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Secretos. Era lo que había causado tantos problemas y malentendidos desde el principio. Quirin ahora se daba cuenta de esto: De no haberle mentido a su hijo, ocultándole el gran peligro que eran las rocas, tal vez el chico no se hubiera arriesgado a experimentar con ellas... O tal vez lo hubiera hecho de todas formas, dado a su gran curiosidad y terquedad...
Pero ese no era el punto. La cuestión era, que después de todo lo que sucedió con el ámbar y el estar apartado de su hijo durante un año entero, le hacía cuestionarse: ¿Debería seguir ocultándole la verdad? Por una parte merecía saberlo, estaba claro que era de su incumbencia y algo de gran importancia; pero por otra parte... El chico ya había sufrido demasiado y decirle esto apenas pasadas unas pocas semanas después de ser liberado del ámbar podría no ser el mejor momento para hacerlo.
Después de todo, había decidido seguir ocultándolo cuando Varian le preguntó por lo que decía la nota.
Pero en el fondo sabía que no lo ocultaba por esa razón. Eso sólo era una excusa que el mismo se daba, pues, no era Varian el que no estaba listo para saber la verdad: Él mismo era el que no estaba listo para que su hijo supiera lo que él había hecho en el pasado.
•••
Varian no estaba listo.
No estaba listo para confesarle a su padre lo ocurrido el año pasado. Desearía no tener que hacerlo pero debía hacerlo; no podía ocultarlo para siempre y aún si lo intentara toda Corona lo sabía así que sólo sería cuestión de tiempo para que se diera cuenta por sí mismo.
Pero... ¿Cómo decírselo? ¿Y si no lo perdonaba? ¡¿Y si lo decepcionaba tanto que terminaba por odiarlo y no quisiera nada que ver con él nunca más?!
-¡Hola Varian!- la repentina interrupción de sus pensamientos lo hizo saltar, casi cayéndose al agua de la fuente en la que estaba sentado. Recuperando su equilibrio volteó hacia arriba para encontrarse con la princesa de Corona ofreciéndole una amistosa sonrisa.
-¡Oh! ¡Rapunzel! Sólo eres tú- dijo un poco aliviado -Hola...- saludó algo inseguro y con un tímido movimiento de su mano.
Rapunzel, notando que algo molestaba a su amigo, se sentó a su lado y preguntó:
-¿Está todo bien?-
-¡Claro! ¿Por qué no habría de estarlo?- respondió el chico con una sonrisa nerviosa, Rapunzel sólo lo miró levantando una ceja y Varian cedió dando un suspiro -Rapunzel, tengo un problema... Verás, este fin de semana mi papá y yo planeamos ir a acampar al bosque, ya sabes, como me dijiste: para convivir, tener un tiempo de calidad padre e hijo...-
-¡Awww! ¡Eso es muy dulce Varian! No veo como eso puede ser algún problema-
-Si, bueno, es que... La cuestión es...-
-¿Si?- lo observó expectante la princesa
-¡Aún no le he dicho a mi papá lo que sucedió el año pasado!- respondió nervioso y con rápidez, cerrando sus ojos con la misma velocidad, pero a la vez entreabriendo uno esperando lo que respondería la joven princesa.
-Oh. Ya veo... Pensé que ya estaba enterado. Más porque, claro, no es ningún secreto y la gente del reino es un tanto comunicativa...-
-¡¿Qué?! ¡¿Crees que él ya lo sepa por alguien más?!- preguntó el chico en pánico
-No, no- lo tranquilizó Rapunzel -Lo que quiero decir es: ¿Por qué aún no le has dicho?-
El alquimista suspiró: -Se que tarde o temprano debo hacerlo pero... ¿Y si al saberlo se decepciona tanto que no quiera verme nunca más? ¿Qué tal si nunca me perdona? ¿Qué haré entonces?-
-Oh, Varian, guardar secretos y sentimientos sólo lo empeora todo. Creeme, lo se... Además, él es tu padre, claramente te quiere y no creo que deje de hacerlo a pesar de saber lo ocurrido- tomó su mano y le dijo sonriente -Confía en mí-
Varian le devolvió la sonrisa
-Gracias Rapunzel
•••
Quirin se encontraba de compras en la capital de Corona, comprando víveres y cosas necesarias para acampar el fin de semana, es decir, mañana.
