas.
"¿Cuántos meses tiene?"
"¿Se parecerá a Shen-Shidi o a Luo Binghe?"
"¿Tendríamos al príncipe del Rey demonio aquí?"
Shen Qingqiu respondió con calma las preguntas cuyas respuestas sabía, lo cual era poco, pues aún era muy pronto para saberlo.
De forma estratégica, logró esquivar más preguntas y salir de la reunión. En parte estaba preocupado de que los señores de cumbres lo siguieran para ver a Luo Binghe, lo cual fue difícil evitar. Solo por el apoyo de Mu Qingfang al declarar que no podían estresar a Luo Binghe en ese estado, hizo que el enjambre se dispersaran y por fin su camino estuviera libre.
Cuando llegó a la casa de bambú, se encontró con Luo Binghe, quien lo recibió con una sonrisa y lo llevó a dentro para cenar, con una pequeña sonrisa Shen Qingqiu lo siguió, era agradable ser recibido así.
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Volver a Cang Qiong, significaba volver a todas sus responsabilidades como señor de Qing Jing, en eso incluido el tema de las misiones.
Luo Binghe ya había entrado al segundo mes, según Mu Qingfang, y se veía bastante bien. Excepto, quizás, por las veces que debía ir al baño a vomitar… Y tenía algunos cambios de humor.
Shen Qingqiu agitó su abanico con ira mientras veía a Avión disparado hacia el cielo reírse de él desde hace dos minutos.
— ¿Terminaste? — preguntó Shen Qingqiu con ira fría, líneas negras en su expresión.
Como si sintiera el peligro, Shang Qinghua tosió tratando de cubrir su risa. — S-Sí… Aunque aún no puedo creer lo que me dijiste.
— Si te lo conté es porque es verdad. — respondió malhumorado Shen Qingqiu.
Tomando un poco de té, Shang Qinghua continuó. — Es que no parece algo que haría mi hijo… Aunque pensándolo mejor, con la condición que está, si es posible, recuerdo que te advertí.
También recordaba que el autor le había dicho algo similar, pero realmente no se lo tomó en serio. En su mente, él creía que ya estaba acostumbrado al falso llanto de su marido o sus rabietas, solo que esto fue algo totalmente nuevo...
— Sí… pero este maestro no esperaba que Luo Binghe llegará al nivel de echarme de la casa de bambú. — respondió en tono lúgubre.
Luo Binghe, su esposo pegajoso, lo había echado furioso de la casa, diciendo que no volviera hasta que entendiera lo que hizo mal. Era totalmente ajeno a su comportamiento normal con Shen Qingqiu, se sentía totalmente perdido y nervioso, sin saber cómo lidiar con la situación.
Todo había comenzado con una visita de Liu Qingge, Yue Qingyuan los había elegido a ambos para que fueran a tratar con unos demonios bastante problemáticos en una aldea lejana de Cang Qiong.
Sabiendo que no podía negarse al llamado, comenzó a arreglar sus cosas con ayuda de Luo Binghe, quien no estaba demasiado contento por la presencia de Liu Qingge y la interrupción de su tiempo juntos, pues habían estado abrazados previamente con Shen Qingqiu acariciando los cabellos de Luo Binghe para acompañarlo en su siesta, parecía que el embarazo lo hacía tener más sueño.
Diciéndole a Luo Binghe que volvería pronto para compensarlo, se fue con Liu Qingge a la misión.
La ciudad había estado infestada de dominios murciélagos, que se asentaron en pequeños pueblos alejados para tomar sangre de los habitantes, encantándolos con sus habilidades. La referencia a los vampiros era obvia.
Al final su escondite fue descubierto gracias a un residente que escapó y avisó a la montaña Cang Qiong.
Inmediatamente, Yue Qingyuan los eligió a Liu Qingge y él. Liu Qingge por su fuerza de combate y Shen Qingqiu porque sabía todo sobre esos demonios.
