Work Text:
Hay sangre en tus labios, mi amado príncipe, señor de la noche. Hay sangre en tu piel sin estrellas y luz en tus ojos de humo… y yo quiero beberlos los dos –la luz de tu mirada que hiere mi corazón como el pedernal que corta la carne mortal, la sangre en tus labios que sonríen como pétalos de peligrosa obsidiana.
Hay sangre sobre tu piel desnuda, señor del destino, el que se crea a sí mismo. Hay sangre sobre tu cuerpo de guerrero y amante, y la sangre huele a *copal arrastrado por el viento*, a amaranto endulzado con miel.
Hay sangre en la mano que me tiendes, con que me invitas… y es diez veces más dulce que la sangre que podrían ofrecerme cien hermosas doncellas, un millar de guerreros.
Hay sangre en tus labios, joven guerrero, y no vacilo cuando me ofreces tu boca, con el dulce sabor que me embriaga, que me aturde, que me exalta. Y me pierdo en ti, en la tentación de la muerte y la carne, en el veneno exquisito de tus besos, consciente de que ya por siempre viviré intoxicado de la sangre que bebí en tus labios.