Estaba feliz de que a pesar de los encargos y proyectos que su hijo tenía que cumplir para la princesa y su propio trabajo de Quirin como líder, ambos tuvieran la oportunidad de pasar un tiempo de calidad juntos.
Además, Quirin quería ponerse al día sobre el año en que estuvo ausente. Su hijo ya no era el mismo que había conocido un año atrás; algunas veces podía notar que se sentía culpable y arrepentido, no sabía bien el porque, pero suponía que era por lo sucedido con el ámbar, después de todo, éste había sido creado por uno de sus componentes. Claro, después de un trauma como ese uno no puede ser el mismo, pero aparte de eso debieron haber sucedido otras cosas, por ejemplo: Había notado que Varian y la princesa eran más unidos, eso era algo muy bueno; suponía que la princesa lo había apoyado durante todo ese tiempo. A Quirin le alegraba de que así fuera, le aliviaba saber que su hijo tuviera amigos que lo hubieran apoyado en los momentos difíciles. Su amistad con la princesa sin duda era algo único y precioso.
Antes de entrar a la tienda de dulces del tío Monty, Quirin se topó con Felspar y una mujer, Marcy, a quienes amablemente saludó. Ellos devolvieron el saludo con una expresión extraña y al entrar Quirin a la tienda siguieron su conversación.
-¿Crees que él lo sepa?- le preguntó la mujer a Felspar mirando de reojo a Quirin
-No lo creo. No lo he oido hablar del tema, ni siquiera lo he visto molesto con ya sabes quien-
-No entiendo porque la princesa aún no lo ha vuelto a encerrar en el calabozo. Claramente es una amenaza-
-Concuerdo. Ella no debería confiar en él, nadie debería, ni siquiera Quirin- ambos voltearon hacia el aparador de dulces mirando al hombre mencionado
-Alguien debería decirle- concluyó preocupada Marcy.
Quirin salió de la tienda dirigiéndose a su casa para preparar todo para el día siguiente cuando la mujer lo detuvo:
-Quirin espera-
-¿Si? ¿Qué ocurre Marcy?-
-Quirin, hay algo que pienso deberías saber... Verás, se trata sobre el año en el que estuviste ausente y sobre... Tu hijo-
•••
Hoy era el día. El día del campamento, el día en que Varian le contaría todo a su padre. Y estaba sumamente nervioso.
Empacaba sus cosas con torpeza mientras recordaba lo que Rapunzel le había dicho al respecto: Guardar secretos sólo lo empeoraba todo. Además, su padre tenía derecho a saberlo.
Después de empacar, cargo su mochila, tomó aire y suspiró. Era ahora o nunca. Tenía que hacerlo. Sin importar la reacción de su padre.
Con esto en mente salió del viejo castillo encontrándose con Quirin, quien ya estaba listo para irse.
Quirin aún procesaba lo ocurrido el día anterior:
Después de que Marcy le contara todo eso, él no quiso creerlo ¡Era imposible! ¿Cómo su hijo iba a ser capaz de hacer todas esas atrocidades? ¿Atacar y traicionar al reino? ¡¿A la princesa?! La princesa era su amiga, no, eso no podía ser posible.
Quirin sabía que Varian no era mucho del agrado de las personas de Vieja Corona y que tenía un poco de mala reputación entre ellos ¿Pero esto? Esto era demasiado. No. Debía investigar esto de fuentes más confiables y averiguar la verdad. Así que se dirigió al palacio.
Frederick había perdido la memoria, era bien sabido, pues debido a eso la princesa ahora se encargaba del reino. Así que decidió hablar con el personal de la guardia; ellos tendrían mejor información de los hechos, después de todo, ellos se encargaban de la seguridad del reino.
-Buen día Pete, Stan- ambos devolvieron el saludo -Lamento molestarlos pero me temo que he oído algunos rumores acerca del año en que estuve ausente y me gustaría confirmar que tanta de esa 'información' es real. Acudo a ustedes ya que dicha información esta relacionada con la seguridad de Corona-
-Claro, pero como el capitán no esta presente puedes consultar con Philiph, él tiene registro de casi todo lo ocurrido en el reino-
Quirin agradeció la ayuda y se dispuso a obtener respuestas.