Tuvo que obligar a Liu Qingge a hacer una entrada sutil a la aldea, ya que el Dios de la guerra quería entrar y destruirlos de raíz, sin ningún plan en mente.
Disfrazados de simples viajeros que iban de paso, entraron a la aldea. Shen Qingqiu se encargaba de recolectar información y Liu Qingge… Bueno, su tarea era más la de ser un simple guardaespaldas.
Mejor eso a que vaya a hacer líos...
Sin embargo, su investigación no estaba dando muchos frutos. Los demonios vampiros estaban tan bien preparados que no podían diferenciarlos de los humanos, pues cubrían su energía demoníaca a la perfección.
Además, Shen Qingqiu sospechaba que este suceso tendría que ver con uno de los capítulos de PIDW, dónde Luo Binghe se enfrentó a un clan de demonios vampiros que dominó una aldea, para hacerlos salir y vencerlos, se debía tratar con la reina.
Para dar con ella, Luo Binghe la atrajo con su sangre, para ella el mejor manjar era la sangre de demonio celestial, la segunda era sangre de cultivadores de núcleo completo.
Probando su teoría, tuvo que usar la sangre de Liu Qingge de carnada, de los dos él era quien tenía un núcleo completo.
Al final no fue difícil atraerla al bosque con su séquito, cosa que no pudo evitar criticar en su mente, por alguna razón se sentía muy atraída por su Shidi, tratando de seducirlo y atraerlo para convertirlo en su esclavo.
Fue realmente divertido ver la escena: el increíble hombre recto Liu Qingge, quien únicamente fruncía el ceño ante la obvia seducción de la demonio que cada vez se veía más frustrada. Al parecer, ni siquiera su habilidad de encanto podía funcionar con un cultivador tan fuerte.
Al final trató de usarlos en Shen Qingqiu para tener un rehén; sin embargo, él ya se había preparado y mandado a hacer unas gafas parecidas a las gafas de sol.
Sí… Otra de las debilidades eran las gafas de sol o simplemente no verla a los ojos.
Shen Qingqiu no sabía si reír o llorar. Al final estaba agradecido por las tonterías de Avión-Juju aquí.
Finalmente, Liu Qingge la mató y Shen Qingqiu se encargó de matar a todos sus esbirros antes de que se escaparan y regresaran a Cang Qiong.
Entonces, ¿por qué Luo Binghe estaba enojado?
Todo se debía a ese demonio vampiro. Una de sus habilidades consistía en que sus colmillos inyectaban un líquido afrodisíaco para poder dominar a sus víctimas, típico de PIDW.
En algún momento antes de matarla, Liu Qingge fue mordido. Por alguna razón, su Shidi siempre terminaba siendo objetivo de ello y esta vez no había ningún lago para patearlo dentro.
Lo que era peor, Liu Qingge no le soltaba el brazo y se veía algo atontado por aquel veneno, al final tuvo que distraer a su Shidi y noquearlo.
¡Lo siento Liu-juju, soy un hombre casado! Si antes con los súcubos no te ayude a frotarlo, menos ahora.
Sabiendo que no había nadie en el pueblo que pudiera ayudar, se llevó rápido en sus brazos a Liu Qingge a Cang Qiong para que fuera tratado por Mu Qingfang.
¿Qué porque lo llevaba en sus brazos y no en la espalda? ¡Quién quisiera llevar a un hombre con claramente una erección en su espalda! Era claro que Shen Qingqiu no.
Cargó a Liu Qingge todo el camino, antes de dirigirse rápidamente a Qian Cao cuando llegó a Cang Qiong. Fue entonces, que buscó a Mu Qingfang para que le extrajera el afrodisíaco. Quien iba a saber que al momento de entrar a Qian Cao se encontraría de frente con Luo Binghe.