Al llegar con Philiph, el hombre buscó entre sus registros:
-El año pasado, año pasado. Ah si, es este- dijo entregándole el documento a Quirin. Este lo abrió y buscó entre las fechas hasta dar con lo que buscaba:
"Batalla en Vieja Corona. Revisar antecedente criminal #009"
Alzando la vista, pidió dicho antecedente. Philiph buscó en voz alta:
-#002, #005, #007... ¡Ah si! Aquí esta: #009 Varian de Vieja Corona-
Quirin abrió los ojos como platos al escuchar estas palabras. Tomó el archivo y rápidamente lo abrió:
"Varian de Vieja Corona
Edad: 14 Sexo: Masculino
Acusado de traición, conspiración, daño a la propiedad, secuestro e intento de asesinato"
Al final del archivo tenía el sello del rey, lo que certificaba la autenticidad del documento.
Quirin no quiso ver más y devolviendo los archivos regreso a Vieja Corona.
La voz de su hijo lo hizo regresar al presente.
-¡Listo!- anunció saliendo de la casa. Quirin sólo asintió y partieron rumbo al bosque.
Ambos caminaban en silencio, absortos en sus pensamientos, sin atreverse a decir palabra.
Varian no sabía siquiera como o por donde empezar, o cual sería el momento indicado. Tal vez debería esperar hasta cuando instalaran el campamento...
Por otra parte, Quirin no sabía que decirle a su hijo si ni siquiera se atrevía a mirarlo a los ojos.
No podía creer que todo este tiempo le hubiera estado ocultando esto: ¿Acaso creyó que no se daría cuenta? Todo el reino lo sabía y él, su propio padre, era el último en enterarse.
Asimismo, aún no conocía el por qué de sus acciones: ¿Por qué cometer traición? ¿Por qué traicionar a sus amigos? ¡¿Al reino?! ¿Por qué hacer todo eso en su ausencia? ¿Por qué ocultarlo?
Quirin creía conocer a su hijo, pero esto sólo le demostraba lo equivocado que estaba. ¿Acaso era tan mal padre? ¿Cómo habían llegado a esto?
En esta caminata por el bosque, Varian por fin se atrevió a iniciar una conversación. Había pasado un rato sin que ninguno de los dos hablara y se suponía que todo esto era con el objetivo de convivir ¿Cierto?
-Oye papá-
-¿Mmm?-
-¿Qué tan lejos iremos para acampar?-
Quirin se detuvo y lo pensó un segundo. Buena pregunta, estaba tan preocupado que no había pensado en eso.
-Mmm... No lo sé, tan lejos como tu quieras ir-
-Oh, en ese caso ¿Qué te parece cerca del río? Sería un lugar agradable para acampar-
-Si, seguro- lo que cerró el intento de conversación y el ambiente se vio amenazado por otro silencio incómodo; por lo que Varian empezó a comentar sobre algunos de sus proyectos y cómo encontraba intrigante la naturaleza de ciertas sustancias químicas. Su padre lo escuchaba y asentía. Así, sin darse cuenta, habían llegado a su destino: El río podía verse desde donde estaban, el cual era un lugar pacífico y apacible. Perfecto para acampar.
Empezaron a instalar el campamento y Varian, notando desde hace rato que algo le inquietaba a su padre, le preguntó:
-¿Ocurre algo papá?-
Quirin estaba a punto de negar con la cabeza pero, aunque ya supiera lo sucedido el año pasado, necesitaba oirlo de su propio hijo. Necesitaba saber porque lo había hecho.
-No... Si. Hijo, se que mucho a cambiado en mi ausencia, pero debo saber: ¿Qué ocurrió con exactitud?-
Varian se paralizó por un segundo; dejando de hacer lo que lo que estaba haciendo, respiró hondo y volteó a ver a su padre.
-Antes de decirtelo, debo preguntarte: A pesar de saber lo que estoy a punto de contarte... ¿Me seguirías viendo de la misma manera?-
Quirin no supo que responder.
Ya lo sabía, por supuesto que lo sabía, pero ¿Seguía viendo a su hijo de la misma forma que antes? Honestamente, no sabría decirlo con certeza.