Su marido parecía salir de una consulta con Mu Qingfang, su expresión neutral cambió a una feliz al ver el rostro de Shen Qingqiu, aunque rápidamente se agrió al ver a quien llevaba en sus brazos.
Y luego, su nariz captó cierto olor proveniente de los dos, lo cual hizo que su expresión se oscureciera, completamente enojado.
Mu Qingfang salió detrás de su esposo, mirando la escena y la apariencia del Dios de la guerra.
— Mu-shishu, gracias por sus consejos. — comentó repentinamente con fría calma Luo Binghe. Sin darle otra mirada a Shen Qingqiu, salió rápidamente del lugar.
Shen Qingqiu, sabiendo que aquello no era bueno, le pasó rápidamente a Liu Qingge al médico como si fuera una pelota y se fue detrás de su esposo.
Cuando salió el hombre ya no estaba a la vista, ¡realmente veloz!
Shen Qingqiu hasta podía imaginarse al fondo al sistema diciendo los puntos de ira de Luo Binghe.
Subiendo a Xiu Ya, se dirigió a su cumbre, donde debió haber ido Luo Binghe. Al final supuso bien, podía ver la espalda de Luo Binghe, quien estaba caminando hacia la casa de bambú.
Bajándose de Xiu Ya, Shen Qingqiu lo siguió. — ¡Binghe espera! ¡Es un malentendido!
Shen Qingqiu quería morderse la lengua, ¿por qué eso sonaba lo que siempre decían los hombres infieles?
— Shizun y Liu...Shishu se veían tan íntimos en esa escena, cargándolo como si fuera su querida esposa. — la voz de Luo Binghe voló sobre la brisa de la cumbre, sin detener su paso ni mirar hacia atrás. — Ambos oliendo a olores parecidos a los de un súcubo… Seguro se divirtieron allí.
¡¡¡Lo estás entendiendo mal!!!
Shen Qingqiu quería gritar.
¿Debería decirle no tan hermosa como tú para calmarlo?
— Binghe, hablemos. — llamó nuevamente a su esposo. — Te aseguro que es un malentendido, lo que sea que pienses, no sucedió.
Llegando a la casa de bambú, Luo Binghe abrió la puerta, luego, quedándose a la entrada, volteó a ver a Shen Qingqiu, con el rostro en blanco.
— Bien, hablaremos. — comentó Luo Binghe. — Pero solo cuando Shizun comprenda su error. Cuando lo hagas, Shizun puede regresar.
Sin decir más, Luo Binghe entró y cerró la puerta.
Shen Qingqiu se quedó afuera en blanco, sin entender la última declaración.
Acercándose, trato de abrir la puerta, sin embargo, estaba sellada. Intento de nuevo, nada.
— ¿Binghe? — llamó a su esposo. — Binghe, abre la puerta.
No obtuvo respuesta.
¡Ese mocoso!
Shen Qingqiu quería abrir la puerta y golpear con su abanico la cabeza de ese mocoso terco. Sin embargo, no quería hacer un escándalo y atraer a sus discípulos.
Esa era toda la historia, por esa razón estaba en la cumbre de Avión, comiendo también semillas y escuchando las burlas del líder de An Ding.
— Hermano, solo ve y discúlpate.
— ¿Por qué debería disculparme? No hice nada malo. — respondió Shen Qingqiu frunciendo el ceño.
— Puede ser, pero a la vista de mi hijo no. — Comentó Shang Qinghua. — Cuando una mujer se pone furiosa, no escucha razones. Lo mismo es para Luo Binghe, en su furia no escuchará tus explicaciones.
— ¿Entonces qué aconsejas que haga, oh gran Avión? — preguntó con sarcasmo Shen Qingqiu.
Acariciando una falsa barba en su barbilla, como si fuera algún sabio, Shang Qinghua finalmente dijo: —Obséquiale algo, así bajará su ira.
Shen Qingqiu alzó su ceja ¿un obsequio?
— Un obsequio de su Shizun descongelará rápidamente el corazón de Bing-Ge y te escuchará. Entonces ya no serás como el marido echado al sofá.
Shang Qinghua recibió un golpe de su abanico por aquel comentario.
Terminando su visita, salió de la cumbre del autor y bajó de la montaña hacia el pueblo, pensativo.
Y no, no estaba en el pueblo siguiendo el tonto consejo de Shang Qinghua.
Desde antes había pensado en regalarle algo a Luo Binghe tras culminar la misión, pero todo se aplazó por la repentina emergencia que lo hizo regresar a prisa. No estaba regalándole algo para compensarlo por la discusión, aunque sería un punto extra si contentara a Luo Binghe
Aun así, no sabía que regalar, al final a su pareja le gustaba todo lo que le regalaba.
Mirando todos los puestos o locales, se acercó a algunos que le llamarán la atención.
Ahora que Luo Binghe estaba embarazado, era probable que sus túnicas actuales no le quedarán, por lo que entró a un local para recibir recomendaciones de ropas para mujeres embarazadas. La encargada se emocionó, alabándolo por ser un buen marido y lamentándose por no encontrar a alguien así, pues según ella eran escasos los esposos que venían personalmente a elegir ropa para su esposa.
Shen Qingqiu se sintió avergonzado por las alabanzas, mientras miraba las túnicas. Por supuesto, todos eran para mujer, pero por su anchura, no era notorio. Además, eligió colores más neutros. Aunque Luo Binghe llevaba a su hijo, no significaba que era una mujer.
Si no le gustaban, podía mandar a hacer más. Agradeció a la mujer y salió con tres conjuntos en una bolsa.
Al pasar por una tienda de telas, recordó que Luo Binghe había expresado querer comenzar a coser ropa para bebé. Aunque aún era muy temprano para saber el sexo, se podían usar telas de color neutro, por lo que no dudo en comprar algunas y también materiales de costura y tejido.
Sin darse cuenta, en algún momento sus brazos se habían llenado de un montón de compras y ya había comenzado a oscurecer.
¡Se supone que había planeado comprar una cosa! ¡¿cómo terminó así?! Pero era inevitable, varias cosas le recordaban a Luo Binghe o le habían recordado que lo mencionó.
¿Aún había tiempo para devolverlo?
Mirando al cielo, con el sol casi desapareciendo del horizonte. Shen Qingqiu suspiró, ya no era posible devolver las cosas a la tienda.
Cargando todo, caminó fuera del pueblo y se subió sobre la espada. Sería demasiado llamativo usar su espada allí.
Cuando llegó a Qing Jing, ya estaba oscuro, podía observar luces en la casa de bambú, lo que significaba que Luo Binghe se encontraba allí.
Acomodando todas las cosas para poder tocar, Shen Qingqiu estiró su brazo. Sin embargo, la puerta se abrió antes de que sus nudillos tocarán la puerta, encontrándose de frente con el rostro preocupado de Luo Binghe.
— ¡Shizun!
— ¡Binghe!
Gritaron los dos al tiempo, luego Luo Binghe, con una expresión algo llorosa, se lanzó a abrazarlo, aunque Shen Qingqiu tuvo que pararlo con una mano, temiendo tirar todo.
Eso no hizo más que empeorar la expresión de Luo Binghe decayera más. — Shizun… Shizun estás tan enojado con este discípulo que ya no deseas abrazarlo. Y todo es culpa mía.
Shen Qingqiu parpadeo confundido por aquella declaración, antes de entender rápido a que conclusión llegó la mente descarriada de ese niño.
Suspiró y explicó. — No es eso, solo que si me abrazas vas a tirar todos los regalos que traigo.
Aquello sacó a Luo Binghe de su estado depresivo, sus ojos oscuros brillantes, fijándose por fin en todas las cosas en sus brazos. — ¿Regalos?