Creía que su hijo había ocultado todo esto sin ninguna intención de decirselo en un futuro ¿Pero ahora? Ahí estaba él, dispuesto a contarle todo lo ocurrido, preocupado de lo que su padre pensara, con una clara tristeza reflejada en sus ojos; esperando una simple respuesta tan sólo para poder continuar.
Quirin no soportaba verlo así y esto despejo sus dudas: Si, seguía viéndolo de la misma manera. Aún no sabía que es lo que lo había motivado a hacer lo que hizo y, claro, estaba molesto y al mismo tiempo el hecho de que su hijo pudiera ser un criminal realmente lo aterraba... Pero Varian era su hijo y nada cambiaría eso.
-Varian. Eres mi hijo. Lo que haya pasado no cambiará eso. Puedes contármelo -
Varian inhaló profundo y lo soltó todo: Desde el día de la tormenta y todos los días que pasó desesperado buscando una forma de salvarlo, sin nadie que lo apoyara en esos difíciles y agonizantes momentos. Cómo fue que engañó y traicionó a Rapunzel, su amiga, culpándola ciegamente, sin darse cuenta de que ella se preocupaba por él y le importaba lo que le pasara; olvidando por completo su amistad. Hasta su batalla en Vieja Corona: Cómo fue que secuestro a la reina, amenazó al reino y a la familia real, atacó a sus amigos... Y cómo terminó por perder el control en un ataque desenfrenado de venganza y desesperación. Para después ser aprisionado en los calabozos del palacio, en donde encontró una oportunidad de escapar y vengarse del reino que le había dado la espalda. Al aliarse con los Separatistas de Saporia creyó que la venganza y poder que estos le ofrecían llenaría parte del vacío que sentía en su interior, creyó que no había otra opción para él, pues ya no tenía nada en absoluto... Pero entonces la princesa le dio otra oportunidad. Una oportunidad para enmendar lo que había hecho y salir de la oscuridad. Si no fuera por ella él seguiría siendo un criminal lleno de angustia y sufrimiento...
-Y ahora lo sabes- terminó de decir con dificultad; no se enorgullecía de lo que había hecho y realmente le dolía recordar todo por lo que había pasado. Pero, al mismo tiempo, se sentía un poco aliviado de poder sacar todo eso, sentía que al fin perdía una parte del peso en su corazón; sin duda era un alivio no tener que seguir ocultándolo, sin embargo, aún le preocupaba lo que su padre pensara al respecto -Ahora sabes cómo casi destruyo al reino que amas, nuestro hogar, y cómo casi lo pierdo todo: Mi cordura, mi humanidad, las personas que amo, mi hogar... Y entiendo...- paró por un momento, tomó aire y continuó -Entiendo si estas decepcionado de mí... Yo también lo estaría-
Quirin se quedó sin palabras. Después de oír todo esto comprendió las razones detrás de las acciones de su hijo y, aunque dichas acciones eran bastante reprochables, claramente se podía ver que Varian estaba realmente arrepentido por lo que hizo. Asimismo, Quirin no pudo evitar sentirse culpable: Si él mismo no le hubiera guardado secretos acerca de la naturaleza de las rocas y hubiera sido un mejor padre, nada de esto habría pasado. Era momento de que él también dejara de ocultar secretos.