— Déjame pasar primero. — pidió Shen Qingqiu, cansado de haber estado vagando por la ciudad. Luo Binghe no dudó en apartarse para dejarlo entrar.
— Shizun, déjame ayudarte.
— No, recuerda que Mu Qingfang dijo que no debes hacer muchos esfuerzos. — Shen Qingqiu se negó. — Además de que este maestro no es débil.
Luo Binghe hizo mala cara por ello, pero Shen Qingqiu no cedió y dejó las cosas en la mesa. En algún momento su esposo se fue a la cocina y volvió con un juego de té.
Colocándolo en un espacio vacío, le sirvió un poco a Shen Qingqiu, quien, agradeciendo a su esposo por la taza, se sentó frente a él. Pero Luo Binghe aún lucía decaído.
— Shizun… Este discípulo se disculpa por su comportamiento de antes. — Parecía que en algún momento se iba a arrodillar y pegar su frente al piso, por lo que Shen Qingqiu lo tomó del brazo para evitarlo.
Luo Binghe continuó: — Este no tiene derecho de echar a su Shizun de su propia casa, si Shizun desea castigarlo echándolo está en su derecho.
Shen Qingqiu tenía suficiente de esto, sin dudarlo le dio un golpe suave en la frente con su abanico. — ¿De qué hablas? ¿Crees que este esposo es tan cruel para echar de su casa a su esposo que lleva a su hijo? La casa de bambú te pertenece tanto a ti como a mí. Es nuestra casa.
— P-Pero este esposo se comportó tan mal.
— Probablemente. — estuvo de acuerdo Shen Qingqiu, haciendo que Luo Binghe se viera más culpable. — Pero este ya te perdono.
Continuó. — Lo único que quiero es que, si a mi esposo le molesta algo o está enojado, hablemos primero, ¿de acuerdo?
Luo Binghe asintió de acuerdo. — Está bien, este discípulo lo hara.
Ahora, aliviado de que las cosas se hayan calmado, decidió preguntar. — Ahora, Binghe debe escucharme atentamente. Cualquier cosa que pensaras que sucede entre Liu-Shidi y yo es falsa. Nos encontramos con un demonio vampiro y mordió a tu Shishu, tuve que traerlo rápido para que recibiera tratamiento.
Nuevamente y para aclarar: ¡ni siquiera lo ayudó a frotarlo!
— Y el olor, es porque la reina tiene un aroma muy fuerte a los súcubos. Binghe debió haber leído antes de ello en la biblioteca. — recibió un asentimiento de su esposo, por lo que agregó tranquilamente. — Así que no hay razón de estar enojado.
Ahora, con todo explicado, todo debería volver a la normalidad. Sin embargo, Luo Binghe parecía que quería decir algo, Shen Qingqiu lo miró, instándolo a hablar.
Lanzando algunas miradas tímidas, Luo Binghe habló: — Este agradece a Shizun por su explicación… pero esa no es la principal razón por la que este se enojó.
Shen Qingqiu levantó la ceja, sorprendido por aquella declaración. Entonces, ¿qué podría haberlo hecho enojar a ese nivel?
—¿Y qué fue?
—Este discípulo… se enojó por cómo cargó Shizun a Liu Qingge.
Shen Qingqiu se quedó en silencio, tomando algunos segundos procesar, olvidando corregir también como su esposo se dirigía a Liu Qingge. — ¿Solo porque lo cargue?
Luo Binghe tuvo la decencia de avergonzarse un poco por su propia declaración, pero eso no evito que pequeña chispa de ira estuviera devuelta en sus ojos. — ¡Si! ¡¿Cómo este discípulo no se enfadaría de que Shizun cargue a otro hombre así y nunca lo haya hecho conmigo desde hace años?!
Shen Qingqiu parpadeo varias veces antes de reírse, ocultándose inútilmente con su abanico.
Luo Binghe frunció sus labios como si hubiera sido agraviado. — ¡Shizun!