-Hijo yo... Temo que yo también he estado ocultándote algo importante. Verás, que estuviera orgulloso de tí no era lo único que decía la carta que escribí... Todo este tiempo he sabido de la existencia de las rocas- se quitó los guantes, dejando a la vista la marca de la Hermandad -Estas rocas son creadas por el ópalo lunar, la contraparte de la gota de Sol, el cual se encontraba resguardado en el Reino Oscuro... Mi antiguo hogar. Yo era miembro de algo llamado la Hermandad: Un grupo de guerreros que juraron lealtad al reino con la misión de mantener oculto el ópalo, a cualquier costo. Es por esto que sabía lo peligrosas que podían llegar a ser las rocas, pues estas son la razón de que el reino este desolado. Lamento habértelo ocultado hijo-
Varian no supo cómo reaccionar a esto y por un segundo ambos permanecieron en silencio, sólo con el dulce sonido del agua corriendo combinado con el suave silbar del viento, hasta que Varian comentó:
-Sabes, desde hace tiempo sabía que me ocultabas algo, sabía que no confiabas lo suficiente en mí como para decírmelo; es por eso que siempre trataba de impresionarte. Trataba de hacer que te sintieras orgulloso de mí...- expresaba tristeza en su voz, sin embargo, no pudo evitar sentirse molesto -¿Sabes el dolor que pudiste haberme evitado si tan sólo me hubieras dicho la verdad desde el inicio? Pero no, pese a mis esfuerzos ¡Tú nunca confiaste en mí lo suficiente como para decírmelo o siquiera para apoyarme tan sólo un poco!- exclamó frágilmente ya sin poder contener más sus emociones
-No Varian. No te atrevas a decir que no confiaba en tí, yo quería confiar en tí ¡¿Pero no crees que todos esos fracasos y metidas de pata me lo dificultaban?!-
Varian lo miró sorprendido y a la vez dolido, Quirin se dio cuenta muy tarde de lo que había dicho y de inmediato intentó retractarse:
-Hijo... Yo no... No quise decir eso... Yo...-
-Ya me quedo claro, padre- respondió con los puños apretados sin atreverse a mirarlo -Y pensar que todo lo que hice fue por tí...- no pudo más y salió corriendo
-¡Varian, espera!- gritó Quirin mientras intentaba alcanzarlo
¿Pero qué es lo que había hecho? La oportunidad para acercarse a su hijo arruinada por su culpa. Pero no dejaría que esto acabara así. Ya no más.
-¡Varian!- volvió a llamar ya cerca de los rápidos del río y el chico se detuvo a la orilla de este
-Varian, por favor escuchame- pidió Quirin parando a unos pasos de su hijo
El chico no volteó a verlo. En su huida no pudo soportarlo más y rompió a llorar mientras corría; aún seguía con lágrimas en sus ojos y no quería que Quirin lo viera así.
-Por favor hijo, si tan sólo pudieras dejarme explicar...-
-¿Explicar qué, papá?- interrumpió, finalmente dándose la vuelta -¿Explicar que nunca confiaste en mí? ¡¿Explicar que no importa que tanto lo intente nunca seré lo suficientemente bueno para tí?!- exclamaba, cada vez retrocediendo más -Porque para mí todo me quedo muy claro-
-Varian, por favor, tú no lo entiendes...-
-No. No, tú eres el que no entiende- retrocedió aún más -No comprendes lo que se sentía cada vez que daba mi mejor esfuerzo para hacerte sentir orgulloso, sólo para terminar con fracasos y decepciones- ya a un paso de la orilla, su padre lo notó y trató de advertirle
-Varian...- pero él no lo escuchó
-¡Y tú nunca me apoyaste! ¡Lo único que hiciste siempre fue alejarte!- en ese instante tropezó, cayendo inevitablemente a los rápidos
-¡Varian!- gritó su padre al mismo tiempo que saltaba sin pensarlo al río para tratar de sacarlo de ahí, pero, por más que lo intentaba los rápidos eran muy fuertes para él. Sin embargo, entre toda esa agua, logró avistar un tronco y los subió a ambos en este.
-¿Te encuentras bien?- preguntó con preocupación una vez en el tronco.
Varian solamente asintió y desvío la mirada hacia el lado opuesto. Quirin hizo lo mismo, sin atreverse a decir nada más.
Pronto, los rápidos disminuyeron su intensidad hasta sólo ser una pequeña corriente que movía el tronco sin rumbo alguno.
Ambos, padre e hijo se encontraban en silencio. Ninguno se atrevía a decir palabra, sino después de unos momentos.