— Niño tonto. — comentó Shen Qingqiu después de terminar de reírse, aunque con una sonrisa. — Vas a inundar a Cang Qiong con todo el vinagre que derramas poniéndote celoso por algo así.
— ¡No es una cosa pequeña! — Luo Binghe replicó. — Así es como se carga a una doncella o a tu pareja, ¡es normal que me pusiera celoso!
— ¿En dónde escuchaste eso? — preguntó Shen Qingqiu, no recordaba alguna tradición así. Luo Binghe sacó algo de su ropa y se lo extendió a Shen Qingqiu, abriéndolo en una página.
Shen Qingqiu se inclinó y leyó el primer párrafo que el dedo de Luo Binghe señaló.
[Después de dejar atrás a los cultivadores enojados, Luo Binghe llevó a Shen Qingqiu en sus brazos, apoyando la espalda de este uno de sus brazos y con el otro apoyando sus piernas. La pose era increíblemente íntima y armoniosa.
— ¿Qué haces cargándome de forma tan vergonzosa? — preguntó Shen Qingqiu con las mejillas rojas.
— ¿Shizun está avergonzado? — Se burló Luo Binghe. — No deberías, te estoy cargando como un esposo lo haría con su esposa] Fragmento, capítulo 20 de "Canción de Bingqiu".
Shen Qingqiu: —...
A este paso debería revisar minuciosamente la casa para buscar esos libros y botarlos. Siempre metía ideas extrañas en la mente de Luo Binghe.
— Binghe, sabes que esos libros no son reales.
— Este marido lo sabe bien— respondió Luo Binghe con seriedad. — Pero he visto a las parejas de casados y también hacen lo mismo. Además… Este quiere ser cargado así por Shizun como aquella vez en el lago.
En aquel entonces, Luo Binghe estaba muy desesperado en ocultar su erección tratando de escapar de su Shizun, pero su corazón había latido aún más si era posible cuando fue cargado tan íntimamente por su maestro.
Desde hace años quería repetir la misma escena para disfrutarla como se debía, aún más después de ver parejas hacer lo mismo. Por supuesto, ardería en ira y celos al ver que Liu Qingge fue cargado así por su esposa en vez de él.
Aunque admitía que su reacción fue exagerada, sintió que la ira y celos que lo embargo fue anormal, tanto que echó a su maestro de la casa. Se le había pasado la mano.
Avergonzado al recordar su comportamiento, Luo Binghe bajó el libro y lo dejó a un lado en la mesa: — Este discípulo lo siente, no tiene excusas por haber actuado de forma inapropiada.
Ahora sentía las lágrimas, comenzar a llenar sus ojos, ni siquiera eran sus falsas ¿Por qué su humor estaba cambiando tanto? ¿Por qué se estaba portando tan patético por algo tan pequeño?
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Luo Binghe bajo el rostro para mirar hacia la mesa y evitar que su Shizun mire su rostro, no quería hacerlo sentir culpable.
— Iré a preparar la cena, espero que Shizun disfrute el té. — comentó tratando de pararse rápido e irse a la cocina.
Shen Qingqiu también se paró al mismo tiempo y se acercó rápido a Luo Binghe, luego, sin previo aviso, rodeó con su brazo la amplia espalda y se agachó para tomar sus piernas. Con un impulso lo levantó del suelo suavemente sin esfuerzo, haciendo que Luo Binghe parpadeara sorprendido, las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos deslizándose por sus mejillas.
— La cena puede esperar después, primero este cumplirá el pedido de su marido. — respondió Shen Qingqiu besando la mejilla levemente mojada por una lágrima de su marido.
Luo Binghe no necesitaba hablar para que Shen Qingqiu supiera que algo le estaba molestando. Esta vez ambos sabían que el comportamiento de Luo Binghe era afectado por sus hormonas, llevándolo a constantes cambios de humor. Su esposo debía estar frustrado y confundido por ello.
— Estoy siendo una molestia para Shizun. — comentó Luo Binghe culpable.
— Que dices, Binghe no es molesto para mí, ¿cómo puedo estar molesto por algo que no puedes controlar? — comentó con calma pegando su rostro en el de Luo Binghe, besando esta vez el costado— ¿No ha dicho este maestro que le dijeras si algo te molesta? Este te escuchará con gusto y tratará de ayudarte.
La expresión de Luo Binghe aún parecida contenida, no completamente de acuerdo con ello. — Pero este debe poder manejarlo ¿qué pasa si me llegó a comportar así también con nuestro hijo? ¿Cómo sería un buen padre si actuó de ese modo?
— Binghe, no sé si Mu-shidi te lo ha comentado, pero las mujeres embarazadas sufren cambios de humor— comentó de forma consoladora de Shen Qingqiu, al ver el parpadeo de su esposo, supuso que el médico aún no le había comentado de ello. — Terminará en unos meses.
O eso pensaba él, no sabía cómo era con los demonios celestiales el embarazo, creía recordar que Avión mencionó que serían más territoriales.
—Shizun. — Luo Binghe lo llamó, sus ojos oscuros mirándolo fijamente, podía ver la lucha en ellos antes de hablar. — Tú… ¿No me abandonaras?
Luego continuó. — No puedo controlar mis emociones, a veces quiero llorar sin razón, a veces me enojo sin razón, sé que debe ser asqueroso cuando vomito, me siento más cansado y duermo más. También estoy engordando y debo verme poco atractivo, ¿qué haré si no puedes aguantar más y me dejas?
La última frase acumuló de nuevo lágrimas en los ojos de Luo Binghe. Frunciendo el ceño, Shen Qingqiu bajó el rostro y mordió suavemente la mejilla sin perforar la piel como castigo por esas palabras.
— ¿Qué cosas dices? ¿Por qué esas cosas harían que este maestro te abandoné? — preguntó Shen Qingqiu después de soltar la mejilla y mirar con seriedad a ese niño tonto. — A este maestro no le importa si tienes cambios de humor, tampoco si vomitas, o subes de peso. Además, Binghe se ve más atractivo cada día.
Admitió lo último, olvidando totalmente su cara delgada y continuó. — Nada de eso me alejará de Binghe, todo eso es necesario para el desarrollo de nuestro hijo, ¿cómo podría enojarme y dejarte por eso? Solo sería una escoria desconsiderada que no valora el esfuerzo de su pareja por llevar al bebé. El embarazo es de los dos Binghe, esta esposa también es el padre del niño, quiero hacer todo lo posible para ayudarte.
Esta vez Shen Qingqiu beso la frente de su marido, parecía que sus palabras habían calmado los miedos de Luo Binghe.
— Aun si este marido se enoja por cosas tontas como no ser cargado... ¿no me dejaras?
— Aun si es por cosas como esas. Binghe puede pedirme varias veces ser cargado y este maestro lo hará.
Con ello, Luo Binghe al fin sonrió y no dudó en alzar su rostro para besar los labios de Shen Qingqiu.
Shen Qingqiu sonrió por el beso y no dudo en corresponder, dando vueltas con su esposo en brazos, haciéndo reír a este y que rompiera el beso.
Viendo la hermosa expresión feliz en el rostro de Luo Binghe, Shen Qingqiu podía ver el atractivo en cargar a su pareja.
— Bien, traje varias cosas del mercado. Espero que Binghe las revise.
— Pero la cena de Shizun...
— Podemos cenar después, hay cosas para el bebé también allí.
Eso definitivamente llamó la atención de Luo Binghe, haciendo que olvidará la cena. Sin dudarlo, Shen Qingqiu lo llevó en brazos a mostrarle las cosas que compró, esperando ver la expresión feliz de Luo Binghe.