-Oye... Gracias- inició Varian algo inseguro -Por salvarme. Yo... No puse atención en donde pisaba y... Lo que quiero decir es... Lo siento. Por haber huido y haberte gritado...-
-No- interrumpió Quirin -Yo soy el que debería disculparse. No debí ocultarte algo tan importante y debí haberte apoyado desde el principio. Si lo hubiera hecho no habrías tenido que pasar por tanto dolor. También lamento lo que dije. Es sólo que... Estaba molesto por lo del año pasado porque, yo ya sabía lo que había ocurrido antes de que me lo contaras- Varian intento hablar pero Quirin lo detuvo -Estaba molesto porque creí que me lo habías ocultado por malicia y no sabía que pensar de tí, pero ahora se que solamente estabas esperando el momento adecuado para decirmelo, también se que realmente estas arrepentido por lo pasado y tratas de enmendar tus errores- puso su mano en el hombro del chico y expresó con sinceridad -Es por eso que no podría estar más orgulloso de tí, hijo-
Ante esto, Varian sonrió lleno de alivio y con una gran calidez en su corazón, sin embargo, esa sonrisa se desvaneció cuando volvió a hablar:
-Sabes, no te lo había dicho no sólo porque esperara el momento adecuado: La verdad es que no estaba listo para hacerlo y tenía miedo de lo que pensaras... Es que te perdí por tanto tiempo, sin saber si podría recuperarte que no quería volver a pasar por eso otra vez. No quería perderte, no otra vez-
-Yo también tenía miedo de perderte- Varian lo miró confundido -No te quería contar sobre mi pasado en el Reino Oscuro porque pensé que no estabas listo, pero era yo el que no estaba listo: No estaba listo para que supieras lo que tuve que hacer en servicio de mi reino como un miembro de la Hermandad, pues a veces nuestra misión tenía que ser cumplida a cualquier costo, sin importar si había vidas de por medio... Tampoco quería verte involucrado en todo este asunto de las rocas, pues estas pueden llegar a ser la fuente de mucho sufrimiento; estas llegaron a ser tan peligrosas que el propio rey del Reino Oscuro decidió exiliar a todo su pueblo, hasta a su propio hijo, para protegerlos. Temí que si sabías sobre la naturaleza de las rocas tuvieras más curiosidad por estudiar el ópalo y que eso te llevara a tu perdición... No quería perderte como el rey perdió a su hijo. Pero ahora veo que hice mal en ocultartelo y que debí haberte dicho la verdad desde hace mucho-
El ambiente se volvió a tornar melancólico y para alivianarlo, Varian sonrió un poco y dijo:
-Tal parece que ambos tenemos problemas en cuanto a secretos ¿No?-
Quirin sonrió correspondiendo la sonrisa del chico. Sin embargo, ese momento de paz no duró mucho.
-Varian ¡El río!- advirtió Quirin alzando la vista, viendo la gran cascada ante ellos -¡Rápido! Tenemos que tratar de alcanzar la orilla- ambos trataron de remar sin éxito
-¡La corriente es muy fuerte! No lo lograremos remando-
Cada vez estaban más cerca de la cascada. Pronto, Varian se dio cuenta de que aún tenía algunos químicos consigo. Perfecto. Si se combinaban tendrían justo lo que necesitaban.
-Papá, tengo un plan, pero antes debes sostenerte al tronco con fuerza-
Quirin así lo hizo sin cuestionar.
-¡Listo!-
-Bien. Aquí vamos- el alquimista sacudió la mezcla de químicos y tirándolos al agua provocó una explosión que los hizo volar por los aires junto con el tronco hasta aterrizar en un árbol.
-Wow- dijo Quirin, ambos estaban muy despeinados y algo chamuscados -Una explosión. Debí haberlo visto venir- ambos rieron -Buen trabajo- el chico sonrió ante el comentario -¿Qué te parece si bajamos de aquí y vamos al campamento a comer algunos sándwiches de jamón?-
•••
Pocos días después, padre e hijo se encontraban de compras en la capital cuando se toparon con la mismísima princesa y su novio.
-¡Varian!- gritó Rapunzel al ver a su amigo desde lo lejos, acercándose con Eugene para saludar -Un gusto como siempre Quirin-
-Princesa- saludó este con una reverencia -Si me disculpan, los dejaré para que puedan hablar- dijo retirándose y entrando a una tienda
-Claro papá, no tardaré mucho- respondió su hijo sonriendo
-Vaya, parece que los dos se están llevando bastante bien- le guiñó el ojo Eugene
-Parece que el campamento salió bien después de todo ¿No?- preguntó Rapunzel, a lo que Varian asintió sonriente
-¡Si! Todo salió muy bien- volteó a ver a su padre por el aparador de la tienda y lo saludó con la mano, luego volvió a ver a la princesa -Definitivamente mejor de lo que esperaba-
FIN